viernes, noviembre 22, 2024
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La Humanidad en su Momento más Peligroso: Hablar Sólo de «Guerra Fría» es no Entender la Actual Situación

Por Leonardo del Grosso

Últimamente la mayoría de los analistas, si no todos, hablan de «guerra fría» como descripción de la nueva situación internacional en la que se profundizan las contradicciones entre los anglozionistas y los chinos y rusos. Ojalá sólo se tratara de una «guerra fría». Estamos atravesando el momento más peligroso de la Humanidad, momento en el cual la guerra mundial parece imponerse cada día más como realidad omnipresente, en la era de las armas nucleares y de la híper-teconología. A mi entender, esta situación es mucho más inestable que la «guerra fría».

Según la teoría marxista, el funcionamiento de la economía capitalista enfrenta cíclicas crisis de superproducción. La realidad de los «ciclos» no sólo es destacada por la teoría que mejor ha interpretado la economía contemporánea sino que ya es casi un lugar común en la consideraciones de los especialistas en el análisis de la economía, sean del tipo que sean. De hecho, las «medidas anticíclicas» forman parte del léxico cotidiano de la opinión pública en estos temas. Pero la descripción de la naturaleza de estos fenómenos sabemos que es totalmente diferente en el marxismo respecto de todas las demás doctrinas o teorías.

El análisis marxista no sólo es un análisis económico, sino que constituye un corpus, un sistema integral que da respuesta no sólo para explicar la mecánica de funcionamiento de la economía, sino todos los demás ángulos y perspectivas de análisis de la sociedad en su conjunto. Entonces, las consecuencias político-prácticas del análisis marxista no son diagnósticos aparentemente técnicos, cuyas «soluciones» a la crisis o los «ciclos» están en el plano de la economía de la contabilidad, por decirlo así, sino que están intrísecamente definidas por el análisis económico, con todas las dramáticas consecuencias que se deriven en lo que se refiere a la situación política.

El marxismo explica que las sucesivas crisis de superproducción son cada vez más violentas. Dicho en sencillo: cada una de estas crisis de superproducción terminó por producir guerras de grandes dimensiones. La primera guerra mundial fue la reverberancia de las grandes crisis económicas que se fueron sucediendo desde finales del siglo XIX y durante principios del XX. La segunda guerra mundial fue la reverberancia de la crisis de la década de 1930. Todo parece indicar que la crisis inaugurada en el 2008 tendrá (y está teniendo) su reverberancia militar, cada vez más ensordecera.

Pero hoy, a diferencia de la Segunda Guerra Mundial, estamos en la era de las armas nucleares, es decir en la era donde el Apocalpsis no es sólo una conjetura religiosa (como cuando se profetizaba el fin del mundo en el final del primer milenio de la era cristina), sino una posibilidad científica, tecnológica y militarmente muy concreta. La pregunta que flota en el aire es: ¿se cumplirá inevitablemente, como resultado automático de la crisis de superproducción, la Tercera Guerra Mundial, y esta tomará indefectiblemente la forma de enfrentamiento nuclear total? ¿O, por implicar el Holocausto para todos, sin ganadores, los imperialistas se detendrán en algún punto antes del abismo?

Ese es el desafío para quienes tengamos algo de sensatez y sensibilidad: poder vencer al imperialismo actual, cosa que ocurrirá seguramente, pero evitando al mismo tiempo el naufragio de toda la Humanidad, como resultado de la guerra mundial.

Los alcances históricos de la actual crisis no solamente pueden llegar a ser el fin del capitalismo actual tal como lo conocemos y quizá, el fin del capitalismo como modo de producción; la actual crisis entraña también la derrota de las estirpes imperiales que, remontándonos hasta la baja Edad Media, fueron la vanguardia del capitalismo y su fase superior, el imperialismo: las dinastías anglosajonas y sionistas (hoy con z de nazis).

Aquí cabe describir que me refiero a dinastías porque si bien siempre hay vencedores y vencidos en el seno de las clases dominantes, los vencidos se reintegran de manera subalterna en el seno del poder de las fracciones de las clases que pasan a ser dominantes dentro de las dominantes, en el marco de la lucha de clases. Entonces tenemos estirpes que no son puramente burguesas, en el sentido clásico y prototípico de tal clase en términos políticos (donde las masas populares jugaron un papel fundamental -como en todo proceso revolucionario- en el proceso revolucionario burgués), sino que son plutocracias, capitalismo en su etapa imperialista, en cuyo seno, como siempre, habitarán tradicionales y advenedizos, patricios y nuevos ricos, alcurnia y hasta ayer desconocidos.

Y son estirpes porque hay una continuidad histórica, una genealogía social, un comportamiento orgánico de las clases dominantes que, como tales, no son una unidad total sino que tienen lugares de fractura principales y secundarios, cuya geografía podemos inteligir a partir, fundamentalmente, del devenir geopolítico. Concretando: la burguesía anglozionista hoy constituye la reacción a nivel mundial, lo que era la nobleza en la baja Edad Media, cuando se resquebrajaba el régimen feudal y emergía la naciente burguesía, y hoy la nueva burguesía de los países emergentes constituye una clase dominante capitalista pero surgida de una matriz histórica diferente que adopta, como lo hicieran en su momento los emperadores romanos de Oriente con el cristianismo, en la transición de la esclavitud a la servidumbre o, en la transición de la servidumbre al capitalismo, las clases nobles con las nuevas ideas burguesas (y que se metamorfosearon en el seno del nuevo poder burgués), adopta, decía, las nuevas doctrinas revolucionarias, surgidas desde la Resistencia de los oprimidos, para poder ejercer concretamente el poder.

Esto no sólo significa «ajustes» en el plano del «relato», como califican despectivamente los ultrarreaccionarios a estas burguesías emergentes, sino medidas concretas que apuntan a poder construir Poder en el seno de las masas. No se construye poder sólo con «relato» -aunque nadie va a negar su importancia y su papel en la enajenación ideológica de las masas populares-, sino además con medidas concretas.

No estoy hablando de la Revolución Soviética, sino de diferentes tipos de Capitalismo de Estado. Entonces hoy confrontan no sólo territorios de diferentes poderes capitalistas, sino además nuevos paradigmas para que las clases explotadoras -adaptándose a la nueva situación, que es cada vez más transicional- puedan ejercer su dominación con más efectividad sobre las clases explotadas, pero, al mismo tiempo, significa la institucionalización del nuevo poder de las masas, poder emergente de la crisis de las relaciones de producción capitalistas.

Volviendo a la situación política internacional: desde que se produjera «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX» (al decir de Vladimir Putin refiriéndose a la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) las agresiones y los frentes militares abiertos por los «anglozionistas» (al decir de Saker) no han hecho más que multiplicarse, acelerándose y ascendiendo en un camino conducido por la quimera de la dominación total del mundo, camino que lleva, en algún momento, hacia la confrontación simétrica:

el ataque a Irak en 1991; Somalía en 1993 y 1994; los bombardeos de la OTAN contra la República Srpska (Yugoslavia) en 1995 (primera agresión militar de gran envergadura de la OTAN); los bombardeos intermitentes contra Irak desde 1998 y los bombardeos contra Sudán y Afganistán ese mismo año; los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia en 1999 y su posterior invasión y desintegración de ese país; la invasión en Afganistán en 2001; golpe y destitución temporal de Hugo Chávez en Venezuela en 2002; la intervención yanqui en Filipinas, con apoyo del gobierno local, en ese mismo año; la invasión a Irak desde 2003; agresión de Israel al Líbano en 2006, a Gaza en 2009, 2012 y 2014 (sin considerar lo que implica la existencia de Israel en sí mismo, que es la más nítida expresión de la agresión anglosajona en Medio Oriente); invasión de Somalía en diciembre de 2006; agresión de Georgia contra Osetia del Sur y Rusia en 2008; bombardeo de la OTAN sobre Libia y el asesinato de Gadafi en 2011; invasión de fuerzas militares de Arabia Saudita y de otros Estados del Consejo de Cooperación del Golfo sobre Bahrein en 2011; desde 2011 desestabilización y agresión militar contra Siria mediante fuerzas mercenarias; desde 2013 invasión de Francia y luego otras naciones europeas sobre Mali; incremento constante de la presencia militar de Estados Unidos y de la OTAN en África, con intervenciones cada vez más directas y de mayores proporciones (Sudán, Somalía, Costa de Marfil, Mali…), sin enumerar los países donde los drones operan (y bombardean) de manera contidiana, como Pakistán, Yemen, (acaba de informar el Washington Post que en Níger, en pleno desierto del Sahara, los Estados Unidos instalarán una base de drones) y otros; etc., etc., etc.

(Esta enumeración sólo nombra los escenarios y acciones más visibles, pero en realidad todo el planeta es el teatro y objetivo de operaciones permanente de los anglozionistas). Y en este 2014 se agregan más frentes en África, se profundiza la guerra en todo Medio Oriente y, fundamentalmente, se abre el nuevo frente de Ucrania, abriéndose el segundo punto de fricción con riesgo nuclear luego del de la península de Corea. La guerra se generaliza, se extiende, se hace mundial…

El frente ucraniano: segundo detonante de guerra nuclear

Al calor de la crisis de superproducción ebulle la superestructura política y las contradicciones se expresan de manera violenta, transparente. Términos como «el agujero negro», «el gran tablero», u otras denominaciones que se utilizan para nombrar jugadas imperialistas de gran magnitud estratégica que en los momentos de relativa «paz» están en un lugar relativamente discreto, en el momento crítico, donde empiezan a jugarse todas las cartas, se «renderizan», se visualizan más nítidamente, se hacen evidentes y el juego adopta su forma cada vez más franca. Las fronteras entre los grandes poderes mundiales son, cada vez más, frentes de guerra en el sentido estrictamente militar.

Hoy se reafirman todas las tesis que Lenin demostrara en su debate contra la teoría del «ultraimperialismo» de Karl Kautsky. Según esta teoría «ultraimperialista» hoy sería imposible la confrontación entre Rusia y China, por un lado, y los Estados Unidos y sus aliados, por el otro, por la conexión entre todos ellos en la superestructura financiera internacional. La concepción ultraimperialista ha sido una idealista y antidialéctica comprensión de la realidad del mundo.

De la misma manera que se evidencian las fracturas que la crisis de superproducción ha impulsado, así también la tesis del «ultraimperialismo», defendida hace muy poco tiempo atrás de manera subrepticia por todos los moderados hacia los imperialistas, ha quedado ya sepultada por los hechos. La posibilidad de una guerra no sólo mundial, algo que ya hoy comienza a ser una realidad, sino simétrica (lo que es decir, casi seguramente nuclear), es cada vez más una posibilidad plausible, aunque la tendencia sicológica pueda ser negarse a pensarlo y admitirlo, por sus aterradoras y apocalípticas consecuencias.

Si desde los 50 del siglo pasado en la península coreana está una de las fronteras calientes desde donde puede detonar una confrontación nuclear, hoy en Ucrania, lo que es decir Europa, se está constituyendo otra más inestable aún. El despliegue del Estado Islámico en Irak y Siria, y el bombardeo a Gaza por el Estado Racista de Israel, es decir, el escalamiento de la guerra en Medio Oriente, y la apertura del frente ucraniano, son las novedades más importantes en este 2014 en la situación internacional en lo que se refiere a escenarios bélicos.

Desde la apertura del frente ucraniano hoy sí se puede hablar con cierta propiedad del inicio de la Tercera Guerra Mundial, porque éste es el primer frente en el que la OTAN (que, no lo olvidemos, es la máxima superestructura militar del anglozionismo) puede llegar a confrontar directamente con una de las potencias (en realidad con la más potente en el plano militar) que le puede plantear una guerra simétrica. El frente ucraniano no es un frente más: es el salto cualitativo que nos dice que podemos estar entrando en la Tercera Guerra Mundial.

En medio del peligro, las buenas noticias

Pero en medio de esta delicada y peligrosa situación, las noticias de la situación en el plano militar que llegan de Ucrania son muy buenas y alentadoras para las fuerzas progresistas y revolucionarias del mundo: las milicias de las repúblicas populares del sudeste están provocando duras derrotas a las fuerzas pro-OTAN del gobierno títere de Poroshenko. Las fuerzas anglozionistas de Ucrania son la sombra de lo que pudieran ser las fuerzas militares de la Alemania hitleriana en las cuales las primeras moralmente se inspiran: divisiones internas, deserciones en masa, desmoralización.

En Ucrania hubo una movilización popular de enormes dimensiones en medio de una crisis política profunda, parecida en varios aspectos a la que sucedió en Argentina en 2001. La pequeña diferencia -en realidad grande, es que es Ucrania- que está en el centro del dispositivo estratégico de los anglozionistas contra Rusia y Eurasia y que está en la frontera de la histórica confrontación entre Rusia y los occidentales.

Nada de lo que allí sucede deja de tener consecuencias geopolíticas de primerísimo orden. El legítimo malestar popular contra el gobierno Yanukovich, que sirvió de plataforma para el golpe pro-occidental del Euromaidán, hoy sigue vigente y se ha profundizado todavía más, esta vez contra los golpistas, que hoy no tienen la más mínima legitimidad en las masas. Las milicias del Donbass adquieren aquí una relevancia estratégica, no sólo para Rusia, sino para el mundo, porque políticamente el gobierno de los golpistas está siendo derrotado. Lo está en el plano militar, y esto es contundentísimo para sellar su bancarrota política.

Y son estas mismas estructuras político-militares del Donbass las que pueden constituirse en vanguardia política operante en términos fácticos (militares) para prosperar contundentemente en el fértil terreno del descontento popular masivo, tomando el poder no sólo en donde ya lo han hecho (repúblicas populares) sino en todo el territorio ucraniano. ¿Permitirán los anglozionistas que esto ocurra? ¿Permitirán la derrota absoluta de Poroshenko o concurrirán en su auxilio? Intentarán no permitirlo. Seguramente en el seno de la OTAN y entre los principales estrategas del Imperio, existirán deliberaciones en torno al nivel de intensidad de las acciones contra Rusia. El problema aquí es que se generan situaciones de no retorno en donde la negociación sólo será posible después de la pelea, una vez que la realidad se impone post-facto, donde ya la evidencia no es una evidencia sino una contundente imposición de la realidad concretada luego de la confrontación.

Es preferible la lucidez antes de la derrota que el tardío reconocimiento luego de ríos de sangre. Como repetía Fidel Castro cuando se refería a la eventual guerra que Estados Unidos enfrentaría si invadía Cuba: es una victoria que no queremos, porque, por sus enormes costos, ya evitar la guerra es vencer. Esto es lo que hoy pasa en el mundo: indudablemente que los anglozionistas ya están derrotados, pero el problema es que esto se vea sin necesidad de derrotarlos concretamente con una guerra, porque el costo de dicha victoria será tremendo.

¿Será esto posible? ¿Vencerán en el seno del Imperio los estrategas que pretenden una reconfiguración negociada del mundo, con una transición negociada hacia la multipolaridad? ¿O vencerán las fuerzas militaristas que pretenden seguir adelante en el camino de la guerra? Yo, como cualquier persona algo sensata, indudablemente que deseo que venza la línea de la moderación, para que la ineluctable derrota histórica de los imperialistas se produzca de la manera menos dramática posible, distribuida en varias batallas y luchas políticas y no en la gran batalla de una guerra nuclear. Como acaba de afirmar Fidel Castro en su última reflexión: «Triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre».

Los mensajes extorsivos

En las vísperas de la cumbre de la OTAN del 4 y 5 de septiembre en Newport, Gales, Piotr Poroshenko, el actual presidente de Ucrania, el pasado 26 de agosto tuvo una reunión bilateral, a puertas cerradas, con Vladimir Putin, en Minsk (capital de Bielorrusia), en el marco de una reunión de la Unión Aduanera Euroasiática que se realizaba en ese ciudad. Esta Unión Aduanera está integrada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. Indudablemente que además de las cuestiones de una probable tregua en la guerra en el sureste, debe de haberse conversado sobre las posibilidades de articulación que existirían, si Ucrania tuviera la voluntad política, entre Ucrania y esta Unión Aduanera Euroasiática, de tal manera de tentar a Poroshenko con las conveniencias de dicha relación, en comparación con lo que la Unión Europea y, en general, Occidente, pudiera ofrecerle. Es un intento más de Rusia por aportar a la solución relativamente pacífica de los contenciosos, lo que no significa que existieran muchas expectativas al respecto.

Lo más probable es que a esa reunión Poroshenko haya asistido sólo a tantear para obtener información previa a la Cumbre de la OTAN en Newport, para uso de sus titireteros de la OTAN, alianza a la que Ucrania ya ha declarado su interés por sumarse, alianza a la que Ucrania está recurriendo, buscando ayuda y protección, ante la impotencia de su propio desmoralizado ejército frente a las milicias del Donbass.

Poroshenko declaró antes de la reunión que allí se definía al futuro del mundo, dando a entender que de los resultados de la reunión que tendría con Putin dependían decisiones que entrañan, indudablemente, una escala mucho más grande que la que el caricaturesco gobierno de Ucrania tiene a su alcance: estaba hablando de lo que harían sus protectores de la OTAN si las decisiones de Rusia no resultaban de su agrado; estaba intentando chantajear y extorsionar a Putin con las decisiones que eventualmente se tomarían en Newport, el 4 y 5 de septiembre.

Pero no es sólo Poroshenko quien bravuconea y pretende chantajear al mundo con su violencia terrorista. Hombres mucho más poderosos y peligrosos que Poroshenko, como el ex-vicepresidente de los Estados Unidos y uno de los demonios mayores del poder imperialista, Dick Cheney, han amenazado con algún atentado terrorista con bombas nucleares en el futuro próximo.

Prestemos atención a lo que Cheney nos dice, según información publicada por Russia Today el 25 de junio de acuerdo a lo publicado en Business Insider: «‘Imagínese qué pasaría si alguien pudiera llevar de contrabando un artefacto nuclear y ponerlo en un contenedor de transporte que se dirige a Washington’, agregó Cheney.  A la pregunta sobre si el ataque llevaría a ‘un régimen militar’ y la reconstitución del Gobierno de EE.UU., Cheney recordó el programa de ‘continuidad del Gobierno’, que, según sus palabras, se creó durante la Guerra Fría para que un ‘Gobierno interino’ (government in waiting)  pueda ocupar el lugar del Gobierno convencional si fuera necesario. De acuerdo con el portal, esta semana Cheney ha sido objeto de intensas críticas de los políticos estadounidenses por atacar reiteradamente la política exterior del presidente Barack Obama'».

Y ¿qué dice el programa de «continuidad del gobierno»? Un revelador artículo de Pete Dale Scott en la Red Voltaire (El «Proyecto Juicio Final» y los eventos profundos: el asesinato de JFK, el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre), ex diplomático canadiense, nos explica: «El resultado del 11 de septiembre fue la aplicación de planes para la ‘continuidad del gobierno’ (COG, sigla correspondiente a ‘Continuity of Government’), que fueron calificados en las audiencias de Oliver North sobre el escándalo Irangate, en 1987, como planes preparatorios para ‘la suspensión de la Constitución de los Estados Unidos’.

Estos planes de la COG, elaborados en base a planificaciones anteriores, fueron meticulosamente desarrollados desde 1982 en el marco de lo que ha dado en llamarse el Proyecto Juicio Final (Doomsday Project) por un equipo secreto nombrado por Reagan. Dicho equipo se componía de personalidades públicas y también privadas, entre las que se encontraban Donald Rumsfeld y Dick Cheney». Explica Scott que como «Proyecto Juicio Final» «designa el Departamento de Defensa los planes de contingencia tendientes a ‘garantizar el funcionamiento de la Casa Blanca y del Pentágono durante y después de una guerra nuclear o cualquier otra crisis de gran envergadura'».

El mensaje de Cheney hacia todos los que pueden leerlo entre líneas (incluídos los sectores de la oligarquía yanqui que no compartan este temerario camino militarista) es: podemos hacer un gran atentado de falsa bandera, haciendo detonar una bomba nuclear en alguna ciudad de los Estados Unidos, culpar a otro por ello y como su resultado poner en marcha los planes de «Continuidad del Gobierno». O sea: no sólo podemos hacer semejante atentado de bandera falsa, sino que a través de él podemos ejecutar una guerra en gran escala y otro golpe de estado en Estados Unidos (Cheney y Rumsfeld tienen una larga trayectoria en acciones sediciosas, como conspicuos protagonistas de lo que Scott llama el «Estado profundo», «estructura que se mueve simultáneamente dentro y fuera del Estado público» -en palabras de Scott-).

¿Se recuerda que el año pasado, en plena incertidumbre respecto del probable ataque de Estados Unidos a Siria, cuando, en vísperas del 11 de septiembre (fecha por demás simbólica para las sectas satánicas del anglozionismo), desaparecieron ojivas nucleares de la Base de la Fuerzas Aérea de Dyess, en Texas, para ser trasladadas a la Costa Este, para su probable uso? Aclaro que éste no fue un movimiento orgánico, sino que fue una filtración de información respecto de una base aérea que, además, siempre negó que allí estuvieron almacenadas armas nucleares, y que no figura como un lugar oficial como base de este tipo de armas.

El mensaje de Cheney no es sólo hacia el mundo, es también hacia otras facciones del poder imperial, facciones que tienen otra estrategia u otras tácticas. En vísperas de la Cumbre de la OTAN, y mientras se acerca la emblemática fecha del 11 de septiembre, estos mensajes y lo que sucede en Ucrania, no representan buenos augurios, sino más peligrosidad a la situación.

La Cumbre de la OTAN en Newport: más que el futuro del mundo ¿el mundo sin futuro?

Como es sabido, este 4 y 5 de Septiembre en Newport se realizará la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Esta, sin temor a equivocarnos, es la Cumbre más significativa en toda la historia de esta organización, porque aquí se decidirá si la OTAN hará efectivamente una guerra contra Rusia, o si se mantendrá dentro de la esfera de la disuasión, sin llegar a atacarla. Otra demostración de la significación de esta Cumbre es el lugar donde se hace, en Gales, en Gran Bretaña, y la envergadura de los convocados. Pero no sólo es la Cumbre más importante de la Historia de esta Organización sino la Cumbre más importante de todas las que se hayan realizado hasta hoy. Es cierto lo que dijo el estúpido magnate ucraniano Poroshenko, refiriéndose a la reunión cumbre de Minsk entre Putin y él: «se decide el futuro del mundo».

Si analizamos la información previa a la Cumbre del 4 y del 5 de Septiembre no queda otra conclusión que la decisión de avanzar en la profundización de la escalada bélica contra Rusia, caminando en el límite de la guerra.

Recapitulemos algunas informaciones tomadas casi al azar, que demuestran claramente cuál es el clima reinante hasta hoy, 04 de Septiembre, en esta Cumbre:

-Una base de la OTAN en Polonia podría estar ‘calentando motores’ para atacar a Rusia (07 de Agosto), ya que están aumentando considerablemente su almacenamiento de municiones.

-Rasmussen reitera que la OTAN deja de cooperar con Rusia en todos los sectores (07 de Agosto).

-Pentágono anuncia ejercicio militar conjunto de la OTAN en Europa, con la participación de 30 países (29 de Agosto).

-Declaración del Secretario General de la OTAN luego de la reunión extraordinaria con la Comisión OTAN-Ucrania, en la declama que lo que sucede en el sudeste de Ucrania es una agresión de Rusia (29 de Agosto).

-OTAN entrena tropas ucranianas y de otros países socios en juegos de guerra con escenarios de guerra civil (30 de Agosto).

-La OTAN acuerda crear una fuerza militar de reacción rápida contra Rusia (30 de Agosto).

-La OTAN abrirá 5 bases más en el Este de Europa para reforzarse contra Rusia (31 de Agosto)

-Rasmussen: Plan de Acción de Alistamiento: la OTAN preparada para la guerra en Europa y en todo el mundo (conceptos vertidos en la conferencia de prensa previa a la Cumbre de la OTAN en Gales; 01 de Septiembre).

-Rasmussen: La OTAN desplegará fuerzas de alta disponibilidad cerca de las fronteras rusas (01 de Septiembre). Estas fuerzas constituyen otro dispositivo militar que se suma a las fuerzas militares de reacción rápida encabezadas por el Reino Unido.

-Nº 2 de la OTAN, Embajador General por los Estados Unidos Alexander Vershbow: OTAN y Rusia: una nueva realidad estratégica (discurso completo en inglés) (02 de Septiembre).

-Número 2 de la OTAN en vísperas de la Cumbre: la «Rusia revanchista» es una amenaza estratégica para el Orden Internacional (02 de Septiembre).

-Presidente Obama: «No vamos a aceptar la ocupación de Rusia y la anexión ilegal de Crimea o cualquier parte de Ucrania» (03 de Septiembre).

-Obama: la OTAN está lista para ir a la guerra con Rusia en defensa de los pequeños estados del Báltico contra el Apartheid ruso (03 de Septiembre).

-Vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reafirma el compromiso con la cláusula de guerra de la OTAN (03 de Septiembre).

-Hoja informativa de la Casa Blanca: «Iniciativas estadounidenses de respaldo y reaseguro para el Báltico y Europa Central» (03 de Septiembre), donde se detalla el inventario de programas y despliegues militares de los Estados Unidos en las regiones aludidas, lo que nos puede dar una idea más clara de su magnitud. También es útil para ello el enlace del Departamento de Defensa (Pentágono) sobre la Operación «Atlantic Resolve».

-EE.UU. y Europa discuten un plan para suministrar a Ucrania armas pesadas (03 de Septiembre).

-Francia se niega a suministrar el primer portahelicópteros Mistral a Rusia (03 de Septiembre). Esto luego fue desmentido por Hollande.

-Un destructor de la Marina de EE.UU. con sistema antimisiles Aegis llega al mar Negro (03 de Septiembre). Otra información de relevancia de Russia Today en este artículo: «Además la fragata Commandant Birot de las fuerzas navales de Francia entrará el 3 de septiembre en el mar Negro, informa la agencia Itar-Tass. Asimismo, la fragata canadiense HMCS Toronto y la fragata española Almirante Juan de Borbón llegarán al mar Negro el 6 de septiembre de 2014.  Un destructor estadounidense,  una corbeta española y dos fragatas de Francia y Canadá llegarán al mar Negro antes del 7 de septiembre, informó este miércoles la agencia Itar-Tass citando a una fuente diplomática militar.» De acuerdo a la Convención de Montreax, los barcos de guerra de los países que no tienen costa sobre el Mar Negro no pueden permanecer más de 21 días en sus aguas. La OTAN burla esta limitación mandando buques de muchos países.

-La OTAN mantendrá los ejercicios militares en Ucrania previstos para este año (03 de Septiembre).

-El Gobierno de Ucrania abre las puertas para entrar en la OTAN (03 de Septiembre).

-Ucrania planea convertirse en socio privilegiado de la OTAN este año y más adelante convertirse en socio pleno (03 de Septiembre).

-Ucrania comienza el proyecto ‘Muro’ para trazar los «límites reales» con Rusia (03 de Septiembre).

-Fuerzas Armadas de Georgia en alerta constante para nueva guerra con Rusia (03 de Septiembre).

-Rumanía aprueba el establecimiento de un contingente de la OTAN (04 de Septiembre).

-Rassmusen: OTAN lista para intervernir en Irak (04 de Septiembre).

Me parece que no hace falta abundar más en que está clara la voluntad de los anglozionistas de ir a la guerra si su disuasión no da resultado. No sólo es una retórica amenazante; son acciones y decisiones que van encadenando la situación hacia un punto de no retorno, porque se establecen compromisos en dirección a la guerra que, llegada la hora de la verdad, es muy difícil deshacer en caso de que alguien con poder de decisión pretendiera dar marcha atrás. No es la decisión de un hombre, sino que es una maquinaria que se pone en marcha, se acelera y luego es más difícil desacelerar, en el caso de que alguien pretendiera eso.

Los conceptos vertidos por el estadounidense Embajador General Alexander Vershbow, nº 2 de la OTAN y uno de los verdaderos ideólogos de dicha organización son el marco conceptual que guía el accionar de la OTAN hoy. Allí no hay la más mínima duda de que el enemigo principal es Rusia y de que hay que destruirla. No hay un idioma en común. Para Vershbow Rusia habla un idioma diferente al suyo imperialista. Tilda a Rusia de populista. Vershbow habla de un punto de inflexión desde que la OTAN atacó Libia y Putin asumió el mando en 2011 en Rusia.

El mercenario Estado Islámico: pretexto y herramienta de los anglozionistas

Lo que le está resultando difícil para Estados Unidos en función de construir un pretexto creíble para desarrollar la guerra contra Rusia, no le resulta tanto en Medio Oriente, donde el Estado Islámico, con sus masacres y sus crímenes, resulta una fuerza, además de más débil, mucho más demonizable que la Rusia de Putin. Con la misma táctica que usaron con Galtieri, al que incitaron a tomar las Malvinas, o Saddam Hussein, al que incitaron a tomar Kuwait, ahora los yanquis están pasando a la siguiente fase de su plan intervencionista, que es armar una coalición internacional, indudablemente conducida por ellos, para intervenir nuevamente en Medio Oriente, luego de haber armado y organizado al Estado Islámico para profundizar la política de balcanización de los países árabes y del Medio Oriente, en beneficio del Estado Racista de Israel (plan Yinon) y del anglozionismo.

El Estado Islámico es el pretexto perfecto para armar una coalición que intervenga militarmente en Irak. ¿Y por qué una coalición? Porque una alianza internacional es mucho más utilizable para la manipulación de la opinión pública haciendo legítimo algo que no lo es, y porque de esta manera se comprometen a los aliados en las operaciones militares concretas y en la responsabilidades políticas por ellas. ¿Cuál es el objetivo de este movimiento político-militar? No sólo tener bajo su control al Estado Islámico, sino fundamentalmente tener a tiro a un enemigo mucho más fuerte: Irán. Hacer lo mismo que hacen con Rusia y Corea del Norte: apretar en sus fronteras.

Más buenas noticias: la importancia de la resistencia palestina y sirio-libanesa

La reciente agresión a Gaza no sólo se explica por las ambiciones israelíes sobre los yacimientos de hidrocarburos que están en las aguas territoriales de Gaza, sino también como globo de ensayo para tantear y medir la verdadera capacidad militar de los palestinos, en función no sólo de la guerra de Israel, sino de una guerra de mucha mayor magnitud, que es la guerra mundial, con su capítulo regional en el frente de Medio Oriente.

Para el Estado Racista de Israel es fundamental saber qué nivel de capacidad militar tienen los palestinos, porque el frente palestino es un frente en el seno mismo del Estado Racista de Israel, no fronteras afuera. En un escenario de guerra general, cuando el Estado Racista de Israel deba enfrentar al mismo tiempo a los palestinos y a los sirios y libaneses, y a Irán, la capacidad militar de los palestinos en la Franja de Gaza y en Cisjordania pasa a constituirse en una daga en el corazón mismo del Estado Racista de Israel.

La resistencia palestina usó una pequeña parte de su arsenal. Tiene importantes reservas para la etapa de la guerra generalizada. Es decir que lo que el mundo y el Estado Racista de Israel comprobaron es que la Resistencia es muy fuerte, y que el Estado Racista de Israel es, frente a ella, mucho más débil que lo que ellos mismos suponían.

El mismo significado que tienen las victorias de las milicias del Donbass para el mundo, demostrando la debilidad patética del gobierno golpista de Kiev, lo tiene también la victoria palestina, que dejó en evidencia la impotencia militar real del ejército israelí, impotencia expresada penosamente a través de sus criminales bombardeos. Como en Ucrania, Israel está pidiendo ayuda, no sólo frente a los palestinos, y frente a Siria y el Hezbollá, sino principalmente frente a Irán, contra quien han armado, también, la movida del Estado Islámico: para correr el frente militar y ponerlo en la frontera del país persa. Hacia allí irá la coalición que hoy el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, armará en estos días, aprovechando para todo ello que en Septiembre Estados Unidos funge como presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y hacia allí irá también la OTAN, como lo acaba de declarar Rasmussen.

Separar Europa Occidental de Eurasia

La apertura del frente ucraniano no persiguió sólo seguir profundizando la política de ir cercando a Rusia y de ir disponiendo poder de fuego y fuerzas de despliegue terrestre cada vez más cerca de las fronteras de Rusia, sino separar a la Unión Europea -fundamentalmente a Alemania- de Rusia y China. Se sabe que la Unión Europea tenía -hasta que empezaron las sanciones contra Rusia- importantísimas relaciones económicas con el país más extenso del mundo.

Se sabe que Europa Occidental depende mucho de la energía que le provee Rusia y, al mismo tiempo, el mercado ruso es muy importante para muchos países europeos que producen tanto alimentos como bienes industriales.

Para los Estados Unidos y para Gran Bretaña, que son, junto con el Estado Racista de Israel, podríase decir que los actores preponderantes del poder anglozionista, resulta fundamental debilitar a Alemania como poder emergente, porque si bien Alemania es una potencia económica, desde su derrota en la Segunda Guerra Mundial, ha quedado muy limitada en su poder militar independiente, ya que ha quedado bajo la bota de los Estados Unidos. Hoy, con la profundización de la crisis de superproducción, la competencia económica entre Alemania y los Estados Unidos se intensifica, porque ambos son grandes potencias industriales y de la alta tecnología, y entonces disputan en los mismos mercados y en los mismos nichos de mercado.

Si a eso agregamos que Alemania profundizó relaciones económicas con Rusia y China, es decir, hacia Oriente, si los Estados Unidos seguían permitiendo esa deriva, el centro de gravedad del poder mundial iba a seguir corriéndose hacia Eurasia, y no sólo que el mundo iba a dejar de ser unipolar para ser multipolar, sino que más precisamente el poder mundial iba a encontrar a Rusia, China y Alemania como sus líderes, más que a Estados Unidos, que está en una decadencia acelerada no sólo a nivel internacional sino también a nivel doméstico, con su sociedad en pleno proceso de descomposición. En este sentido se puede decir que también Alemania podía ser un poder emergente… si los anglozionistas lo permitían.

En el plano militar Alemania es muy débil, porque está encajonada dentro de la OTAN. Sus niveles de autonomía son bastante relativos. Aquí los anglozionistas hicieron una jugada muy inteligente, forzando el distanciamiento no sólo entre Alemania y Rusia, sino entre la Unión Europea y Rusia. En esta conyuntura Estados Unidos salió a marcar su territorio. Es difícil suponer que toda una construcción geopolítica desde la Segunda Guerra para acá, incluyendo en sus éxitos a la caída y desintegración de la Unión Soviética, pudiera permitirse debilitarse como coto del poder anglozionista.

La operación de Ucrania, más allá de las significativas derrotas militares que vienen sufriendo los golpistas pro-OTAN, es una maniobra que hasta el momento se viene demostrando como exitosa en su vocación de cercar a Rusia y dividir a Alemania y la Unión Europea de Rusia. Los yanquis polarizaron la situación y pusieron a Alemania y a todo aquel que pudiera poner mínimamente en duda el liderazgo angloyanqui en la situación de tener que revalidarlo sin reservas. Una vez más, a fuerza de redoblar las agresiones militares, se actualiza la frase de Bush: «o están con nosotros o contra nosotros». Esto le dice Estados Unidos a Alemania.

Y, al mismo tiempo, le hace concesiones que son lisonjas, aunque con una fuerte significación simbólica, como lo es designar, por primera vez, a un General alemán como jefe de personal del Comando Europa del Ejército de los Estados Unidos.

¿Y porqué esto es así, a pesar de que Alemania es una gran potencia económica y financiera? Por varias razones entre las que sobresalen la subordinación militar de Alemania a la OTAN (que está conducida por los angloyanquis), y la cooptación, por parte del poder angloyanqui, de una parte importante de los cuadros dirigentes de Alemania. Tanto Alemania como la mayoría de los países de la ex Unión Soviética, están conducidos por élites vasallas de los Estados Unidos. Una prueba de ello es que Estados Unidos hace lo que quiere, aún robarse las reservas de oro de Alemania que este país tenía depositadas en la Reserva Federal.

Resulta que Alemania tenía depositadas en la Reserva Federal de los Estados Unidos una 300 toneladas de oro, pero cuando, en enero de 2013, quiso repatriar sus reservas, sólo consiguió que Estados Unidos, después de 18 meses, llegara a devolverle sólo 5 toneladas. Otro tanto pasó con el Banco de Francia en París, donde Alemania tiene (¿tiene?) depositadas 374 toneladas. Al día de hoy sólo consiguió recuperar 32. Paul Craig Roberts, ex-subsecretario del Tesoro de los EEUU, declara al respecto: «Estados Unidos no tiene el oro y no puede suministrarlo, por eso ha obligado a Alemania a ponerse de acuerdo con eso, y dejar de pedir por su oro, ya que no puede entregárselo. Ellos (EE.UU.) han ordenado a su estado títere (Alemania) que se calle y emita una declaración diferente».

Los movimientos en el tablero

Los enlaces que hemos listado y otras informaciones de último momento no muestran sólo una determinación general de los anglozionistas de actuar a la ofensiva sino además toda una serie de movimientos que van configurando cambios en el tablero geopolítico.

Recapitulando movimientos:

En todo el mundo:

-definición de Rusia como el principal enemigo en este momento, enemigo de carácter «estratégico» según las palabras de Vershbow, nº 2 de la OTAN, por lo que todo el despliegue de aquí en adelante estará guiado en función de esta definición, priorizando la confrontación con Rusia.

-reafirmación de la declaración de la OTAN como alianza militar universal, dispuesta explícitamente a intervenir en todo el mundo, y no sólo en el Atlántico (en realidad esto ya se viene haciendo, siendo Afganistán su principal misión de combate actualmente).

-creación de fuerzas de despliegue rápido para operar en tierra, mar o aire, en cualquier lugar del planeta. Una de ellas será creada por siete países de la OTAN (Reino Unido, Dinamarca, Letonia, Estonia, Lituania, Noruega y Países Bajos, y probablemente Canadá, que manifestó su voluntad de incorporarse), bajo la conducción del Reino Unido y que estará compuesta en principio por 10.000 hombres; y la otra fue anunciada posteriormente y será de la OTAN como tal, compuesta en principio por 4.000 hombres. Su fin actual más urgente sería dar respuesta a lo que ellos dicen que es la agresión rusa.

-recomposición de la capacidad de acción conjunta en la ciberguerra, luego de las desconfianzas que se produjeron como resultado de las filtraciones del espionaje de los Estados Unidos a sus socios.

-aumento de los presupuestos militares de la mayoría de los países.

En Europa

-multiplicación de destacamentos y número de tropas, y de ejercicios militares multinacionales conducidos por la OTAN en los países socios o miembros de la OTAN colindantes con Rusia, de tal manera de mantener el entrenamiento y la interoperabilidad de las fuerzas de distintos países en el marco del Comando Conjunto, y de generar una situación parecida a la que ocurre en la península coreana, donde son rutinarios los ejercicios yanquis y de Corea del Sur y otras potencias anglozionistas como Australia, haciendo rutinario su posicionamiento ofensivo.

-aumento de la militarización de todos los países de la OTAN o socios de la OTAN en las fronteras con Rusia, especialmente Ucrania, y los países bálticos como cabeza de playa desde el norte contra Rusia, por su cercanía con San Petersburgo y Moscú, y por actuar de tapones en el Báltico para la flota rusa, y por su pontencialidad para encerrar, junto con Ucrania, a Bielorrusia, que es el país que está más expuesto en caso de guerra y es, al mismo tiempo, un país de los que más mantuvo su integridad socialista luego de la desintegración de la URSS.

-continuidad y profundización de la instalación de bases de misiles en la frontera con Rusia.

-aumento de los despliegues marítimos en el Mar Báltico.

-avance en el status a socios de los países candidatos que pretenden ser miembros plenos de la OTAN: como Ucrania, Moldavia, Georgia y Finlandia.

-aumento del compromiso con Ucrania, en adiestramiento de su fuerzas armadas y provisión de armamento, por ahora.

En el Mar Negro:

-saturación del Mar Negro con la presencia permanente de un numeroso destacamento de fuerzas navales.

En Afganistán:

-disminución de la cantidad de tropas de la OTAN en el país y reformulación de la forma en que se da la relación con ese Estado vasallo.

Algunos hechos sugerentes

Enumero:

-Petrolero ‘fantasma’ kurdo con importante carga de crudo reaparece cerca de Texas (Russia Today; 02 de Septiembre, con información de «The Maritime Execute»). Este petrolero está lleno de petróleo kurdo cargado por el Estado Islámico (que ya ha vendido su petróleo a Israel). Oh casualidad, este petrolero aparece en Texas, base territorial del clan Bush, clan eje de varias conspiraciones del «Estado Profundo» de los Estados Unidos (en Texas asesinaron a Kennedy; de la base Dyess, en Texas, el año pasado se robaron armas nucleares, etc., etc.). El petrolero es reclamado por el gobierno de Irak, que reclama la propiedad de todo el petróleo que es extraído de suelo iraquí.

-Secuestro de una docena de aviones libios por islamistas genera temor a otro 11-S (Russia Today; 03 de Septiembre, sobre la base de información aparecida en The Washington Free Beacon, que es una publicación online de perfil neocon).

-Decreto de Obama, ¿un corredor hacia Nuevo México para el Estado Islámico? (Russia Today; 03 de Septiembre, con información de Infowars). El decreto establece que Desert Peaks es declarada como zona protegida, lo que impide el control policial en ese territorio.

-Informe preliminar sobre la catástrofe del MH17 se publicará en una semana (Russia Today; 03 de Septiembre, con información de «The Economist Times»). Nótese que será el 9 de Septiembre, en vísperas de la simbólica fecha del 11 de Septiembre. Es muy probable que, habiendo manipulado y adulterado la información, los británicos que se hicieron cargo de investigar las cajas negras del MH17 emitan un veredicto falso, en sintonía con el fin por el que los anglozionistas derribaron ese avión como operación de falsa bandera. El veredicto supongo que dirá que el avión lo derribó Rusia. ¿Qué sucederá el 11 de septiembre?

Estos hechos no hacen más que ilustrar la inestabilidad que hoy está adquiriendo la situación internacional, con las orgánicas imperialistas de mayor magnitud encaminadas en una escalada bélica mundial, y con muchas bandas y conspiraciones con un importante poder militar. Si en los Estados Unidos, al calor de la crisis de superproducción en curso, la guerra entre las diferentes facciones se hace más encarnizada, esto tendrá su correlato en las fuerzas armadas, lo que puede desencadenar, eventualmente, un proceso de pretorianización.

¿Cuáles serán los planes que pretenden ejecutar, en todos los planos, los genocidas imperialistas?

Voces de alarma

En relación con la actual situación varias son las voces de alarma que se levantan en este momento: además de Fidel Castro, que el 1º de Septiembre publicó su última reflexión con el título «triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre», como otros ejemplos se pueden citar las declaraciones de Lech Walesa: «Si la Unión Europea armase a Ucrania, provocaría una guerra nuclear» (Russia Today; 03 de Septiembre); y de espías veteranos de EE.UU., que escribieron una carta a Merkel, advirtiéndole que «Washington y la OTAN le engañan sobre Ucrania». (Russia Today; 02 de Septiembre) (enlace a la carta completa, en Consortiumnews).

La tendencia a confiar en que la perspectiva de que la disuasión de las armas nucleares funcione como inhibidora de una guerra nuclear es relativamente razonable. Es razonable suponer que ante la perspectiva de la Destrucción Mutua Asegurada en algún momento los imperialistas se inhiban de apretar el botón de la muerte. No obstante, siempre será más responsable alarmarse y actuar para intentar evitar el desastre, que quedarse tranquilo suponiendo que no hay posibilidades de que ocurra, porque eso tampoco es cierto: hay posibilidades ciertas de que pueda ocurrir el desastre, y una vez ocurrido no habrá vuelta atrás y la situación será irreversible.

Las personas alarmadas a las que he citado no son improvisados políticos sino personalidades que, más allá del diferente campo ideológico en el que se encuentran, tienen experiencia, prestigio y lucidez. De Fidel Castro huelgan las palabras. Sin caer en el culto a la personalidad, entiendo que alguna experiencia tiene como para ponderar con justicia la gravedad de la situación…

La respuesta de Rusia

Por lo pronto Rusia ha acordado con Poroshenko un plan de paz que propone un alto el fuego. Los imperialistas y sus títeres sólo aceptan planes de paz cuando son derrotados y ven la perspectiva de serlo. Es decir que en esta guerra han vencido claramente los federalistas pro-rusos. No sólo se deduce de la «accesibilidad» actual de Poroshenko, que no es casual, sino de lo que sucedió en el campo de batalla, donde el ejército de los golpistas ha sufrido una derrota absolutamente catastrófica y humillante. Pero esto no significará el fin de la guerra sino una tregua en la situación -la dirección estratégica de la OTAN contra Rusia ya está definida, y eso no va a cambiar- (si se desea obtener información se puede consultar este blog) de actual confrontación.

De todas maneras, no hay que menospreciar en absoluto el impacto que tienen sobre la moral de los anglozionistas sus derrotas en Ucrania y en Palestina. Todo lo contrario: esto impactará muy fuerte en las mentes de los combatientes imperialistas y mercenarios, destruyendo aún más su voluntad de lucha. El impacto de estas victorias es decisivo para el renacer de la esperanza en la posibilidad de un cambio hacia un mundo diferente. Una vez más, como sucediera con la derrota del nazismo en la Segunda Guerra Mundial, es la lucha de los pueblos el poder, el soberano, y como hace 70 años atrás, es Rusia y la tradición soviética, alentando desde el fondo de la Historia, la que pone límites a los descerebrados con poder, la que demuestra hacia dónde va el movimiento histórico, y jamás los reaccionarios han podido detenerlo.

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