Voy a hablar en detalle de la farmacia popular. Pero antes, les pido permiso para dar un debate más amplio, al cual nuestro país no está acostumbrado, porque lo han impedido durante muchos años.
Lo que hemos hecho en Recoleta es algo mucho más profundo, y a la vez más abstracto.
Acerca de la concepción del Estado
Me refiero a la concepción del Estado que tenemos en Recoleta, respecto de la cual hemos trabajado para hacer no sólo la farmacia, sino todas las experiencias que les voy a comentar.
Hay una definición que está en la fraseología oficialista de todos los días acerca del Estado: el Estado es el ente director de la sociedad que aspira al bien común.
Lo escuchamos todos los días, y discutimos acerca de si lo hace bien o lo hace mal. En ese contexto, ustedes han escuchado miles de veces una frasecita que voy a repetir para discutirla: las municipalidades son el lugar de mayor cercanía entre el Estado y la ciudadanía, porque es donde mejor se pueden resolver los problemas de la gente.
Eso es completamente falso.
Los comunistas pensamos que el Estado es un instrumento de dominación de clases, que no busca el bien común, que asegura la desigual distribución de los beneficios del modo de producción entre la clase dominada y la clase dominante, y que en este contexto, las municipalidades son la última frontera de contención social para blindar al Estado.
Mire lo que le voy a decir:
La gente viene donde el alcalde a reclamarle por mejor salud, y los alcaldes no definen las políticas de salud ni el per cápita de salud; la gente viene al alcalde a reclamarle por mejor educación, y nosotros no definimos las política educacional, ni tampoco el voucher; la gente viene al alcalde a reclamar por mayor seguridad ciudadana, y los alcaldes no tenemos ninguna atribución para actuar en seguridad ciudadana, porque la seguridad depende del ministerio del Interior.
Entonces, pareciera quer la municipalidad es un espejismo, donde se supone que debiéramos resolver lo que no podemos resolver.
Les voy a hacer cuatro preguntas que los van a hacer reflexionar sobre cual de las dos definiciones del Estado les hace más sentido, si la definición de la fraseología oficial que acabo de describir, o aquella que concebimos los comunistas, de que el Estado es un instrument para la dominación de clases.
Cuál de las dos definiciones explica mejor ésto:
La comuna de Zapallar tiene dos millones de pesos por habitante al año, para invertir o gastar en sus habitantes. Esto es un ejercicio muy simple, y lo puede hacer cualquiera de ustedes en la casa, y en ese sentido, les pido que no me crean: entren a la página de la municipalidad, y allí vayan a la página de transparencia; luego, tomen el presupuesto municipal anual y lo dividen por el número de habitantes, y eso les va a dar el gasto anual per cápita.
En Zapallar, son dos millones y un poco más; Las Condes tiene un gasto anual per cápita de 1,3 millones; Providencia tiene 950 mil pesos por habitante al año; Santiago tiene 650 mil pesos por habitante al año; la comuna de Huechuraba tiene 360 mil pesos por habitante al año; Independencia, al lado mío, tiene 296 mil pesos por habitante al año; Recoleta tiene 138 mil pesos por habitante al año; la comuna de Copiapó, de mi colega al lado, tiene cerca de 120 mil pesos por habitante al año, y como si esto fuera poco, mi colega de Tierra Amarilla tiene sólo 67 mil pesos por habitante al año.
Estos son datos duros, no estoy mintiendo. Entonces…¿ustedes creen que somos todos iguales ante la ley? ¿Cómo puel alguien pensar que un ciudadano de Tierra Amarilla vale menos de un cinco por ciento de lo que vale un ciudadano de Las Condes?
Estos son los desafíos que tenemos las municipalidades; estos son los desafíos por los cuales necesitamos senadores conscientes, para cuando se discuta la Ley de Rentas Municipales 3.
Les voy a hacer otra pregunta, porque esto acaba de demostrales, creo yo, que el Estado funciona más como un instrumento de dominación de clases que como el ente director de una sociedad que busca el bien común. Analicemos las dotaciones de Carabineros, que las definen el ministerio del Interior y Carabineros. ¿Por qué Las Condes tendrá mayor dotación de Carabineros que la comuna de Recoleta y las comunas de Copiapó y Tierra Amarilla, si en las tres comunas hay mucha más población vulnerable que en Las Condes? ¿Será acaso porque el Estado como instrumento de dominación de clases tiene a sus fuerzas de seguridad orientadas a la defensa de la propiedad privada y no a la gente vulnerable?
Entonces, donde hay más propiedad privada, hay más carabineros; más vehículos de carabineros, más cuarteles móviles de carabineros, y hay muchos más recursos para carabineros. Parece que nos están cagando, la verdad…y se los digo en buena porque efectivamente siempre creemos que el Estado funciona como el ente que busca el bien común, pero cuando empezamos a analizar esto, nos sorprendemos.
Otro ejemplo: se supone que en cada institución, el cargo de mayor importancia es el que debiera tener el sueldo más elevado. En las municipalidades, el sueldo más elevado es el del alcalde. ¿Cuál creen ustedes que es el funcionario público de mayor sueldo?. Todos pensaríamos legítimamente que el Presidente de la República es el funcionario público mejor pagado del país; cae de cajón. Pero no es así. Sepan ustedes que el Conservador de Bienes Raíces, que es un funcionario público, gana más de quince veces lo que la Presidenta, ¿y saben usted por qué?.
Por que lleva el registro de la propiedad, pues; la propiedad de la clase dominante; ahí están registradas todas las propiedades, y esas son las que se reproducen. Es sorprendente. Podría dar cientos de ejemplos como estos, que demuestran que el Esato es una cosa distinta, y que como instrumentoi de dominación de clase, es impermeable a las presiones y a las necesidades sociales y políticas de la ciudadanía.
Esta es la conclusión.
Cuando discuto con mis compañeros de izquierda acerca de qué hizo la dictadura ¿fortaleció o debilitó al Estado? muchos repiten que la dictadura debilitó el Estado. No, pues. Si hubiera debilitado el instrumento de dominación de clases, deberíamos haberla aplaudido. Lo fortaleció haciéndolo impermeable a las necesidades sociales y políticas de todos ustedes.
Y aquí parte mi exposición.
Escuche al alcalde Daniel Jadue
Un Municipio permeable a las necesidades de la gente
Qué hicimos en Recoleta cuando llegamos. Nos abocamos a construir un Estado que transitara desde un instrumento de dominación de clases hasta este ente director de la sociedad que fuera efectivamente, absoluta y totalmente permeable a las necesidades y las presiones de la ciudadanía. Entonces, le dijimos a los ciudadanos de Recoleta: señores, de aquí en adelante, ustedes son el Estado. Por eso llegamos a la farmacia popular, pero les quiero dar otros ejemplos para que entiendan que esto es algo mucho más amplio.
Llegaron los jóvenes, y nos dijeron:
Alcalde, ¿sabe qué? todos nos dicen que quieren que salgamos de la calle, que salgamos de la droga y el alcoholismo, que nos alejemos de la delincuencia, pero vaya usted a una junta de vecinos o club de adulto que tengan sede, y pídanle que nos presten una sala para hacer una fiesta, una tocata o para hacer un preuniversitario popular; ¡tapa!; entonces, nos vamos a la casa y los papás nos echan,, porque si metemos ruido en la casa, se pelean con los vecinos; ¿y dónde terminamos?…en la calle.
En suma, necesitaban infraestructura. Pero ¿cómo construimos infraestructura en una comuna que tiene un gasto per cápita de 138 mil pesos al año?. Nos empezamos a quebrar la cabeza, hasta que vimos la luz; roja, por cierto.
Y les dijimos:
¿Saben qué?, ustedes son la ciudadanía, y por consiguiente, el Estado; y el Estado tiene una infraestructura disponible: tenemos 19 colegios municipales en Recoleta. Los colegios municipales se ocupan hasta las cuatro de la tarde, y luego quedan vacíos; entonces, diseñamos el programa Escuela Abierta, y dejamos abiertos los colegios hasta las diez de la noche, y desde entonces los puede ocupar toda la comunidad, para lo que quiera, sin límites.
Tuvimos que salir a convencer a los directores de los colegios, quienes nos decían:
Está loco, alcalde; nos van a quebrar los vidrios, a desordenar las salas y rayar las paredes.
Diseñamos el programa Escuela Abierta, y nos pusimos como meta que los ocuparan cinco mil personas al año. Hoy ocupan más de 65 mil personas personas los colegios, todos los días hasta las diez de la noche, y el sábado y dominfo entre las nueve de la mañana y las diez de la noche, en un programa que nos dotó de 19 centros de desarrollo social y cultural sin invertir un peso en infraestructura.
¿Y por qué?
Porque le dijimos a la ciudadanía:
Ustedes son el Estado, no nosotros; hagan lo que quieran con la infraestructura.
¿Saben que llevamos cuatro años sin que nos hayan roto un solo vidrio o rayado una sola muralla?.
Cuando los cabros desordenan una sala para tocar música, o para bailar, o para hacer lo que quieran, a las ocho de la mañana la sala está impecable y limpia.
Pero no sólo eso.
Ustedes han visto los problemas que tienen algunos alcaldes con las tomas de los colegios, o que les destruyen los colegios, ¿no?
Nosotros dijimos, no vamos a tener directores de colegios, vamos a tener directorios colegiados., y al director le exigimos que eligiera dos representantes de los profesores, dos representantes de los alumnos, dos representantes de los padres y apoderados, dos representantes de los asistentes de la educación, dos representantes de la pre básica, y que ellos conformen un directorio horizontal que defina proyecto educativo, manual de convivencia, sanciones; o sea, que decidan todo.
¿Saben qué?
En cinco años que llevamos en Recoleta, hemos aumentado la matrícula de la educación municipal en un cincuenta por ciento, y encima, no hemos tenido nunca un paro.
Este programa sale como 220 millones de pesos al año, pero si ustedes me preguntan, ¿vale 220 millones de pesos al año la utilización de los colegios por más de 65 mil personas en cerca de doscientos talleres y actividades distintas?, sí, los vale; ¿vale 220 pesos al año la mejora en la seguridad ciudadana y la consiguiente reducción de los índices de delincuencia?, sí, lo vale; ¿vale 220 millones de pesos al año haber aumentado más de un cincuenta por ciento la matrícula de la educación, sí, los vale.
Eso es participación. Vamos ahora a la salud.
Escuche al alcalde Daniel Jadue
El caso de la farmacia popular
En salud, los adultos mayores, nuestros viejos, nos dijeron:
Alcalde, tenemos tres problemas esenciales; primero, estamos chatos de ir a las seis y media de la mañana al consultorio para hacer cola, levantarnos a las seis para irnos caminando, salir de la casa todavía oscuro, arriesgando que nos asalten, y más encima, algunos días no conseguimos número, y tenemos que volver al otro día, o no hay remedios; estamos aburridos.
Dijimos, ustedes son la ciudadanía, ustedes son el Estado, y empezamos a quebrarnos la cabeza para ver cómo resolvíamos eso.
Entonces, hicimos lo siguiente: nos pusimos a atender todos los problemas de salud primaria no invasiva en las juntas de vecinos. Tomamos 24 juntas de vecinos y las dotamos con dos boxes de atención, contratamos en vez de once médicos, cuarenta y destinamos equipos médicos móviles que se instalan en las juntas de vecinos todos los días a las ocho de la mañana, y atienden de ocho a diez la demanda espontánea; de diez a doce la atención programada de los crónicos y de doce a dos se movilizan a las casas del barrio, para atender a los postrados.
Hoy el 70 por ciento de los adultos mayores de Recoleta se atiende a no más de cuatro cuadras de su casa, y no se tienen que levantar temprano, no tienen que hacer cola, y los esperan con un cafecito. Quién organiza la atención a la demanda son las propias juntas de vecinos y los centros de adultos mayores, mientras nosostros nos encargamos de la oferta de atención primaria de salud.
Los médicos nos decían al principio:
No, alcalde, cómo nos va a llevar a atender, si ahí no hay condiciones de dignidad para atender.
Y yo les dije:
¿Dignidad para quién? ¿para ustedes, que les gusta atender cómodos, o para la gente, que puede levantarse a las ocho de la mañana para estar a las ocho y media en el consultorio, al lado de su casa, sin riesgo de que la asalten?
Hoy el programa funciona de maravilla; ¿y saben qué?: hoy los programas Escuela Abierta y Salud en tu Barrio se están elevando al nivel de políticas nacionales en ambos ministerios, pero sigamos: aumentamos la canasta GES en un 70 por ciento, pero nos quedaban una serie de remedios, y he ahí el detalle, que no están en la canasta GES, e hicimos la farmacia popular.
Pero además de hacer la farmacia popular, le pusimos una sala de fraccionamiento, como tienen los hospitales, porque sepan ustedes que en los hospitales los enfermos no están obligados a comprar la caja completa de remedios. Si usted necesita tres pastillas, cortan tres pastillas de la tira y le suministran tres pastillas y el resto lo guardan.
La caja de remedios en nuestro país parece que fuera de oro.
Ustedes no lo saben, pero es de oro, porque miren lo que nos pasó: hicimos la farmacia popular y el artrilab, en la farmacia del barrio o de las cadenas, sale 46 mil pesos; la conseguimos en el laboratorio a 32 mil pesos para la farmacia popular de Recoleta; pero cuando lo compramos en el formato clínico, que son las puras tiras, sin la caja, pudimos ofrecer el artrilab a 1.680 pesos, en la farmacia popular de Recoleta. Claro, en formato clínico. No vendemos la caja, que igual hay que botar, por más que sea de oro, porque la pura caja sale como a 36 o 39 lucas. Pero si te vendemos la tira de pastillas, el ahorro puede llegar al 97% del valor del mercado.
Podemos asistir a los dos colegas aquí presentes, para que hagan su farmacia popular con sala de fraccionamiento, pero además se pueden incorporar a la Asociación Chilena de Farmacias Populares, una asociación de municipios que nosotros creamos, y me toca presidir, donde están hoy 65 municipios que tienen farmacias populares.
Esos 65 municipios estamos comprando juntos a través de esta asociación, y nosotros somos el poder de compra.
Hay que pagar una cuota: cien pesos por habitante al año, con un tope de 13 millones, para pagar el dispositivo logístico, que nosotros los santiaguinos no lo ocupamos; esto lo ocupan ustedes en regiones. Esto está basado en la solidaridad, porque firmamos un convenio con Cenabast, para que a través del dispositivo logístico de Cenabast los medicamentos puedan llegar de Arica a Punta Arenas en menos de cuatro días. Pero además, la Asociación Chilena de Farmacias Populares permite que todas las farmacias de la asociación atiendan a los usuarios de cualquiera de las comunas. Es decir, si alguien de Copiapó va de veraneo a Santiago, puede ir a comprar los medicamentos a la farmacia de Recoleta, porque estará protegido por este convenio de cooperación entre los municipios.
Es más, les voy a contar otra cosa. La Asociación Chilena de Farmacias Populares está importando pañales para adultos y las farmacias que son parte del convenio van a poder vender los pañales para adultos en 218 pesos; y vamos a patentar remedios con nuestra marca, porque empezaremos a importar, y vamos a tener la posibilidad de almacenar y distribuir centralmente; es decir, ¿qué acabamos de hacer?, una central nacional de abastecimiento municipal, para comprar todo lo que no le compramos a Cenabast. No podemos competir con los valores de Cenabast, pero con los valores que compramos a los laboratorios, que son los que nos igualan los precios, podemos competir y los vamos a presionar para que sigan bajando los precios, mucho más.
Pero sigamos adelante. Los jóvenes nos dijeron:
Alcalde, queremos trabajar y no tenemos cómo.
Entonces, nos empezamos a quebrar la cabeza para ver como ayudar a los jóvenes, y vean: todos los jóvenes de los cuartos medios de los colegios municipales de Recoleta reciben un curso gratuito para conducir del Automóvil Club de Chile, que lo paga el municipio, y le damos la licencia clase B, y hoy los jóvenes salen de secundaria con la licencia de clase B en el bolsillo. No sólo los jóvenes, también los adultos y adultos mayores que entrar a los colegios municipales de Recoleta para nivelar estudios.
Esto es pensar que el Estado debe dejar de ser un instrumento de dominación de clases y asumir que el Estado son ustedes. Y nosostros, los alcaldes, tenemos que aprender a mandar obedeciendo, y por eso tenemos subvenciones universales, lo que significa que todas las organizaciones sociales de la comuna reciben la misma cantidad de recursos al año sin tener que concursar y sin tener que depender de la arbitrariedad, que es lo que hace la derecha, clientelizar: si votas por mí te doy, y si no, no te doy; si eres amigo, te doy; si no, no te doy.
Entonces qué sucede: todos terminan de amigos del alcalde, porque si quieren conseguir cosas para su organización, tienen que subordinarse al alcalde.
Nosotros en Recoleta decimos no, nadie tiene que subordinarse a ningún alcalde; ustedes son los dueños de la plata, ustedes son el Estado, y por lo tanto, nosostros estamos aquí como los primeros trabajadores de la comuna para administrar las platas del Estado para ustedes.
Les voy a decir otra cosa, que para mí es un orgullo: Recoleta se transformó en el municipio más transparente de Chile, medido por el Consejo de la Transparencia, y ya no pagamos horas extras que no se trabajan, y además, este discurso del alcalde lo han tenido que aprender todos los funcionarios. Yo les digo a los funcionarios_
Acuérdate que trabajas en el instrumento de dominación de clases, nunca lo olvides, porque cuando lo olvides, vas a empezar a tomar café en tu escritorio y vas a empezar a comer en horas de trabajo en tu escritorio, mientras un abuelo angustiado te viene a pedir que le resuelvas un problema, y le vas a decir, vuelva mañana.
Cuando los funcionarios públicos se hacen conscientes de que están el instrumento de dominación de clases, y asumen el compromiso de transformarlo efectivamente en el ente de la sociedad que trabaja para el bien común, y en eso tienen un alcalde idiota que se los repite todos los días, aprenden a atender mejor a la gente, y eso es lo que pasa cuando usted tiene gobiernos de izquierda, de esos gobiernos que, ustedes se van a reir, pero si entran a mi oficina, verán una fuente grande, llena de guaguitas de sustancia, de colores amarillos, blancos y rosados, y yo le digo a la gente:
¿Ven? a ustedes los convencioeron que los comunistas nos comíamos a las guaguas, pero estas son las guaguitas que nos comemos. Y yo les doy guaguitas para que coman, para que pierdan el miedo y se den cuenta que no es tan malo comer guaguitas si podemos hacer un gobierno desde los comunistas come guaguas para toda la gente y para que todos vivan mejor.
Y por eso el lema de nuestra comuna es vivir mejor es posible.
Nosotros podemos hacer muchas más cosas, siempre y cuando ustedes perdan el temor a tener gobiernos de izquierda, que estén comprometidos con ustedes y se deshagan de todos los traumas de la dictadura, que los convencieron de que los que los favorecen a ustedes, son los que les roban, los que los cagan, los que los engañan y los que se coluden.
Nunca nos imaginamos en este país que los que nos vendían papel confort para limpiarnos el poto, nos estaba cagando, pero era así.
Entonces, les digo: tenemos mucho por cambiar, pero la responsabilidad es de ustedes, porque son ustedes los que eligen a sus autoridades, y yo por eso saludo tanto la posibilidad de que aquí en Copiapó y en Tierra Amarilla empecemos a liberar territorios para tener un Estado que en vez de ser un instrumeto de clase, sea efectivamente el ente director de la sociedad que aspira al bien común y que trabaje para ello.
Muchas gracias.
Escuche al alcalde Daniel Jadue
(*) Exposición del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, ofrecida el viernes 29 de septiembre, el salón de actos Alicanto, de la Municipalidad de Copiapó.
https://youtu.be/tRZaFTNYuWQ
Lo único que no entiendo es que diga que la derecha trabaja con el clientelismo….. cuando tenemos un gobierno de izquierda que partió con el hijo de la presidenta apitutado como «primer damo» ….de ahí para adelante la cosa se degenero hasta el hartazgo……