El abogado experto en Derecho Internacional señala que el fallo es un revés para Chile, que la Corte no tenía atribuciones para resolver en equidad y que puede usar ese mismo criterio en la demanda boliviana. Y dice que aquí hay una responsabilidad histórica de la Cancillería, donde se debió encender una luz roja: “Protesta diplomática formal en el 2000 y la demanda en 2008. ¡Hubo 8 años para reaccionar! Primera reacción obvia: haberse salido del Pacto de Bogotá. Fue una inercia gubernamental y diplomática de pesadilla. Se quedaron allí esperando como la serpiente que hechiza antes de envenenar”.
En Perú reina el triunfalismo. “Hemos obtenido más del 70% de la demanda que planteamos”, afirmó Ollanta Humala en su mensaje televisado luego de la lectura de la sentencia de la demanda contra Chile presentada ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que le concedió a Perú 50 mil km² de territorio marítimo. Sin embargo, al sur de la frontera, el fallo no ha sido fácil de interpretar. “¿Ganamos o perdimos?”, preguntaban los periodistas al canciller Moreno.
Para el ex miembro de la Corte de Arbitraje Internacional de La Haya y reconocido experto en relaciones internacionales, Hugo Llanos Mansilla, la Corte se equivocó.
-¿Qué le pareció la sentencia de la Corte Internacional?
-Es satisfactoria a medias. No completamente. Lo que ocurre es que obtuvimos dos logros muy importantes para Chile. Primero, la mantención del paralelo aunque lo acortaron. Y lo más importante, la mantención del Hito N° 1, ya que si Perú plantea algún problema limítrofe está el antecedente que muestra que el límite marítimo sale donde se inicia el límite terrestre. Además, no se afectó la pesca artesanal. La pesca artesanal más allá de las 80 millas es poco frecuente, por lo que efectivamente la pesca quedó resguardada. Esos son logros. Pero fue una gran pérdida también. Perú no tenía nada y ahora tiene el triángulo externo más los 20 mil km de Chile.
-¿Por qué Perú considera una ganancia 50 mil km² si La Haya sólo se pronunció sobre los cerca de 20 mil km² de Zona Económica Exclusiva chilena?
-Lo que pasa es que ellos suman los 19.312 km² que pertenecían a Chile y además, suman 28.696 km² de triángulo externo. Lo que ocurre es que el límite que había, el paralelo de 200 millas que partía desde el Hito N° 1, impedía a Perú completar sus propias 200 millas. Entonces, ahora, con este quiebre en el paralelo, las 200 millas quedan incrustadas en el triángulo externo que pedía Perú.
-¿Por qué el presidente peruano habla de ejercer “plena soberanía”?
-Humala repitió dos veces “derecho soberano”; ese espacio, según el derecho, establece soberanía y jurisdicción, ya que es la característica del mar territorial, pero en la memoria Perú afirma que, para los efectos prácticos, sólo adoptaran las atribuciones de la Zona Económica Exclusiva que acepta la libre navegación y sobrevuelo. Es probable que Perú no ratifique entonces la Convención del Mar, porque eso no les permitiría hablar de soberanía en esa área, sino hasta las 12 millas.
-¿Qué opina sobre el principio de equidad aplicado por la Corte? ¿Es “justo” argüir equidad en un juicio sobre límites convenidos?
-Yo sabía que la equidad jugaría un rol fundamental en este caso. En el nuevo Derecho del Mar, si hoy quisiéramos delimitar una frontera desde cero, Perú tendría la razón. Se establece una línea media o equidistante, salvo cuando existe acuerdo previo. Pero la Corte pasó sobre todos los acuerdos para dar espacio a la equidad. La equidad está contra textos expresos en los estatutos de la CIJ. Es más, sólo se aplica el principio de equidad cuando existe un silencio en la ley o cuando la ley se remite a la equidad, pero no puede aplicarlos el juez si no tiene facultades expresas de las partes. Perú le dio estas facultades, pero Chile no. Yo fui 9 años integrante de la Corte (de Arbitraje Internacional de La Haya) y jamás se me hubiese ocurrido pasar sobre una ley expresa, porque las partes no me habrían dado la facultad. Perú insistió y argumentó este punto, pero Chile no cedió y no aceptó dar esta facultad. Entonces, no había acuerdo. La Corte se tomó esa facultad. Por eso digo que no es un fallo para saltar de alegría. Perú no tenía nada y ahora tiene todo. Fue justo hasta la milla 80, pero injusto porque nos amputó las 200 millas.
-¿A quién atribuir este revés para Chile?
-La responsabilidad es de la Cancillería. El Memorándum Bákula fue en 1986 y eso debió encender una luz roja en esa cartera. Luego, protesta diplomática formal en el 2000 y la demanda en 2008. ¡Hubo 8 años para reaccionar! Primera reacción obvia: haberse salido del Pacto de Bogotá. Fue una inercia gubernamental y diplomática de pesadilla. Se quedaron allí esperando como la serpiente que hechiza antes de envenenar: inmóvil.
-Pero que nunca mordió. ¿Llegó la hora de morder y dejar de hechizar?
-Ahora no queda más que reaccionar con calma. Avizoro problemas para adecuar las legislaciones, cartografías, cartas de navegación. Será un proceso muy lento. Pero no existe un plazo establecido por la Corte. Aunque no puede ser excesivo, porque Perú ha expresado que desea aplicación inmediata, si nos demoramos mucho, podría argüir que nosotros postergamos la ejecución. Y en ese caso nos llevan al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
-Con este fallo, ¿quedaron solucionados todos los temas limítrofes con Perú o podría plantear otra demanda contra Chile?
-Desgraciadamente, no. Humala vuelve a insistir en que esto define sólo el límite marítimo. Pero yo creo que no va a seguir más adelante, porque es un área que quedó con costa seca. No debiera haber otra demanda de Perú. Además, a Perú no le conviene iniciar otro diferendo cuando se le abre una gran puerta al Asia Pacífico. Mientras existan intereses comunes importantes, no habrá peleas ni disputas. Pero, si Perú decide avanzar con una demanda sobre el triángulo terrestre de 3.7 hectáreas, deberá pedir mediación del presidente de Estados Unidos.
-¿Qué opina sobre la política de las “cuerdas separadas” aplicada en nuestra relación con Perú?
-Ok, pero ¿era necesario condecorar al que nos demandó? No, pues. Esto fue meramente comercial. Aquí se privilegiaron los negocios. Fueron “cuerdas separadas” para proteger las inversiones chilenas allá. Y no tener problemas comerciales. A lo mejor fue exitoso, nos evitamos tener tensiones con Perú desde el 2008 hasta hoy.
-Pero, si no ocupamos nuestras Fuerzas Armadas para disuadir, ni el comercio para presionar, da la sensación de que a Chile no le importó ser demandado, ¿no?
-Claro. El tema es que los políticos se olvidan que ese mar está frente a la tierra conquistada con tanto sacrificio en una guerra. Las fuerzas armadas están molestas porque a los civiles les da lo mismo perder territorio que ellos deben defender. Por eso somos dueños de Arica. Esto es como disponer del dinero ajeno. Pero, bueno, aquí les da lo mismo. Pero si este ese es el precio de la paz y del fin del reclamo definitivo, hay que aceptar. El problema es que no hay nada que asegure que no tendremos más problemas con Perú. La canciller peruana no quiso firmar un documento asegurando eso.
El 23 de marzo de 2011 el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció la decisión de recurrir al Tribunal Internacional de La Haya para “obligar” a Chile a negociar un acceso soberano al mar para –según los argumentos bolivianos– poner fin a más de 130 años de “enclaustramiento geográfico” luego de la guerra de 1879.
El 24 de abril de 2013, Bolivia introdujo una instancia en la Corte Internacional de Justicia contra nuestro país sobre el diferendo relativo a “la obligación de Chile a negociar de buena fe y de manera efectiva con Bolivia en vista a lograr un acuerdo que asegure a esta última un acceso plenamente soberano al Océano Pacífico”, y se envió una copia a Chile. Ese mismo día, Bolivia informó a la CIJ la designación de Eduardo Rodríguez Veltzé como agente boliviano para el caso; y, el 7 de mayo, Sebastián Piñera designó a Felipe Bulnes como agente chileno.
-¿Cómo se relaciona esta sentencia de La Haya con la demanda presentada por Bolivia contra Chile?
-Perú no sólo le dio un portazo a Chile con esta demanda, sino también le dio uno a Bolivia. Perú jamás va a negociar un acceso al mar para Bolivia.
-¿Es una amenaza para Chile esta demanda boliviana?
-Hay cinco negociaciones que Chile ha ofrecido a Bolivia y no han aceptado ninguna. Por eso Bolivia quiere obligar a Chile a negociar, porque si La Haya dice “voy a aplicar la equidad”… estamos fritos. El Tratado de 1904, le prohíbe a Bolivia acceder al mar, pero el Tratado de 1954 dice que “el paralelo será la frontera marítima” y los jueces pasaron por alto eso para favorecer el principio de equidad. Entonces, con esta Corte, a menos que cambien a los jueces, pueden aplicar la equidad a todo. Y la Corte ya aceptó la demanda de Bolivia contra Chile.
-¿Sería “equitativo” dar salida al mar a Bolivia?
-Claro que sí. Pero en desmedro de Chile. Eso lo puede hacer la Corte, pero tendría que pasar sobre el texto, tal como lo hizo en esta oportunidad. Y no sería sorpresivo que lo hiciese otra vez. Si aplica el concepto de “nación más débil” también es equidad. ¿Sería “justo” darle salida a la nación más débil? ¡Claro! Pero, ¿y es “justo” para Chile? Podrían argüir que nosotros tenemos casi 4.500 kilómetros de costa y Bolivia no tiene nada; no afecta el crecimiento de Chile, entonces, sería “equitativo” darle un pedazo.
-Pero eso afecta la intangibilidad de los Tratados.
-Claro que sí. Podrían todos los Tratados estar en tela de juicio. Así que lo que pasa es que a la gente le gusta el poder y en la Corte es lo mismo. Quieren que todo sea resuelto por la Corte y que los países presenten casos al Tribunal. Por ejemplo, para alegar incompetencia, la Corte dice que en el fallo ella misma resolverá si es o no competente. Lógicamente, nunca se declara incompetente. Es el poder del tribunal internacional.
-¿Estaría de acuerdo con aplicar “cuerdas separadas” con Bolivia?
-No sé cómo responder a eso. Lo que ocurre es que son realidades diferentes. El nacionalismo en Bolivia es muy fuerte y hay muchas diferencias étnicas. La verdad es que no hay incentivos para Chile. Ellos atribuyen su falta de desarrollo a la imposibilidad de acceder al mar por culpa de Chile. Esa es su bandera de lucha.
Fuente: El Mostrador