jueves, marzo 28, 2024
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La «Guerra Mundial» contra el «Terrorismo» Ha Matado, por lo Bajo, 1,3 Millones de Civiles

Un informe publicado por un grupo de médicos premiados con el premio Nobel de la Paz ha revelado que han muerto un millón de civiles iraquíes, 220 mil afganos y 80 mil pakistaníes a causa de la lucha contra el “terror” llevada a cabo por Occidente, a instancias de Estados Unidos.

 

“Creo que la percepción de las muertes civiles constituye uno de los más peligrosos enemigos que confrontamos” declaraba en 2009 el general estadounidense Stanley Mc Crystal en su discurso inaugural como comandante de la Fuerza internacional para la asistencia a la seguridad en Afganistán (ISAF).

Esta frase puesta de relieve por el informe que acaba de publicar la Asociación internacional de médicos para la prevención de la guerra nuclear (IP-PNW) premiada con el Nobel de la paz en 1985, ilustra la importancia y el potencial impacto del trabajo llevado a cabo por este equipo de científicos que trata de poner de manifiesto la cantidad de víctimas civiles de la “guerra contra el terrorismo” en Irak, Afganistán y Pakistán.

Los hechos son evidentes

Como introducción a este trabajo globalmente ignorado por los medios francófonos, el ex coordinador humanitario de las Naciones Unidas en Irak Hans von Sponeck escribió:

“Las fuerzas multinacionales dirigidas por los EEUU en Irak, por el ISAF en Afganistán (…) han registrado metódicamente la cantidad de sus propias pérdidas (…) Las relativas a los combatientes enemigos y a los civiles han sido (por el contrario) oficialmente ignoradas.” Esto no es ciertamente sorpresivo. Se trata de una deliberada omisión”. Contabilizar esos muertos “destruiría los argumentos según los cuales la liberación por medio de una fuerza militar de una dictadura en Irak, perseguir a Al-Qaeda en Afganistán o eliminar los reductos terroristas en las zonas tribales de Pakistán han logrado que el terrorismo no llegue al territorio estadounidense, mejorar la seguridad global y permitido avanzar a los derechos humanos, todo tiene sus costos “defendibles”.

Sin embargo “los hechos son porfiados” prosigue:

“Los gobiernos y las sociedades civiles saben que todas estas afirmaciones son absurdamente falsas. Se han ganado los combates militares en Irak y en Afganistán pero con enormes costos para la seguridad humana y la confianza entre las naciones”

Es cierto que la responsabilidad de las muertes de civiles incumbe también a los “escuadrones de la muerte” y al “sectarismo” que se incubaba en la actual guerra chiita-sunita destaca el ex secretario de Defensa Ronald Rumsfeld en sus memorias (“Known and Unknown”. Penguin Books, 2011)

Pero como recuerda el doctor Robert Gould (del Centro Médico de la Universidad de California) uno de los autores del informe:

“La voluntad de los gobiernos de esconder el cuadro completo de las operaciones militares y de las guerras no es nada nuevo. En lo relativo a los EEUU la historia de la guerra de Vietnam es emblemática. El enorme costo para el conjunto del sureste asiático, incluyendo los muertos estimados en por lo menos dos millones de vietnamitas no combatientes y el impacto a largo plazo para la salud y para el ambiente a causa de los herbicidas como el agente naranja, no ha sido aún reconocido por la mayoría del pueblo estadounidense”.

Y Robert Gould establece otro paralelo entre el salvajismo de los Khmers rojos que emergerán de una Camboya devastada por los bombardeos y la reciente desestabilización “post bélica” de Irak y de sus vecinos, que ha hecho posible la potencialización del grupo terrorista llamado “Estado Islámico”.

Total estimado tres millones

Muy lejos de las cifras hasta ahora admitidas de alrededor de 110 mil muertos anticipadas por uno de los referentes en la materia, el “Irak Body Count” (IBC) que incluye en su base de datos la cantidad de muertes civiles confirmadas por lo menos por dos fuentes periodísticas, el informe confirma la tendencia establecida por la revista médica “Lancet” que había estimado los muertos iraquíes, entre el 2003 y el 2006, en 655 mil.

Luego del desencadenamiento bélico de George W. Bush, el estudio del IPPN alcanza cifras vertiginosas de por lo menos un millón de muertos civiles en Irak, 220 mil en Afganistán y 80 mil en Pakistán. Si agregamos, en referencia a la vieja Mesopotamia, el saldo de la primera guerra del Golfo (200 mil muertos) y los ocasionados por el cruel embargo de los EEUU (entre 500 mil y 1,7 millones de muertos) se llega a casi 3 millones de muertos directamente imputables a las políticas occidentales, siempre en nombre de los derechos humanos y de la democracia.

Como conclusión del informe, los autores citan al relator especial de las Naciones Unidas entre el 2004 y el 2010 en lo referente a ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias: según Philip Alston , que informaba en octubre de 2009, las investigaciones sobre la verdad de los ataques con drones que casi no podían llevarse a cabo a causa de la ausencia total de transparencia y el rechazo a cooperar de las autoridades estadounidenses.  Y agrega, luego de insistir sobre el carácter ilegal, en relación al derecho internacional, de estos asesinatos dirigidos, que “la posición de los EEUU era insostenible”.

Tres semanas después Barack Obama recibía el premio Nobel de la Paz…

Durante todo ese tiempo en Irak, Afganistán, Pakistán…

El 20 de abril último, “la coalición antiyihadista” dirigida por los EEUU informaba en un comunicado haber realizado 36 raids aéreos en 24 horas contra las posiciones del grupo “Estado Islámico”, trece en la provincia Al-Anbar, al oeste de Bagdad.

¿Cuántos “daños colaterales” civiles se habrán producido en esta región , una de la más castigadas por la violencia desde la invasión de Irak en el 2003?

Los comunicados militares permanecen sistemáticamente mudos sobre este tema, cuando más de 3200 “golpes” aéreos según el nuevo lenguaje se han realizado desde agosto de 2014 y la toma de Mosul por el “Estado Islámico”.

El 18 de abril se produjo un atentado suicida “técnico” de combate, desconocido en Afganistán hasta antes del 11 de setiembre de 2001 que dejaba 33 muertos cerca de la frontera pakistaní. A fines de marzo las fuerzas de seguridad pakistaníes denunciaban la muerte por un dron estadounidense de 13 yihadistas vinculados a los talibán. Aun permanecen estacionados en Afganistán 10 mil soldados norteamericanos.

Traducción Susana Merino

Fuente: Humanite

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