El martes recién pasado el Centro de Estudios Públicos, ligado a la derecha económica de nuestro país, entregó su último estudio de opinión pública, conocido como “Encuesta CEP”, que realiza desde la década de 1980. La Alianza por Chile, coalición de derecha, desacreditó este estudio, como respuesta a los magros resultados de su candidata. En efecto, la encuesta es negativa para la derecha en términos de pronóstico electoral, pues la candidata obtiene sólo un 17% de la intención de voto y sobre un 60% de rechazo. Sin embargo, los magros resultados para la derecha no son sólo respecto de su candidata. Las ideas que la derecha históricamente ha defendido, y defiende en la actualidad, concitan un bajo apoyo ciudadano.
¿Cuáles son las ideas que concitan el apoyo ciudadano? La Encuesta CEP entrega importantes datos sobre temas que muestran un giro hacia una agenda política de calado progresista. Se consideran los siguientes temas: valóricos, propiedad de los recursos naturales, cambios institucionales en nuestro sistema político, y reivindicaciones económico-sociales.
En cuanto a los temas valóricos, surge con fuerza despenalizar el aborto terapéutico y en caso de violación, ambos con 63% de acuerdo entre los consultados. Al observar su distribución por edad, en los entrevistados de 18 a 54 años el acuerdo es de un 67%, mientras que en los de 55 y más años el acuerdo baja a un 53%. En términos de niveles socioeconómicos, el nivel alto es que le asigna mayor apoyo, sobre el 69% en ambas preguntas, el nivel socioeconómico bajo muestra un apoyo de 59%.
Más relevante aún es que, en los sectores que se identifican con la derecha y la centro derecha, el apoyo a la despenalización del aborto terapéutico supera 58%, y en el caso de violación bordea 65%. Claramente, la sociedad chilena tiene una percepción mayoritaria a despenalizar el aborto, compartida por todos los niveles socioeconómicos y las tendencias políticas, lo que la hace políticamente viable para todos los sectores políticos.
Este será un gran tema de debate en el próximo gobierno y legislatura del país, debate para el cual la encuesta CEP entrega argumentos relevantes para la discusión. El problema será para los parlamentarios que se niegan a legislar atendiendo a sus convicciones personales, en su mayoría legisladores de la UDI, parte de RN y una parte de la DC.
En cuanto a la propiedad de los recursos naturales, la Encuesta CEP consultó el acuerdo con nacionalizar el Cobre. Los resultados son avasalladores: el 83% de los encuestados dijo estar de acuerdo con la idea. Nuevamente, el acuerdo es ampliamente mayoritario en todos los grupos de edad, 77% o más en todos los tramos etarios. De la misma forma, en todos los niveles socioeconómicos la nacionalización del cobre tiene un apoyo por sobre el 80%.
Según identificación política, la derecha tiene 77% de apoyo, la izquierda 88% y los sectores independientes 81% de apoyo. Estos resultados muestran que claramente hay un giro país. La sociedad chilena tiene claro que los beneficios de la explotación del cobre deben ser para los chilenos, y no para el capital internacional. Enfrentar este debate será clave para la modernización económica productiva del país, entendiendo que la sensibilidad social se orienta a que la explotación del cobre pase a manos del Estado, para que la gestione en beneficio de las grandes mayorías nacionales.
Con esto, se está rompiendo el tabú instalado por los sectores de la derecha (en términos amplios), que sostiene que el Estado no debe entrometerse en la producción y explotación de las riquezas naturales de nuestro larga faja de tierra. La empresa minera Estatal CODELCO deberá tener un rol importante en este debate, tanto sus trabajadores como sus cuerpos directivos, entregando garantías de producción y eficiencia que la sociedad chilena requiere, para hacer viable la nacionalización del cobre.
En cuanto a los cambios institucionales en el sistema político, aparecen tres temas con un alto apoyo: descentralización del país, con 73% apoyo; reforma tributaria, con 67% de apoyo, y reforma al sistema electoral binominal, apoyada por el 51%. Estos tres temas condicionarán las reformas del próximo periodo presidencial.
De hecho, han estado presentes en los debates públicos de los candidatos presidenciales, en los que se han expresado diferencias sustantivas entre la candidata de la derecha y el resto de los ocho candidatos. Sin embargo, quien aborda estas demandas ciudadanas con mayor claridad, y tiene la viabilidad política para implementarlas, es la propuesta programática de la Nueva Mayoría, que levanta los tres temas con un objetivo central: más y mejor democracia para todo Chile.
En el mismo sentido, la propuesta aborda con claridad el camino hacia una nueva Constitución para el país. En esto hay que tener en cuenta que el apoyo a la idea de una Asamblea Constituyente en la encuesta fue de un 45%. Esto significa que se debe trabajar más por esta idea, en todos los sectores socio-económicos y socio-políticos del país. Este es un desafío importante para los sectores progresistas del país.
Por último, en cuanto a las reivindicaciones económico – sociales, la encuesta nos muestra que la sociedad chilena requiere una mayor protección de los ciudadanos en su fase de consumidores, con 86% de apoyo. También, reducir las brechas de ingresos, con 85%, y priorizar la educación universitaria gratuita, con 74% de apoyo. Tenemos aquí tres temas de fondo, que cuestionan a la actual hegemonía neoliberal.
Primero, la gente exige respeto por parte de las grandes empresas de servicios. Abundan los ejemplos de abusos en la última década. Por mencionar un par, el Caso La Polar y el Caso Jumbo, que tenían cobros administrativos y de intereses, abusivos en sus tarjetas.
Segundo, la gente ya no soporta la injusta distribución de la riqueza en Chile. Además, el reconocimiento del abuso de los trabajadores y trabajadoras, por parte de los empleadores de los grandes grupos económicos.
Por último, la sociedad chilena está de acuerdo con que el Estado garantice la educación universitaria gratuita, que es la forma más efectiva de las formas de acortar la brecha entre ricos y pobres (“enseñando a pescar”). De hecho, gran parte de los países desarrollados y vecinos de la región latinoamericana, se definen mayoritariamente por la educación universitaria estatal gratuita.
El Chile actual está girando hacia cambios de corte progresista. Es evidente que los desafíos del próximo gobierno serán abordar estos temas país. Claramente, la misma encuesta muestra quien tiene hoy la legitimidad político – social para abordar estos desafíos es Michelle Bachelet, la candidata de la Nueva Mayoría.
Bachelet lidera la intención de voto de los ciudadanos y ciudadanas según la encuesta, con sobre un 47%: cuando se consulta sobre quien cree que va ser el próximo Presidente de Chile un 78% cree que la candidata de la Nueva Mayoría será la próxima Presidenta de Chile.
La Nueva Mayoría tiene un gran desafío: recoger estos temas y darle cuerpo. Ya ha avanzado con su propuesta programática, pero la sociedad Chilena indica un derrotero que no se puede dejar de observar y tener presente. En estos últimos años estos temas han estado en las agendas de los movimientos sociales y sus movilizaciones.
Es clave avanzar en una nueva democracia y dar al pueblo de Chile la satisfacción que su voz y su participación han sido claves en generación de conciencia de cambios fundamentales en muchos aspectos de nuestra sociedad. Cerrarse a ello sería un error estratégico para las fuerzas políticas de centro izquierda que constituyen la Nueva Mayoría.
Podría terminar en la desconfianza pueblo y en su fragmentación, dejando el camino despejado para la derecha populista.