El Partido Comunista, por intermedio de su Presidente, Lautaro Carmona, y la candidata presidencial a primarias, Jeanette Jara, apoyó y valoró la decisión del Gobierno, en orden a retirar de la misión diplomática de Tel Aviv, a los agregados militar y aéreo, en protesta por la grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza, debida a la desproporcionada agresión militar israelí contra la población civil, y el constante bloqueo de la ayuda humanitaria.
El gobierno, a través de la Cancillería, publicó la siguente declaración.
El Presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, en su cuenta X, valoró la medida, y formuló un llamado a que no sea la única contra el genocidio de Gaza:
Valoro la decisión del gobierno de nuestro país, a través de su cancillería, de retirar los agregados militares en Israel. Hacemos un llamado a que esta no sea la única medida, porque la actuación unida de la comunidad internacional debe incluir todo tipo de acciones para preservar la vida y la existencia misma del pueblo, palestino, especialmente de quienes sufren un verdadero exterminio en la franja de Gaza.
A su turno la candidata a las primarias presidenciales del partido, Jeanette Jara, emitió una declaración pública, en la que anuncia, en su eventual gobierno, la ruptura de relaiones diplomáticas con Isral. :
Comunicado
Como candidata a la Presidencia de Chile, agradezco profundamente la carta abierta del Foro Palestino, cuya invitación a expresar públicamente nuestra postura sobre Palestina, constituye un acto fundamental de responsabilidad democrática y compromiso ético con la justicia, la dignidad humana y los derechos fundamentales. Se trata de valores irrenunciables para quienes aspiramos a liderar nuestro país.
He sostenido en diversas ocasiones que la tragedia del pueblo palestino representa una profunda herida en la conciencia de la humanidad. La ocupación, el régimen de apartheid, el desplazamiento forzado, el bloqueo humanitario y las políticas de despojo y represión que el Estado de Israel impone a la población civil desde hace casi ocho décadas, desafían de manera flagrante el Derecho Internacional, las convenciones sobre Derechos Humanos y los principios fundacionales de nuestro orden internacional.
Ante esta realidad, mi postura es clara e inequívoca: condeno firmemente la ocupación y el apartheid que sufre el pueblo palestino, solidarizo profundamente con su dolor histórico y reafirmo su derecho inalienable a la autodeterminación, la libertad y la dignidad, en absoluto apego al Derecho Internacional y a las resoluciones de Naciones Unidas.
Como mujer, me duele profundamente Palestina. Mientras redacto estas líneas, presencio con angustia la desesperación de la población en Gaza intentando recibir alimentos bajo fuego de soldados israelíes, cuya brutalidad dejó como resultado una persona muerta y 48 heridas. Me conmueve profundamente la advertencia urgente de Naciones Unidas: «14.000 bebés morirán en las próximas 48 horas si la ayuda necesaria para alimentarlos no logra entrar en Gaza».
Estas atrocidades, sumadas a los más de 18.000 niños y niñas palestinos asesinados en los últimos veinte meses, representan heridas profundas y desgarradoras que tardarán mucho tiempo en sanar en la conciencia del mundo.
Mi compromiso con la cuestión palestina trasciende la empatía personal y se fundamenta en el deber ético de responder ante situaciones de injusticia extrema que desafían a la comunidad internacional a actuar con firmeza, valentía y responsabilidad.
Las contundentes resoluciones de organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional, la Asamblea General de la ONU y Amnistía Internacional no dejan lugar a dudas: las políticas israelíes constituyen graves violaciones al derecho internacional.
En coherencia con lo anterior, respaldo la decisión del Presidente de la República de retirar los agregados militares de defensa y aéreo en Tel Aviv y anuncio desde ya que, al asumir el gobierno, suspenderé las relaciones diplomáticas con Israel, defendiendo así los valores fundamentales de justicia y dignidad que orientarán nuestra política exterior.
Jeannete Jara Román
Santiago, 28 de mayo de 2025