Este primer día de diciembre se inició en Lima, Perú, la vigésima reunión de la Cumbre Mundial de la ONU sobre cambio climático, otro de los foros mundiales en donde las naciones del norte pretenden esfuerzos sobre las naciones con menos desarrollo.Las consecuencias que sobre el clima generan los gases de efecto invernadero, han provocado en los últimos 130 años, un aumento de la temperatura de la Tierra de 0,85 grados centígrados.
Esta alza no debería alcanzar los 2 grados a final de este siglo, si es que no queremos soportar graves consecuencias ambientales.
La importancia de la conferencia de Lima –COP 20 o conferencia de las partes – reside en que ahí se está discutiendo un acuerdo internacional y vinculante para reducir las emisiones de CO2 y hacerle frente a la sistemática crisis climática y, ambiental causada en su mayor parte por los países industrializados.
La COP20 en Lima es la última reunión en el proceso hacia este acuerdo internacional que deberá tomarse a finales de 2015 en la reunión programada por la ONU en Paris.
En la capital peruana nuestros pueblos tratan de evitar que los países industrializados plasmen en un acuerdo un régimen legal para seguir contaminando y poniendo en venta el aire que respiramos y el agua que consumimos; esto a través de programas y mecanismos monetarios que mercantilizan los procesos y sistemas naturales de la Madre Tierra, los bosques, los mares, la biodiversidad, y los pueblos del mundo.
Los ambientalistas del planeta están expectantes y esperanzados en que la cordura se impondrá sobre la codicia destructora. Sin embargo Chile no llevará a la reunión que se inició hoy, el plan con el que contribuirá a mitigar la emisión de gases invernaderos. “Lo haremos después de la cumbre, porque el Gobierno quiere someter las medidas a un sondeo público” dijo Fernando Farías, Jefe de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medioambiente.
