Hasta el imperio de Estados Unidos tuvo que absolver, como ya lo hizo hace mucho tiempo la historia, al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien este 13 de agosto cumplió 89 años, mientras el mundo celebró su nuevo aniversario confiado en que su epopeya será eterna. Hasta sus enemigos más acérrimos le respetan, y en no pocos casos temen al guía de la Revolución del 1 de enero de 1959, por su impactante personalidad, su inteligencia sin fin, y su capacidad de resistencia, entre otras tantas cualidades.
Fidel es Fidel, como cariñosamente le llaman sus compatriotas y muchos amigos de otras naciones, festejará su cumpleaños tras dos importantes triunfos de la Isla caribeña: la liberación y el regreso a su Patria de Los Cinco antiterroristas que permanecieron presos durante largos años en cárceles norteamericanas, y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
El Comandante en Jefe, como no han dejado de nombrarlo los cubanos en señal de respeto y admiración, prometió que Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, volverían a su país, y lo cumplió junto al presidente Raúl Castro.
Más de 10 inquilinos de la Casa Blanca “juraron” no hablar con Cuba hasta la desaparición de Fidel y Raúl, el dueto perfecto, y sin embargo la actual administración del mandatario Barack Obama reconoció la política frustrada de sus predecesores hacia la mayor de las Antillas, y decidió reanudar los nexos bilaterales, luego de más de 50 años de ruptura.
Un empresario mexicano nada sospechoso de ser de izquierda dijo hace algún tiempo que Fidel es Fidel “convence hasta las piedras”, mientras el desaparecido físicamente “Canciller de la Dignidad” cubano Raúl Roa subrayó que el Comandante en Jefe “oye la hierba crecer, y ve lo que pasa al doblar de la esquina”.
Hasta sus enemigos más acérrimos le respetan, y en no pocos casos temen al guía de la Revolución del 1 de enero de 1959, por su impactante personalidad, su inteligencia sin fin, y su capacidad de resistencia, entre otras tantas cualidades.
De otro lado, un diplomático nicaragüense aseguró que “Fidel es planetario por su humanismo”, y lo mucho que ha ayudado a los pueblos más desposeídos.
Hoy millones de personas viven, pueden leer y escribir, y son felices gracias a Fidel es Fidel, el creador del “Ejército” de Batas Blancas de médicos cubanos, que nunca podrá tener Estados Unidos, y que tantas vidas ha salvado en los lugares más recónditos de este mundo.
“Por culpa” del Comandante en Jefe miles de jóvenes latinoamericanos y africanos son actualmente profesionales de la salud, de la educación y de otras especialidades, y laboran en sus respectivos países tras haber estudiado en Cuba de forma gratuita.
El presidente boliviano, Evo Morales, ha reiterado que Fidel y sus coterráneos siempre han ofrecido lo poco que tienen, no lo que les sobra, en medio de dificultades económicas y del bloqueo que Washington todavía les impone.
No por gusto millones de hombres y mujeres dignos, de cualquier raza nacionalidad y religión, creen y seguirán creyendo en Fidel es Fidel, en su Revolución, y se sienten parte del pueblo cubano, el más solidario del mundo.
Gracias por todo Fidel y muchas Felicidades.
Fidel es Mucho Fidel
Extractos de la entrevista concedida por Fidel Castro a la periodista norteamericana Bárbara Walters, 19 de mayo de 1977. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1977.
A una pregunta sobre posibles inversiones norteamericanas en Cuba, Fidel respondió:
“Me plantea un problema absolutamente nuevo, que no nos había pasado por nuestras mentes. Mire, nosotros no podemos ser dogmáticos. (…) Por lo tanto, sin adelantar ninguna política futura, yo pienso que cuando llegara la hora determinada en que se planteara un problema de esa índole, de la inversión exterior en nuestro país, nosotros tendríamos que analizar con sentido
práctico, sin dogmatismo, qué es lo que conviene o lo que no conviene a nuestro país, y de acuerdo con eso tomar la decisión.
Estoy seguro de que en la dirección de nuestro Partido cualquier proposición en esa dirección se analizaría fríamente y sin dogmatismo de ninguna clase qué es lo que conviene y no conviene a nuestro país.”
Ante una interrogante sobre si las relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba afectarían algunas de las posiciones sobre política exterior de Cuba, Fidel señala:
“(…) yo podría hacer una pregunta similar. ¿Acaso el comercio de Estados Unidos con Cuba cambiaría algunas de las posiciones de la política internacional de Estados Unidos?. Porque tendríamos que planteárnoslo en términos de igualdad y hacernos la misma pregunta.
Yo pienso lo siguiente: La política de hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es su peor política. Estoy absolutamente seguro de que, con relación a Cuba, una política de relaciones normales y una política de intercambio comercial sería mucho más inteligente. No le voy a decir –no voy a engañar a los norteamericanos, ni a nadie- que vamos a cambiar nuestro pensamiento, que vamos a cambiar nuestra ideología, que vamos a cambiar nuestros principios políticos. Nosotros no haremos como aquel personaje de la Biblia que por un plato de lentejas vendió el derecho a la primogenitura. Nuestras ideas no las venderemos por ningún dinero, ni por ningún interés material.
Pero la experiencia histórica, incluso nuestra propia experiencia, demuestra que cuando se establecen vínculos económicos entre dos países, cualquier gobierno responsable, cualquier gobierno realmente preocupado por su pueblo, toma en cuenta esos intereses, y esos vínculos económicos. Y de una forma o de otra, ejercen cierta influencia en las actitudes de los gobiernos.
Nosotros, realmente, nos sentimos muy libres, muy libres. No existe ningún vínculo económico con Estados Unidos, tenemos el bloqueo encima y, en realidad, no tenemos nunca que preguntarnos si cualquiera de las cosas de nuestra política internacional le agrada o no le agrada a Estados Unidos.
Le digo esto porque soy un hombre realista y me gusta ser sincero. Por eso, a veces incluso puedo decir cuando el adversario actúa bien o actúa mal. Pero desde el punto de vista de Estados Unidos, estoy seguro de que la política que ha seguido con relación a Cuba es la más errónea, por no utilizar otros adjetivos más fuertes.”
En la entrevista se le pregunta si Fidel considera que Estados Unidos es un enemigo. Fidel escuetamente responde como un relámpago:
“No, son los Estados Unidos los que se consideran un enemigo de nosotros”.
Otro asunto abordado por Fidel es su visión sobre la familia. Al respecto señala:
“Raúl es mi hermano doblemente: hermano en toda esa lucha y hermano de las ideas. Pero Raúl no ocupa un cargo en esta Revolución porque sea mi hermano de sangre, sino porque es mi hermano de ideas y porque se ha ganado ese lugar con su sacrificio, con su valentía, con su capacidad.
Yo tengo una visión del mundo diferente. Mi familia es muy grande. Mi familia no sólo es Cuba. (…) Tengo el privilegio de poseer una familia inmensa, infinita: la familia de todos los revolucionarios del mundo.”
En referencia al carácter socialista de la revolución cubana y su papel en el cambio de las ideas de nuestro pueblo, enfatiza:
“¿Qué lo hizo socialista y qué lo hizo comunista? Las leyes revolucionarias, la obra de la Revolución, la persuasión y la educación. Esa es la realidad histórica. Los historiadores, apartándose de la chismografía, se dedicarán alguna vez a escribir las cosas tal y como han sido. Ahora el pueblo es socialista y es comunista, hay una coincidencia total entre el pueblo, el Partido y los dirigentes. Esa es la realidad. Y no la van a cambiar, le advierto que no la van a cambiar. Eso no lo cambia nada: aunque vengan aquí millones de turistas norteamericanos.”
Finalmente Fidel aborda el tema de las influencias del poder sobre los hombres, sobre la arrogancia y la corrupción: Al respecto reflexiona:
“Siempre se habló de que el poder corrompía; siempre se habló de que el poder hacía a los hombres arrogantes, orgullosos. Y no sólo se ha dicho, sino que realmente ha ocurrido así en muchos casos, históricamente. (…)
Yo estoy tranquilo, absolutamente tranquilo en ese sentido y absolutamente convencido de que no podría suceder, porque mi vida siempre ha sido una lucha contra mí mismo, o mejor dicho, un esfuerzo de superación constante. (…) De manera que en mi caso, lejos de ocurrir un proceso en que el individuo tenía cada vez más poder, era un individuo que cada vez compartía más ese poder. Entonces, por las instituciones que hemos creado, por las convicciones, por la mentalidad, ese peligro no existe en absoluto.”
Fuente: CubavsBloqueo
Carta de Fidel Castro en su 89° cumpleaños: «No dejaremos nunca de luchar por la paz»
Escribir es una forma de ser útil si consideras que nuestra sufrida humanidad debe ser más y mejor educada ante la increíble ignorancia que nos envuelve a todos, con excepción de los investigadores que buscan en las ciencias una respuesta satisfactoria. Es una palabra que implica en pocas letras su infinito contenido.
Todos en nuestra juventud oímos hablar alguna vez de Einstein y, en especial, tras el estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que puso fin a la cruel guerra desatada entre Japón y Estados Unidos. Cuando aquellas bombas fueron lanzadas, después de la guerra desatada por el ataque a la base de Estados Unidos en Pearl Harbor, ya el imperio japonés estaba vencido.
Estados Unidos, el país cuyo territorio e industrias permanecieron ajenos a la guerra, pasó a ser el de mayor riqueza y mejor armado de la Tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos, heridos y hambrientos. Juntos, la URSS y China habían perdido más de 50 millones de vidas, sumadas a una enorme destrucción material.
Casi todo el oro del mundo fue a parar a las arcas de Estados Unidos. Hoy se calcula que la totalidad del oro como reserva monetaria de esa nación alcanza 8 mil 133,5 toneladas de dicho metal. A pesar de ello, haciendo trizas los compromisos suscritos en Bretton Woods, Estados Unidos, declaró unilateralmente que no harían honor al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda.
Tal medida decretada por Nixon violaba los compromisos contraídos por el presidente Franklin Delano Roosevelt.Según un elevado número de expertos en esa materia, crearon así las bases de una crisis que entre otros desastres amenaza golpear con fuerza la economía de ese modelo de país. Mientras tanto, se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas.
Como fue expresado con toda claridad por el Partido y el Gobierno de Cuba, en prenda de buena voluntad y de paz entre todos los países de este hemisferio y del conjunto de pueblos que integran la familia humana, y así contribuir a garantizar la supervivencia de nuestra especie en el modesto espacio que nos corresponde en el universo, no dejaremos nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los seres humanos, con independencia del color de la piel y el país de origen de cada habitante del planeta, así como por el derecho pleno de todos a poseer o no una creencia religiosa.
La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos; los que por comulgar en todo o en parte con las mismas ideas, o muy superiores pero en la misma dirección, les doy las gracias, queridos compatriotas.
Fidel Castro Ruz
Vea el especial sobre los 89 años de Fidel Castro, preparado por TeleSur: Fidel, la Vida que nos Revolucionó