Una querella y un recurso de amparo contra Carabineros, interpuesta por un ex oficial de esa institución, entrega significativas pistas para esclarecer un misterio hasta ahora inexplicable: la cantidad de atentados incendiarios atribuidos a comunidades mapuche, y el hecho de que la policía nunca encuentra a los responsables.
Y cómo los van a encontrar, si de acuerdo con la querella, Carabineros participa en estos montajes, cuya finalidad apunta a encubrir el robo de madera.
Con fecha 16 de febrero, el ex oficial de Carabineros, Miguel Toledo, presentó una querella contra Carabineros y los que resulten responsables del robo de madera, ocurrido en 2017.
El texto de la querella sostiene que hay evidencias de montaje en la zona del conflicto mapuche, y pruebas para demostrar delitos como falsificación de instrumento público, obstrucción a la investigación, malversación y cohecho, entre otros, destinados a encubrir el robo de madera, en que estarían involucrados funcionarios de carabineros.
«Toda esta gente, toda esta mafia, es como una máquina de moler carne: si uno no está metido en en el negocio de la madera, se lo comen o lo muelen. Estos hechos anómalos yo se los informé a los generales Eric Gajardo Vistoso, Marcelo Teuber Muñoz, ambos procesados por la Operación Huracán)y Hernán Benavides, que hoy está a cargo de los reclamos al interior de la institución y a otros más que van a salir en el camino», manifestó Toledo.
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El abogado Manuel Correa informó que además, presentó un recurso de amparo, «porque Miguel Toledo es víctima de seguimientos e intervención de sus teléfonos».
Montaje en Tirúa
En junio de 2017, el empresario maderero Miguel Toledo, ex oficial de Carabineros, solicitó al Ministerio Público protección para trasladar madera cosechada de un predio de 5 mil hectáreas. La fiscalía ordenó a Carabineros escoltar a los camiones.
El texto de la querella señala que oficiales de Carabineros pretextaron motivos para retrasar el traslado y que finalmente montaron un auto-atentado para encubrir el robo de la madera.
Sostiene que un integrante de Inteligencia de Malleco le informó que hay funcionarios policiales dedicados al robo de madera, dado lo cual «se dio cuenta de estos delitos al alto mando de Carabineros, los cuales a la fecha, nunca han tomado ningún tipo de acción».
Toledo fue contratado para una faena de cosecha de 5 mil hectáreas de madera en el Fundo Canihual, en la comuna de Tirúa. Dado que en la zona se habían registrado ataques y robos de madera, solicitó al Ministerio Público escolta policial. .
La fiscalía accedió a la solicitud y determinó escolta de Carabineros.
Para coordinar la maniobra, Toledo sostuvo una reunión con comandante Hernán Benavides y el capitán Juan Pablo Ojeda.
Para su sorpresa, según el escrito, «los funcionarios de Carabineros comenzaron a ejecutar distintas maniobras ilegales a fin de no dar cumplimiento a la orden del Ministerio Publico».
Consultado por El Desconcierto, el abogado que representa a Toledo, Manuel Correa Catrileo, detalló:
«Las excusas decían relación a que los vehículos estaban en panne, luego la lluvia; finalmente, solicitaban información a mi representado que no tenían que solicitarle, o le pedían diligencias que no tenían por qué solicitar».
Incluso, añadió el abogado, le pidieron que subiera al predio sin escolta. a fon de fijar los puntos GPS donde estaba la madera acopiada, para luego elaborar planos, «y así un sinfín de ridiculeces que no iban al caso».
«Nos preguntamos por qué no daban simplemente cumplimiento a lo ordenado por el Ministerio Público. La ley obliga a la policía a que, sin cuestionar, debe dar cumplimiento a lo ordenado por la fiscalía, pero acá no lo hicieron nunca», explicó Correa.
«Finalmente, Carabineros monta un auto-atentado para en definitiva justificar no dar cumplimiento a lo ordenado», concluyó.
La denuncia del cabo segundo Manuel Colipán
Entre los requerimientos formulados a Toledo, le pidieron los datos personales de los conductores que iban a mover la carga.
«El día que se entregó la información de los conductores, camiones y teléfonos de estos -información solo conocida por Toledo y los uniformados- a las dos horas, los camioneros empezaron a recibir llamados telefónicas de amenazas de muerte si se atrevían a subir», relata la querella.
Finalmente, Carabineros le indicó a Toledo que debían enviar una caravana de reconocimiento para identificar posibles puntos de emboscada, sin que se le permitiera subir con la caravana.
Pasados 15 minutos después que los vehículos policiales iniciaron el ascenso al predio, Toledo escuchó un tiroteo. En el cruce de Tirúa, donde se encontraba esperando el procedimiento, un funcionario policial le informó que la caravana fue atacada, y que, por tanto, no le iban a entregar la escolta, debido al peligro.
El entonces cabo segundo de Carabineros, Manuel Colipán, estuvo en el lugar en 2017 y terminó herido de bala en una pierna.
Sin embargo, en febrero de 2019 reveló que nunca hubo un enfrentamiento y aseguró:
«Al país hicieron creer que la comunidad me había disparado, encapuchados, pero fue un propio colega el que me disparó».
«Me obligaron a inculpar a una comunidad mapuche», agregó.
Muy cerca del lugar se encuentra la comunidad María Colipi Viuda de Maril.
TEMUCO:
Ex cabo de Fuerzas Especiales, Manuel Colipán, herido el 2017 en Tirúa : " los mapuche no me dispararon, el que me disparó fue otro carabinero, mis superiores hicieron un parte falso y me obligaron a mentir".@Cooperativa #cooperativaopina pic.twitter.com/w5ZqPbZgA6— Claudio Arévalo (@arevaloprensa) February 21, 2019
Toledo acusa persecución
Los querellantes no saben con exactitud el momento en que ocurrió el hurto de la madera acopiada, que Toledo nunca pudo retirar, pero el abogado Correa sospecha que la demora en otorgarles la escolta y luego, el supuesto atentado, fue una pantalla para ocultar el robo.
Desde entonces, el empresario acusa persecución por parte de los uniformados y por lo tanto interpusieron un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones, el que todavía no ha sido resuelto, pues está a la espera de antecedentes pedidos a Carabineros. .
Correa explicó que Toledo mantiene contacto con personas expertas en inteligencia, quienes «le han señalado que su teléfono se encuentra interceptado, lo que nos hace suponer que son ellos».
Además, reveló que Toledo posee entrenamiento militar avanzado y que debido a esto pudo detectar que está siendo vigilado.
De la misma forma, la querella asegura que el empresario se reunió con el jefe de Inteligencia de Malleco de la época y que en la conversación «reconoce que efectivamente se está produciendo hurto de madera y que se encuentran involucrados miembros de Carabineros, además manifiesta que se dio cuenta de estos delitos al alto mando de Carabineros, los cuales a la fecha, nunca han tomado ningún tipo de acción».
El abogado se reservó los detalles sobre la evidencia, pero aseguró que de trata de audios y declaración de testigos que prueban la responsabilidad de uniformados.
Además, interpusieron una demanda civil en contra de la institución por «lucro cesante, daño emergente y daño moral por incumplimiento de labor encargada constitucionalmente a dicha entidad», debido a la la pérdida de la madera y los gastos incurridos por la negativa de los uniformados a proveer la protección policial que encargó el Ministerio Público.
Conviene aclarar que no se afirma aquí que todo atentado incediario en el Wallmapu responde a robo de madera con complicidad policial, ni se prtende desconocer la legítima lucha del pueblo mapuche para recuperar tierras ancestrales, pero de que hay frescos y sinvergüenzas dedicados a lucrar con las visicitudes del conflicto, entre ellos funcionarios policiales, parece estar fuera de duda.
Fuentes: Con información de UATV; Megáfono Popular; El Desconcierto y Piensa Chile.