por Teresa Guerrero.
Un estudio de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, publicado en la revista The Astrophysical Journal, plantea que la Vía Láctea podría albergar una treintena de civilizaciones inteligentes aunque la más cercana estaría a unos 17.000 años luz.
¿Existe vida ahí fuera? Y si la hay, ¿qué probabilidades hay de contactar con ella o de que contacten con los habitantes de la Tierra?
La posible existencia de otras civilizaciones inteligentes sigue siendo un asunto entre la ciencia y la ciencia ficción. A pesar de que el descubrimiento en las últimas décadas de miles de planetas fuera del Sistema Solar -exoplanetas- ha puesto de manifiesto que mundos como el nuestro no son una excepción y muchos científicos creen que es cuestión de tiempo encontrar en alguno de ellos indicios de vida, descubrir vida inteligente es mucho más improbable.
Pero muchos científicos creen también que el hecho de no la hayamos encontrado no significa que no exista. Un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, propone esta semana un método para estimar cuántas civilizaciones extraterrestres inteligentes podría haber en nuestra galaxia, además de la nuestra.
El estudio, publicado en la revista The Astrophysical Journal, propone que la Vía Láctea podría albergar una treintena de civilizaciones inteligentes aunque la más cercana estaría a unos 17.000 años luz. Es decir, muy lejos, como admite en declaraciones a El Mundo el estadounidense Christopher Conselice, astrofísico en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Nottingham y líder del estudio.
Según explica Conselice, su investigación estima el número de civilizaciones inteligentes activas que habría en nuestra galaxia pero no señala de forma específica qué estrellas albergarían esos mundos.
«Antes de nuestro trabajo, el número de posibles civilizaciones extraterrestres oscilaba entre cero y miles de millones. Somos los primeros en hacer una estimación real razonable», sostiene Conselice, especializado en la formación y evolución de galaxias.
Vida inteligente
Para hacer su estimación, partieron de la idea de que la vida inteligente se forma en otros planetas de una forma similar a como se originó en la Tierra. Asumiendo que tarda menos de 5.000 millones de años en formarse -nuestro planeta nació hace 4.500 millones de años- concluyen que habría por lo menos 36 civilizaciones activas en nuestra galaxia.
Dicen los autores que la idea es mirar la evolución pero a escala cósmica, un cálculo que se denomina Límite Astrobiológico Copernicano. Según ha explicado en un comunicado Tom Westby, primer autor del estudio, «el método clásico para estimar el número de civilizaciones inteligentes se basa en hacer conjeturas de los valores relacionados con la vida, por lo que las opiniones sobre estos asuntos varían de manera sustancial. Nuestro nuevo estudio simplifica estas suposiciones utilizando nuevos datos, dándonos una sólida estimación del número de civilizaciones en nuestra galaxia».
Dado que, según este estudio, la distancia media a la que se encontrarían esas civilizaciones es de 17.000 años luz, comunicarse con alguna de ellas con la actual tecnología en la Tierra sería muy complicado pero, según Consolice, no es irracional, sobre todo a medida que los radiotelescopios construidos en la Tierra sean más sensibles:
«Podríamos detectar nuestro tipo de señales de radio emitidas desde otros planetas alrededor de muchas otras estrellas. Otras civilizaciones extraterrestres más avanzadas ciertamente podrían detectar nuestra presencia. Si existiera alguna a cien años luz, probablemente ya habría sabido de nosotros».
El proyecto SETI
Argumenta Conselice que estudios como éste no sólo muestran que pueden existir otras civilizaciones, sino que también nos ofrecen pistas sobre cuánto tiempo podría sobrevivir la nuestra.
En esa línea, el astrofísico considera que el programa SETI para la búsqueda de vida extraterrestre -el que inspiró la película Contact, protagonizada por Jodie Foster y basada en una novela de Carl Sagan-, «es muy útil y no sólo para la búsqueda de civilizaciones inteligentes».
Incluso si no encontramos nada con SETI, añade, este programa ofrece mucha información sobre «la esperanza de vida de nuestra propia civilización. Básicamente, si encontramos una civilización activa e inteligente cerca, sería una buena indicación de que nuestra propia civilización podría durar millones de años. Si no encontramos otras, serían malas noticias para la vida de nuestra civilización», señala.
Durante el último año se ha hablado mucho de la detección de las ráfagas de radio rápidas o FRBs (del inglés fast radio bursts), fenómenos de gran energía que se manifiestan como un fugaz pulso de radio y que parecen provenir de lugares lejanos.
En varias ocasiones se han localizado FRB provenientes de una misma región del cielo, lo que ha suscitado teorías sobre la posibilidad de que su origen fuera alguna civilización extraterrestre.
Preguntado sobre este asunto, Conselice señala que «personalmente», él no cree que la fuente sea una civilización extraterrestre y apunta a que hay muchas otras explicaciones».
Fuente: El Mundo