Si es verdad que Chile despertó y cambió, dos de las consignas centrales de la revuelta, es urgente debatir el programa económico de ese nuevo Chile.
Con esa intención publicamos este trabajo de José Luis Ramírez, una una propuesta de reactivación post pandemia, hacia un nuevo proyecto de desarrollo nacional inclusivo.
A modo de contexto
Desde fines del 2012, un par de dirigentes de CONUPIA y cuatro académicos empezamos a discutir una propuesta de programa mipyme en los albores de la existencia de la candidatura Michelle Bachelet 2, y la creación de la Nueva Mayoría. Se hablaba entonces de la necesidad de cambios estructurales en la sociedad chilena. Ese trabajo expresado en el documento 2014 – 2017 ‘El desafío de las empresas de menor tamaño, un modelo de desarrollo y una estrategia económica por la equidad’, entregado en mayo del 2013 a la candidata en un encuentro con dirigentes de CONAPYME y que significó en los hechos el quiebre de esta organización a posterior.
Por primera vez un grupo amplio de mipymes organizados se metía en el debate, con una mirada estratégica no neoliberal y también con visos antineoliberales. El segundo párrafo del documento es claro y contundente:
“El elemento caracterizador que perciben los ciudadanos es la desigualdad y el abuso, crecientes». ´
Se señala que un nuevo modelo de desarrollo económico inclusivo debiera centrarse y fundarse en las empresas de tamaño menor en Chile. De igual manera, que la economía y el Estado no han velado por el bienestar de todos los chilenos.
Se hace un detallado análisis de las cifras económicas de entonces, un diagnóstico preciso de la situación de las empresas pequeñas y una maciza batería de propuestas de inclusión de las mipymes como factor esencial del nuevo modelo de desarrollo.
Creo que, en lo principal, en las cuestiones de fondo, en la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo inclusivo de las empresas de tamaño menor, es absolutamente pertinente hoy y debiera ser la base de cualquier proyecto de una candidatura antineoliberal y que aspira a incluir también a los no neoliberales, como la que encabeza Daniel Jadue.
Puesta al día
Es necesario y urgente refrescar las cifras.
Al mirar el cuadro queda claro que la micro, pequeña y mediana empresa han perdido alrededor del 50% de sus ventas, mercado capturado por las megaempresas (nacionales y transnacionales). Este proceso también afecta parte importante del mercado de las grandes empresas.
Y es evidente el grado de concentración de los mercados por 2.260 del total 1.022.115 empresas en primera categoría activas a comienzos del 2019 según el Servicio de Impuestos Internos (SII). Es decir, en casi 20 años la situación se ha deteriorado al doble.
Esta desigualdad de los ingresos por ventas impacta directamente en la vida de las familias chilenas, por la vía de sueldos miserables y trabajos precarios, que se ha evidenciado con crudeza a propósito de la pandemia que nos azota ya por más de un año.
Lo dijimos claramente con las cifras del año 2013, hace ocho años, y lo volvemos a señalar con mayor razón al comprobar que la situación ha empeorado:
“El “nuevo” modelo de desarrollo económico y su estrategia, debiera crear condiciones para que las remuneraciones del trabajo crezcan más y, además, que este crecimiento sea mayor en los deciles más pobres de la población. Así se podrá mejorar la distribución del ingreso en el país, además de adoptar una adecuada política tributaria con limitación del lucro o medidas contra la concentración y otras.
Mejorar la distribución del ingreso no es fácil ni simple de resolver, y aumentar las remuneraciones del trabajo debiera ser una tarea ineludible, donde es sabido que los salarios se establecen a partir de la productividad del factor trabajo, y también a partir de regulaciones que son propias del mercado del trabajo.
Vale la pena establecer que lo señalado precedentemente, no es la única forma de distribución del ingreso.
Desde una perspectiva económica, cuando la productividad se incrementa, las empresas tienen un techo mayor para fijar sus remuneraciones salariales y lo contrario ocurre cuando la productividad es menor.
Por otro lado, cuando existen negociaciones colectivas que son equilibradas, las remuneraciones allí obtenidas tienden a acercarse a ese techo productivo.”
Ese nuevo modelo de desarrollo en nuestra opinión debe contener al menos tres elementos:
- extraer la máxima riqueza desde nuestros recursos naturales y aprovechar la capacidad de nuestro capital humano
- privilegiar la producción con valor agregado y el incremento de la productividad
- incorporar a la pyme cómo factor esencial de ése nuevo proyecto. (Encadenamientos productivos y/o clusters virtuosos, y no como subcontrato o tercerización para bajar costos)
Se trata de implementar una estrategia de desarrollo en que el crecimiento económico vaya acompañado del mejoramiento en la distribución del ingreso, y favorezca la desconcentración productiva y descentralización territorial, la defensa de los recursos naturales y protección del medioambiente.
Hasta ahora, desde la implementación del modelo y estrategia diseñado en la dictadura, la formulación de políticas públicas se ha orientado a medidas puntuales destinadas a atenuar las distorsiones en el funcionamiento del mercado, o fallas de mercado.
Lo que se necesita es la formulación y aplicación de estrategias de apoyo a las pequeñas empresas, orientadas al desarrollo productivo de bienes y servicios.
Para que ello ocurra los economistas, planificadores, académicos y principalmente las autoridades políticas deben conocer a cabalidad la realidad de las empresas de tamaño menor.
Quienes diseñan o implementan políticas públicas deben comprender que el sujeto destinatario de esas políticas son empresas pequeñas o medianas y trabajadores independientes o por cuenta propia (denominación internacional que acepta a hasta 5 trabajadores dependientes).
Cuando se habla, se escribe o se discute de empresas, tiende a predominar el inconsciente colectivo que todas las empresas son iguales De esto último basta ver la implementación del FOGAPE, con motivo de las ayudas a las pymes diseñadas por el gobierno piñerista:
El mismo instrumento, en las mismas condiciones de crédito, es utilizado por empresas que venden $24.000.000 anuales y por empresas que venden $ 3.000.000.000 al año. El rasero es el mismo y como es un fondo, las mas grandes capturan la mayor parte de los recursos para 8.500 empresas y 274.000 se reparten el resto.
Lo otro es la heterogeneidad que condiciona no solo productivamente a las empresas incluso dentro de un mismo sector, sino ubicación territorial, de objetivos (subsistencia o pequeña acumulación capitalista), niveles educacionales o de formación.
Ideas y Políticas para una Estrategia
Institucionalidad: Se trata de definir a la mipyme. Mientras se haga cuantitativamente basados en las ventas, ninguna política pública funcionará. El problema del desarrollo de las empresas (que determinan su tamaño), es fundamentalmente cualitativo.
Reorganización y redefinición de la Institucionalidad Nacional de Fomento Productivo. No hay claridad del tipo de Pymes tiene en realidad el país y que tipo de Pymes necesita el país. Sólo se considera la existencia de “las pyme de manual”, invención creada por consultores y agentes intermediarios que tienen capturado el sistema de fomento en Chile.
Crear un Banco Estatal de Fomento, vinculante con las Instituciones de Fomento que permita acceso expedito y a costos mínimos en financiamiento y créditos de las empresas de tamaño pequeño. Olvidemos de convertir al Banco Estado en el banco de las pyme; eso no ocurrió ni ocurrirá, pues es un banco comercial más del sistema.
Redefinir el sistema tributario obligatorio Pro-Pyme o 14 D. Contabilidad tributaria simplificada y depreciación automática. Termino de la renta presunta. Mantener el no pago de renta primera categoría.
Los problemas de las empresas pequeñas tienen componente interno: Apoyo real y efectivo para el mejoramiento de los recursos humanos de empresarios y trabajadores, mediante un sistema nacional de capacitación y certificación para las empresas de tamaño menor.
Fortalecimiento de la participación y la interlocución: termino al DL pinochetista 2757 para la formación de organismos gremiales. Consejo Consultivo de la Mipymes con decisiones vinculantes, reformando y refrescando la ley 20416 o Estatuto EMT.
Propuestas de Medidas para reactivar
Consideraciones Generales
Este es el sector que percibe que nadie le ha tendido ayudas con ocasión de la pandemia. Se las rascado solo. Los funcionarios públicos o estatales, los trabajadores de las grandes empresas de bienes o servicios, en general han mantenido sus ingresos y también los han disminuido. En este sector lisa y llanamente se quedaron sin ingresos y perciben que ellos y sus trabajadores pagan la cuenta.
Es el sector más desvinculado con la política. Mas bien desprecia a los políticos. Ven que para resolver su situación “la economía debe moverse”.
Por consideraciones económicas, sociales y culturales, no se siente explotado. Si abusado, si abandonado. Pero él es un “emprendedor”.
Los problemas de las empresas de menor tamaño, especialmente las micro y pequeñas, además de un sector de las medianas, son:
– Acceso a los mercados: la alta concentración de la economía (ver cuadro precedente)
– Acceso al financiamiento: difícil y caro.
– Ineficaz apoyo del Fomento Productivo Estatal.
– Precarios conocimientos de gestión por parte del dueño/administrador.
Por la situación de la pandemia (y no por la revuelta del 18/O), las proyecciones son que al menos el 40% de las pymes del comercio ya no existen. Muy probablemente la situación en las pymes industriales o de los servicios, sea similar. Y el otro 60%, muy complicados.
En mi opinión de pequeño empresario (casi retirado), pero también cómo profesional de la economía y la administración de empresas, lo primero que se debe hacer es cambiar las incertezas y cuasi pánico de hoy por compromisos reales de apoyo, y que son exclusivamente para empresas con ventas hasta por 50.000 UF
Deudas
Tributarias y/o fiscales: consolidar y condonar deudas menores a $1.000.000. (IVA, renta, contribuciones. Las deudas mayores a $ 1.000.000 se reprograman en 60 cuotas, sin intereses ni reajustes. A modo de información en agosto del 2019, la deuda morosa era de US$ 7.000 millones, de los cuales existían 391.000 microempresas, 62.000 pymes. Además de 210 mil deudores de contribuciones.
Financiera: Según la CMF a junio del 2020 existían en Chile 441.000 deudores morosos, lo que significa casi el 9% de los deudores bancarios. Debiera proveerse una línea de reprogramación de estas deudas, al doble del tiempo que fueron pactadas y con mora de 6 meses, a 0 % de interés y en UF, a través de CORFO y operada por BancoEstado, sin costos para los beneficiarios.
Implementar a través de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (SIR) y lo que señala la ley 20.720, de un programa focalizado para el cierre y quiebra ordenado de las empresas que no pudieron seguir adelante y puedan volver a reemprender sus empresarios.
Ventas
Las ventas del comercio minorista pyme han disminuido en beneficio del retail.
La venta informal delivery, aumentada por las cuarentenas y también por la acción de grandes importadores que encuentran en los cesantes nuevos vendedores informales, han golpeado al comercio desarrollado por microempresarios.
El Estado a través de las compras públicas puede y debe hacer un esfuerzo hacia el sector mipyme. La participación de la mipyme hacia el 2015, en el total de montos transados era de alrededor del 50%. Eso comenzó a perderse y hoy está en el 40% del total.
Los convenios Marco, la compra ágil y la compra coordinada, nuevos modelos de compra están orientados a que las grandes empresas y el retail acumulen y concentren las ventas del Estado. Eso debe revertirse generando las condiciones de favorecer a las micro y pequeñas empresas del Estado, promoviendo su articulación para cumplir compromisos, valorando la territorialidad regional y local de la compra y también el pago oportuno.
Asegurar un tratamiento privilegiado a las empresas pequeñas en las compras de Estado a través del Portal Chile Compra, sin duda es una gran medida. Y por cierto el pago oportuno a no más de 30 días.
De igual manera debe resolverse definitivamente el uso de la vía publica para la actividad comercial. Hoy producto de la pandemia y la cesantía, la informalidad de comerciar en la calle crecerá. Mejorar la fiscalización, generar espacios públicos los fines de semana para mercados de” pulgas” para estos sectores informales puede ser un camino.
Pero debe asegurarse que aquel que se formalizó será el privilegiado.
Apoyo desde el fomento estatal
Así como no mas platas para las AFP, debiera ser que las ayudas y subsidios estatales son aportados directamente desde el Estado, sin intermediación financiera alguna. Solo encarecen y complican la ayuda o apoyo.
El BancoEstado mientras no se cree el Banco Estatal de Fomento deberá cumplir esta tarea.
Los Centros Empresariales de SERCOTEC, más de 60 a lo largo del país, deben transformarse en esta etapa en evaluadores o dinamizadores de la continuidad de las pequeñas empresas, juntamente con los Fomentos productivos de la Municipalidades, dando apoyo técnico para adecuarse a las nuevas condiciones del mercado.
Estos diagnósticos y planes de negocios evaluados y trabajados desde el fomento estatal debieran ser vinculante para acceder a financiamiento estatal.
La pandemia ha cambiado el consumo en nuestro país y también la forma de comprar de las personas. La venta online y el delivery, llegaron para quedarse. Los Centros de Apoyo deben considerar estos cambios en la viabilidad de las pequeñas empresas.
Los sectores más golpeados y afligidos son: además del comercio minorista en general (excepto los negocios de alimentos, minimarket y boliches) el turismo (hoteles, transporte, excursiones y viajes), la gastronomía (restoranes, sangucherías, pizzerías, bares y discotecas), el de eventos culturales masivos (festivales, conciertos, tocatas) y que debieran ser priorizados.
Un cotillón al final: ni siquiera los gremios y dirigentes pymes piñeristas o cercanos (ASECH Y CONAPYME), encuentran aceptable el programa de US$ 1.000 millones propuestos para reactivar al sector.
Al igual que otros sectores como CONUPIA y demás gremios de la CONVERGENCIA, lo consideran insuficiente en cantidad. Creo que la propuesta tiene pecados de origen: eleva el techo mipymes hasta las 100.000 UF, quedando exceptuadas solo las megaempresas y nuevamente, no focaliza en y por sectores, igualándolas y asimilándolas como un todo.
(*) Ex Secretario General de CONUPIA, CONAPYME Y UNAPYME; ex Encargado Nacional Pyme PCdeCh; licenciado en Economía y Administración de Empresas