Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, rechazó la versión entregada por Carabineros sobre la muerte de Nelson Quichillao López, manifestando su preocupación porque la postura de la policía «es casi respaldada y justificada por altas autoridades políticas». El obrero contratista, de 47 años, participaba de la cuarta jornada de movilizaciones cuando recibió el impacto de tres balas en el pecho, que terminaron con su vida.
– Durante esta mañana denunciaron la muerte de Nelson Quichillao responsabilizando a Carabineros por el hecho. ¿Qué pasos siguen ahora?
«Ahora estamos en Fiscalía, con la Policía de Investigaciones, entregando evidencias y testimonios de lo vivido anoche, junto a otros dirigentes sindicales del país, que estuvieron a unos 30 metros de lo sucedido. Estamos entregando cerca de 17 casquetes de balas de 9 milímetros, lo que refleja que las Fuerzas Especiales dispararon y vaciaron sus armas de servicio en contra de los trabajadores movilizados. Todo ese testimonio se está otorgando para que se haga justicia en base a los responsables materiales y también a las responsabilidades políticas».
– La versión que Carabineros dio a conocer en una declaración pública apunta a que los uniformados dispararon para evitar un supuesto ataque de los trabajadores con maquinaria pesada. ¿Qué opinas de ese testimonio?
“Llama la atención que el parte que Carabineros entregó es casi respaldado y justificado por altas autoridades políticas y eso es inaceptable”.
«Eso no es así y eso es parte de los testimonios que se están entregando de parte de los mismos trabajadores que estuvieron ahí. También están entregando las evidencias al respecto, pero llama la atención que el parte que Carabineros entregó es casi respaldado y justificado por altas autoridades políticas y eso es inaceptable».
– El ministro Burgos señaló que la policía intentaba despejar la carretera pública…
«De alguna manera aquí el ministro justifica incluso la muerte de trabajadores. Ese es el país en el que estamos viviendo y nosotros no nos vamos a dejar amedrentar por aquellos, somos los encargados de empujar esto, de empujar los cambios. El movimiento por el cual nos asesinaron un trabajador lo vamos a mantener, no vamos a permitir que esta muerte sea en vano. Y mantenemos la convicción de instalar una mesa de diálogo de conversación, porque mira qué fácil se podría haber resuelto esto desde un principio, no hubiésemos tenido la necesidad de llegar a un conflicto, pero esas mesas de diálogo tienen que mantener ciertas condiciones. Los trabajadores no nos vamos a ir a sentar con una empresa que hoy está siendo encabezada por un personaje que tiene sus manos y su consciencia manchada con sangre.
Aquí se requiere la intervención de altas autoridades, pero también esperamos que ellos tampoco tengan sus manos manchadas. Esto condiciona sin duda la posición de los trabajadores».
¿Cómo analizan el uso de armas de fuego, por parte de Carabineros, en una protesta de trabajadores?
“En Chile parece ser un pecado capital, están dispuestos a mancharse las manos con sangre si un trabajador ejerce su derecho a paro y huelga”.
«El tema va mucho más allá: Carabineros no tiene nada que hacer en un conflicto laboral, para eso existen otros mecanismos. En Chile parece ser un pecado capital, están dispuestos a mancharse las manos con sangre si un trabajador ejerce su derecho a paro y huelga. Los conflictos laborales se resuelven de acuerdo a la fuerza que tiene el empresariado y la que tenemos los trabajadores».
La muerte de Nelson recuerda a muchos lo ocurrido con Rodrigo Cisterna, el trabajador forestal que fue asesinado por la policía durante el primer gobierno de Bachelet…
«Así es y de alguna manera se van repitiendo ciertos hechos. Lamentablemente ha sido así la historia del movimiento obrero, ha sido permanentemente derramada sangre. Hoy, cuando los trabajadores y el pueblo de Chile están exigiendo construir una sociedad distinta, siguen sucediendo estas cosas. Es brutal, pero no nos van a doblegar. Hemos sobrevivido a la dictadura, a la represión y a la masacre».
¿Cómo enfrentan, en plena movilización, un golpe tan duro para el movimiento obrero y sus familias?
«Sin duda es muy duro. Recordemos que han intentado instalar campañas y estrategias comunicacionales brutales, que son igual de violentas. Se menosprecia a los trabajadores contratistas de la minería, la principal fuerza laboral de ésta, de más de dos tercios. O sea, de 100 trabajadores, 71 son contratistas y somos lo más precarizados. Hay unos a los que contratan por un menos de un mes, pese a que somos los trabajadores que hoy generamos el más alto valor para las riquezas de nuestro país, que se distribuye entre altos ejecutivos de la minería. Hemos logrado instalar un instrumento colectivo que genera mejores condiciones para los trabajadores y que resuelve cosas importantes del mismo quehacer de esta empresa de todos los chilenos».
¿Cuál es la situación de los otros trabajadores que resultaron heridos tras el actuar de Carabineros?
«Hay otro compañero herido que fue trasladado a Copiapó para un escáner, porque tiene un perdigón en una de sus pómulos, que le generó fracturas y está aún alojado, además de perdigones en otros lados del cuerpo. Aparte hay otros trabajadores con caderas rotas, porque les dispararon lacrimógenas a quemarropa, también heridas por perdigones y balines de acero».
Fuente: El Desconcierto