Los ataques perpetrados el viernes en París, han dejado hasta ahora 132 muertos y unos 352 heridos, 99 de ellos en estado crítico. Estado Islámico reivindicó los ataques en un comunicado distribuido por escrito y en audio a través de canales online. El grupo dijo que los ataques tuvieron como objetivo mostrar que Francia sigue siendo un «objetivo prioritario».
Se ha informado que siete atacantes murieron durante el ataque, incluyendo varios que detonaron chalecos explosivos en acciones suicidas.
El viernes, el presidente francés Hollande había declarado el estado de emergencia después de que se produjera una serie de ataques que el mandatario definió como «sin precedentes».
Se trata del peor ataque que se registra en territorio europeo desde los atentados con bombas en Madrid en 2004.
Hubo tiroteos en al menos seis lugares de la capital francesa. El ataque más grande ocurrió a las 22:00 (hora local) en el conocido teatro Le Bataclan, donde 1.500 personas veían actuar a la banda de heavy metal californiana Eagles of Death Metal.
Testigos afirman que los atacantes entraron disparando al aire y tomaron un gran número de rehenes. La policía explicó que cuando los oficiales irrumpieron en el local, tres de los atacantes activaron sus chalecos con explosivos y un cuarto fue abatido.
Más de 80 de los retenidos murieron en el incidente.
Cuarenta minutos antes, a las 21.20, se había producido el primer ataque en el bar Le Carillon, de la rue Alibert, en un área muy frecuentada por jóvenes cerca de la Gare du Nord.
Algunos testigos contaron que al comienzo pensaron que se trataba de fuegos artificiales, hasta que se dieron cuenta de que el estruendo era causado por un hombre con el rostro descubierto que se había bajado de un auto disparando con un arma semiautomática.
Quienes vieron los sucesos describen que luego el hombre cruzó la calle y apuntó el arma hacia el restaurante camboyano Petit Cambodge.
Más de 10 personas murieron o fueron heridas en ese incidente.