El devenir de la humanidad ha conocido las convulsiones revolucionarias que han marcado sus épocas tales como la rebelión del tracio Espartaco dirigiendo la Guerra de los Esclavos contra Roma entre los años 73 a 71 A.c.; la Revolución Francesa de 1789 con líderes como Robespierre, Marat, Danton, Sieyes, la Revolución Rusa de 1917 conducida por Lenin; la Revolución China liderada por Mao Tse-Tung en 1949; la Revolución Cubana con Fidel a la cabeza en 1959 y al iniciarse el siglo XXI la Revolución Bolivariana con el comandante Hugo Chávez, proceso en desarrollo que a los cuarenta años del golpe fascista que abortara el inicio de la “revolución con empanada y vino tinto” dirigida por el Presidente Allende es necesario conocer, analizar y aprender de ella, como de todas las anteriores.
¿FIN DE LA HISTORIA?
En la década de los noventa siglo XX el mundo sufre un profundo retroceso con la desintegración de los socialismos reales, apocalípticamente Francis Fukuyama proclama el fin de la historia, deben sepultarse las controversias ideológicas e imponerse un mundo sustentado en la política y economía de libre mercado, se acabaron las utopías, exclusivamente hay espacio para el pensamiento único, solo la economía es válida. Tiempo de reflujo y desconcierto, emergen los neoconservadores que promueven la guerra contra los pueblos árabes, unipolaridad total, panorama sin horizontes. Pero… la “maestra vida”, las reservas de la clase, los pueblos en movimiento muestran a los mentores del neoliberalismo que otro mundo es posible al irrumpir la Revolución Bolivariana que desata una cadena de erupciones políticas y sociales en toda la extensión de la Cordillera de Los Andes, el llamado “cinturón de fuego” ha despertado esta vez tronando en los hombres y mujeres del sur, la mirada del mundo clavada siempre en el viejo continente bajo el influjo del eurocentrismo se vuelca hacia América Latina y el Caribe, soplan vientos de cambio y se hace necesario mirar la historia que no ha fenecido.
En 1958 producto de un alzamiento popular en que fueron protagonistas el pueblo, sectores de las Fuerzas Armadas, el Partido Comunista de Venezuela, Acción Democrática y otras fuerzas, es derribado el dictador Marcos Pérez Jiménez,-como en Chile tras la derrota de Pinochet el imperialismo metió la cola para mantener el control sobre América Latina -,y se firma el Pacto de Punto Fijo en que Acción Democrática y COPEI dan forma al bipartidismos sistémico que les permite alternarse y usufructuar del poder y la renta petrolera por 40 años, se margina y segrega a los actores que más contribuyeron al derribamiento de la dictadura , los ingresos petroleros que fluyen al país no benefician en nada a los trabajadores y al pueblo, se desatan altos niveles de corrupción, este brote saudita termina abruptamente en torno a 1983 cuando los precios del petróleo caen.
Carlos Andrés Pérez dirigente de Acción Democrática llega nuevamente al poder el 2 de febrero de 1989 con la aureola de la abundancia de su primer gobierno, bajo la imagen de figura tercer mundista que apoyo a la revolución sandinista y solidarizo con la lucha contra Pinochet, critico de las políticas del FMI a quien denunciaba por aplicar “medidas martirizadoras del pueblo, actitudes que causaron la simpatías de Fidel quien concurre a su ascensión al mando siendo el foco de atracción del evento. Pérez asume la carga de los gobiernos de Acción Democrática y COPEI que se han alternado en el poder: una deuda externa de 30 mil millones de dólares pese a la cuantiosa renta petrolera, una pobreza del 58% en que el 75% de la población recibe el 36% de la renta nacional y el otro 25% el 76% de la misma y la denuncia diaria de actos de corrupción en los altos niveles de gobierno, todo enmarcado bajo la ofensiva neoliberal que agobiaba a los países latinoamericanos.
El recién electo presidente socialdemócrata compromete “Carta de Intención” con el FMI e inicia la aplicación del “paquete económico” que exigía sacrificios y austeridad a corto y mediano plazo cuyo producto,- según el Banco Mundial-, se invertirían en aliviar la pobreza en Venezuela. Se aumenta el precio del pan, las pastas, el aceite, la leche, la gasolina, el gas, los pasajes, se reduce drásticamente el rol del Estado y las políticas sociales, se privatizan empresas fundamentales, la carta intención en suma delega la soberanía del Estado al FMI. Un tsunami neoliberal inunda la geografía venezolana y la reacción popular no demora en emerger con proyecciones de futuro que traspasarían las fronteras del país generando cambios en América las que avizoro García Márquez al declarar a El Nacional el 2 de febrero de 1989 sobre gobierno que se iniciaba: “… es la última chance de la democracia en América, si Pérez fracasa, el estruendo llegará desde México hasta el Cabo de Hornos”.
“EL CARACAZO” PRECURSOR DE LOS CAMBIOS CONTINENTALES
El pesado paquete neoliberal afecta duramente al pueblo al tiempo la gente ve en las pantallas de TV la exhibición de la llamada “boda del siglo” entre familias de los ”Amos del Valle”, Tinoco/Cisneros, en extravagantes y faraónicas escenas se regalan Rolls Royces al estilo saudita, se va rebalsando el vaso del descontento acumulado en décadas, a más del reclamo por las draconianas medidas económicas en curso se intensificaba la agitación estudiantil en las universidades, paro de maestros y trabajadores de los tribunales, demandas de mejoría de salarios en la policía metropolitana, vertebración de un plan de lucha sindical contra el “paquete económico”, proyección de una marcha estudiantil hacia el parlamento, etc. El 27 de febrero estalla la ciudad de Guarenas cercana a Caracas cuando la población rechaza el alza de pasajes decretada por el gobierno y que los empresarios del transporte por su arbitrio habían recargado sosteniendo “nos alzaron la gasolina y los buses son nuestros”.
La sublevación popular se extiende como un reguero de pólvora a Caracas y ciudades principales, es algo espontáneo e inesperado, baja la gente de los cerros, se levantan barricadas, se queman buses, se asaltan y saquean locales en busca de alimentos que luego se extiende a otros comercios, se multiplican los focos de agitación y la policía es incapaz de contenerlos, incluso parte de ella se identifica con la protesta y se limita a ordenar los asaltos bajo la condición de no provocar destrozos. Los diferentes canales de TV muestran en directo los saqueos y manifestaciones en las calles lo que alienta su extensión. El levantamiento adquiere el carácter de una insurrección popular de grandes dimensiones cuya carencia en lo formal es la falta de una conducción política pero que esta implícita en la conciencia colectiva.
El gobierno sorprendido inicialmente reacciona drásticamente, al ver superada a la policía se trasladan millares de soldados que operan en la frontera selvática de Venezuela a Caracas e inicia una cruenta represión contra la población actuando indiscriminadamente, se suspenden las garantías constitucionales y se decreta el toque de queda, cumple así la demanda de la cúpula empresarial, FEDECAMARAS: “aplicar medidas a fondo, pronto y sin restricciones”. Se invaden poblaciones, se utilizan armas de guerra contra cualquier ciudadano en la calle, se dispara contra viviendas de precaria construcción, se detienen y torturan jóvenes y viejos, se verifican allanamientos por doquier y aplica persecución política con resultado de más de tres mil muertos según organizaciones de derechos humanos que cifras oficiales reducían a 280. La Corte Interamericana de Derechos Humanos condeno la actuación del gobierno de Carlos Andrés Pérez por esta represión.
Se aplaca parcialmente la marea de protestas mientras se larva un cambio de calidad en la situación político social que madura velozmente, el gobierno y la elite de poder no es capaz de asimilar las causas de la inmensa conmoción que sacude el país, se barajan disímiles interpretaciones sociológicas sin adentrarse en las causas reales, se focaliza la condena en las manifestaciones externas en la violencia, saqueo, vandalismo y se orquesta un mensaje conciliador de reconstrucción de paz y convivencia de todos los venezolanos para avanzar en beneficio del bien común, los canales de televisión juegan un rol apaciguador es pos de “un futuro mejor para ricos y pobres”.
Se inicia un largo período de inestabilidad política, el gobierno maquilla algunas medidas para bajar la presión pero en lo fundamental no cede a las imposiciones del FMI y el descontento va in crescendo, con paros y demandas sociales, la Central de Trabajadores de Venezuela, CTV, controlada férreamente por el partido gobernante A.D. y que practicaba una suerte de macartismo sindical con las organizaciones que elevaban reivindicaciones de clase, en 31 años de control sindical no convoco a un paro, la vorágine le impone convocar a una huelga nacional el 18 de mayo de 1989 que paraliza a Venezuela e incrementa la ingobernabilidad.
Se conforman los resultados del estallido: es la primera insurgencia de masas contra las medidas del FMI, se derrota el paquete económico neoliberal, se termina el mito de la colaboración de clases sostenida por socialdemócratas y socialcristianos según el cual explotados y explotadores pueden convivir felices, emerge un sujeto político de cambios y se profundiza el debilitamiento de la institucionalidad surgida en 1958 con el Pacto de Punto Fijo que alterno por cuarenta años en el poder a los partidos sistémicos. Según el comandante Hugo Chávez la explosión social de 1989 incidió en la decisión del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 MBR-200[1], para emprender la sublevación de oficiales de febrero de 1992. De alguna forma iba materializándose el aserto leninista: “Sólo cuando >>los de abajo<< no quieren y >>los de arriba<< no pueden seguir viviendo a la antigua, sólo entonces puede triunfar la revolución. Dicho de otro modo, esta verdad se expresa con las siguientes palabras: “la revolución es imposible sin una crisis nacional, general (que afecte a explotados y explotadores)”[2].
En el desarrollo de la crisis del modelo neoliberal escalan los acontecimientos : el 4 de febrero de 1992 Hugo Chávez al mando de una unidad de oficiales jóvenes intenta una sublevación contra el gobierno la que es sofocada, asume la responsabilidad total siendo declarado culpable de rebelión militar y es encarcelado; en noviembre del mismo año hay otro intento de subversión militar ; en medio de la caótica situación Carlos Andrés Pérez es enjuiciado por la Corte Suprema acusado de malversación de fondos y fraude a la nación, es separado del cargo por el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1993 procediéndose a designar al senador Ramón José Velásquez Mujica como presidente interino entre el 5 de junio de 1993 al 2 de febrero de 1994. Convocada elecciones presidenciales es electo Rafael Caldera líder internacional democratacristiano, fundador de COPEI y la ODCA, de estrecha relaciones con la DC chilena y que durante su campaña justifica la fallida sublevación militar de Chávez manifestando: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y la democracia cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer”. Gobierna entre 1994 y 1999, en su mandato amnistía a los oficiales comprometidos en la sublevación entre ellos a Chávez quien funda el Movimiento Quinta República (MVR) iniciando el camino hacia la conquista del gobierno, siendo electo presidente el 2 de enero de 1999.
COMUNISTAS CHILENOS BAJO EL CARACAZO
Es legítimo hacer un paréntesis sobre los chilenos y comunistas en los días del Caracazo, la dictadura de Pinochet obligo a más de un millón de chilenos a abandonar el país, la diáspora también se constituyó en Venezuela que acogió fraternal y solidariamente en torno a cien mil chilenos, revestidos del aura mítica de Allende, Neruda, Víctor Jara y de los luchadores que heroicamente en el interior enfrentaban a la dictadura. Articulamos, recibimos y canalizamos a Chile la inmensa fuerza y apoyo de una gesta solidaria solo comparable con la que recibió el pueblo español concretando ayuda material, financiera logística y política, para impulsar esa magna tarea el Partido estructuro en muchos países los Coordinadores ,organismos equivalentes a una estructura regional que en Venezuela llego a contar con 28 células del Partido y otras tantas bases de la Jota, cada célula tenía la tarea de impulsar comités de solidaridad con la lucha en contra de la dictadura, en universidades, centrales sindicales, “urbanizaciones”, etc., aglutinando al mismo tiempo a los chilenos con o sin partidos que buscaban cobijo y relación con Chile.
Sumidos en el ambiente de agitación del “Caracazo”, los comunistas chilenos desarrollábamos en tierras de Bolívar el XV Congreso del Partido, torneo que escasos militantes habían vivido, se habían celebrado las asambleas de células e imperaba un inmenso interés participativo, en medio del fervor pre Congreso “regional” irrumpen arrolladoramente las manifestaciones del “Caracazo”, los delegados estimulados por el ejemplo del evento que se libraba en Chile bajo las condiciones del fascismo, no aceptaban postergar el torneo, consulto a la dirección central y explico que estábamos bajo ley marcial, sin garantías constitucionales e incluso bajo las acusaciones de un alto dirigente del partido gobernante, Sotero Rodríguez, que en televisión culpaba a “los sureños” refiriéndose a los exiliados del Cono Sur de la agitación reinante. Recibimos una escueta respuesta, “use su criterio compañero”, así reduciendo la participación por razones elementales de seguridad realizamos el XV Congreso ambientado por las convulsiones que sacudían al país, mismo torneo que en Chile culmino en mayo de 1989.
Como Partido analizamos el estallido del 27 de febrero con el senador Ramón J. Velásquez quien luego de la destitución de Carlos Andrés Pérez fuera designado Presidente interino de la República de Venezuela entre el 5 de junio de 1993 al 2 de febrero de 1994, nos señalo que las protestas y manifestaciones que se libraban en Chile contra Pinochet y que la televisión de Venezuela mostraba recurrentemente causando gran impacto comunicacional, en su criterio, habían incidido grandemente en el estallido social con proyecciones agregando una frase que se hizo recurrente: “desde el 27 y 28 de febrero, de 1989 el pueblo está en la calle”.
CHAVEZ GOBIERNA REVOLUCIONARIAMENTE
En el desarrollo ascendente de los cambios que conmueven a Venezuela Chávez es elegido presidente con abrumadora mayoría haciendo desaparecer del mapa político a los partidos sistémicos de la denominada Cuarta República, utilizando el vendaval de apoyo popular emprende de inmediato transformaciones radicales, su primer decreto convoca a una Asamblea Constituyente que redacta una nueva constitución plenamente democrática discutida en la calle por el conjunto del pueblo y aprobada por referéndum.
Se supera la concepción tradicional de la democracia representativa transformándola en protagónica y participativa proyectando el poder del Estado a la sociedad avanzando en su implementación con la creación de los Consejos Comunales, conformación de cooperativas y empresas de producción social, la moderna constitución incluye la disposición de la revocabilidad del mandato de todo representante electo por el pueblo incluido el presidente de la Republica.
En plano económico se recuperan para el para el país la riqueza petrolera, el acero, el cemento, financiando las políticas sociales, salud y educación gratuitas, viviendas dignas al tiempo que una nueva legislación laboral garantiza el derecho a huelga y a prestaciones sociales y extiende las pensiones de vejez para todos.
UNESCO declaro a Venezuela libre de analfabetismo y la FAO la señala territorio libre de hambre a más de haberse cumplido anticipadamente los llamados Objetivos del Milenio establecidos por 189 países de Naciones Unidos para el año 2015, son innumerables los logros que beneficial a las mayorías y que están registrados en diversas fuentes comprobables.
En el plano de la política internacional la Revolución Bolivariana ha impulsado con fuerza el ideario integracionista de Simón Bolívar cuya implementación practica ha significado un duro golpe al control hegemónico del imperialismo sobre “su patio trasero”, al tiempo que estimula la emergencia de gobiernos progresistas que con distinto énfasis aplican políticas antineoliberales confrontando al imperio, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, más sintonía política con Brasil y Argentina, conforman un nuevo cuadro en la correlación de fuerzas del continente transformándose en referente para los países del mundo que sufren la crisis sistémica del capitalismo. La emergencia del ALBA, UNASUR, CELAC, PETROCARIBE, el reforzamiento del MERCOSUR, los esfuerzos por la creación del Banco del Sur o el trascendental esfuerzo por romper el monopolio comunicacional de alienación colectiva creando TELESUR, son avances inimaginables hace una década y que adquieren un realce estimulante frente a la crisis que sacude a estados Unidos y Europa.
Los avances y logros de la Revolución Bolivariana son evidentes pero, sería de una subjetividad inexcusable no considerar críticamente los efectos sobre el proceso de la herencia instaurada decenios tras decenios en los gobiernos sistémicos que le precedieron ,el flagelo de la corrupción, la burocracia y negligencia indolente, el clientelismo, lacras que se asumían como naturales al manejo del aparato del Estado y en lo privado, al tiempo que la oligarquía por siempre tuvo a su servicio una burguesía que se especializo por generaciones en el manejo de la llamada cosa pública, hay manifestaciones que perviven en el proceso, ya en vida el comandante Chávez inicio su tratamiento y el presidente Maduro ha iniciado una franca ofensiva apoyado en las masas exigiendo además la eficacia, de allí la ofensiva del llamado “gobierno de calle”,. Es vital extirpar estos males en beneficio de la revolución.
Un trascendental logro de la Revolución Bolivariana es la reposición de las ideas del SOCIALISMO las que pugnan en el Continente y que al transcurrir del tiempo y la experiencia revolucionaria vivida, implícitamente son eco de las reflexiones criticas de Lenin en el IV Congreso de la Internacional Comunista cuando señalaba: “En 1921 aprobamos en el III Congreso una resolución sobre la estructura orgánica de los partidos comunistas y los métodos y el contenido de su labor. La resolución es magnífica, pero rusa casi hasta la médula; es decir, se basa en las condiciones rusas. Este es su aspecto bueno, pero también su punto flaco”[3]. Ese punto flaco no fue percibido debidamente por nosotros y ocasiono enfoques dogmáticos hacia el “centro rector” debilitando el sentido crítico. Hoy el reposicionamiento de las ideas socialistas es manifestación de una potente contraofensiva a la imposición arrolladora de las doctrina neoliberales luego del derrumbe de los socialismo reales, tiene el mérito de lo fresco en condiciones coetáneas, las elaboraciones en curso del naciente Socialismo del Siglo XXI se nutren de las ideas del marxismo leninismo, de los cuestionamientos de Trotsky, del enriquecimiento gramciano, fundiéndose con lo profundamente latinoamericano, el pensamiento Bolívar y los próceres de la gesta emancipadora de América, nutriéndose de los enunciados de Mariátegui al referirse a un socialismo que no sea calco y copia y por cierto debemos concurrir con las aportaciones de Luis Emilio Recabarren y lo pensado y actuado en cien años de existencia por el Partido Comunista de Chile, todo en el marco de la realidad del momento histórico que nos toca vivir en la vorágine del siglo actual, al fin, la síntesis del pensamiento revolucionario han contenido y deben contener lo mejor del producto de la inteligencia acumulada en la historia de la humanidad.
CHAVEZ ALLENDISTA A LOS CUARENTA AÑOS DEL GOLPE FASCISTA
Uno de los objetivos no alcanzados de los que se lamenta Fidel es no haber conocido a Ho Chi Ming, el mítico líder vietnamita. Hugo Chávez líder carismático y controversial, calificado como un “fenómeno del siglo XXI”, surgido como personaje del Macondo latinoamericano, consecuente revolucionario hasta el último día de su vida que a decir de Fidel “no luchó para vivir, vivió para luchar”, también quiso conocer a otro gran revolucionario, nuestro compañero Allende, lo manifestó muchas veces la última hace casi un año el 11 de septiembre de 2012 ante los medios de comunicación:
“Yo quería rendir un tributo a Salvador Allende y decir que lo que está ocurriendo en América Latina y aquí en Venezuela y en muchos otros países de nuestra América reivindica el esfuerzo, el sacrificio de aquel Presidente, de aquel compañero>> ¡cómo me habría gustado conocer a Salvador Allende!<<, al reflexionar sobre el golpe contra Allende por la burguesía chilena, con la participación de los medios de comunicación de la derecha…”¡¡Que viva Allende!! ¡¡Viva Allende y que viva el Socialismo!!”, exclama y sigue…
“Algunos, incluso del campo socialista y revolucionario, decían que era imposible la vía al socialismo por la vía electoral”.
“Lo que viene ocurriendo hoy en América latina reivindica el intento de Allende, del pueblo chileno”.
“Para un revolucionario, para un bolivariano, es imposible que esta fecha pase sin rememorarla, sin reflexionarla, sin levantar las bandera de la batalla y de la victoria”.
Las realizaciones del proceso bolivariano que abarcan a Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua por cierto Cuba que les antecedió y lo que ocurre en América, en sus realizaciones propias y en el contexto internacional tiene un tronco común que nos pertenece a todos y que ilumino la experiencia de la Unidad Popular en el Chile de Allende y que el programa de la UP para lo internacional señala: “Se promoverá un fuerte sentido latinoamericano y antiimperialista por medio de una política internacional de pueblos antes que de cancillerías”
“En el plano latinoamericano el Gobierno Popular propugnará una política internacional de afirmación de la personalidad latinoamericana en el concierto mundial”, y más adelante precisa “La integración latinoamericana deberá ser levantada sobre la base de economías que se hayan liberado de la formas imperialistas de dependencia y explotación”. Son definiciones que hoy encontramos en los postulados del ALBA, UNASUR, CELAC, del espíritu que anima a la integración y que derroto al ALCA imperial.
Allende fue un consecuente antiimperialista y latinoamericano cabal, un probado internacionalista, siendo presidente del Senado se jugó en resguardo de los voluntarios cubanos que habían luchado en la guerrilla con el Che en Bolivia acompañándolos a Haití, al iniciar su gobierno resistiendo las presiones de Nixon restableció las relaciones diplomáticas con Cuba e inicia relaciones comerciales con Vietnam entre otras medidas.
En discurso pronunciado ante el Congreso Pleno de Colombia en 1971 señalo: “Bolívar dijo de nosotros: “No somos europeos; no somos indios, sino una especie media entre aborígenes y españoles, una civilización que tiene su propia personalidad que hay que desarrollar, sin complejos de inferioridad”. Las palabras del libertador nos señalan el mandato que debemos seguir: crear de nuevo la fuerza de nuestra cultura. Reivindicar la cultura latinoamericana, sin sentirnos inferiores. Al contrario, orgullosos de los aborígenes que trazaron los caminos iniciales de nuestra raza”, precisando más adelante, “…Necesitamos el esfuerzo común y colectivo. Necesitamos que las fronteras se hagan pequeñas, no para recibir la influencia de un régimen a otro, sino para fortalecer en la unidad y la lucha combatiente una América Latina. Necesitamos establecer el estatuto del hombre latinoamericano. Que sea nuevo, autentico, con los derechos de nuestros pueblos, levantando su propia voz sin estar sometidos a tutelajes o presiones de orden político o económico. Queremos una carta de América Latina que sea la quisieron los padres de la independencia, como guía señera de la unidad del continente”.
A cuarenta años del golpe fascista el legado de Allende, el de la obra magnifica del pueblo de Chile al constituirse en Gobierno pervive y esta presenta en a la Revolución Bolivariana y en los procesos liberadores de América, de allí la admiración del comandante Chávez por el presidente mártir.
EL INTERNACIONALISMO Y LA SOLIDARIDAD, TRADICION DE CLASE
El Partido Comunista de Chile desde sus orígenes ha desarrollado con vigor el internacionalismo y la solidaridad con las causas que se libran más allá de la Cordillera de los Andes, por ello en muchas épocas fue acusado de “secta internacional”. El naciente Partido Obrero Socialista reivindico el significado de la revolución rusa, un 7 de noviembre de 1921 en mitin callejero celebrando la conmemoración Recabarren condena además desde la tribuna a Estados Unidos por la sentencia contra los trabajadores anarquistas Sacco y Vanzetti; en 1923 lucidamente los comunistas en ciernes rechazan la realización en Chile de la V Conferencia Panamericana por el rol imperialista en ella luego en 1926 darían forma a la Liga Anti Imperialista cuyo objetivo central era solidarizar con los pueblos que sufrían agresiones de las potencias capitalistas y denunciar a Estados Unidos y su maniobras para subyugar a América Latina, entre ellas la intervención en Nicaragua y la heroica lucha de Sandino.
En torno a la celebración del Centenario de la Batalla de Ayacucho en 1924, el naciente Partido Comunista, es llamado a realizar demostraciones antiimperialistas; entre 1924 y 1926 Recabarren, realiza gestiones para lograr el reconocimiento del naciente estado soviético, los diputados comunistas presentan un proyecto de acuerdo en la Cámara de Diputados que es rechazado.
Más adelante el Partido impulso acciones solidarias por salvar la vida de matrimonio Rosemberg, en apoyo a los republicanos españoles, contra la guerra de Vietnam, por la revolución egipcia dirigida por Nasser, denunciando la agresión a Guatemala presidida por Jacobo Arbenz, contra el crimen del patriota africano Patrick Lumumba, en apoyo a la Revolución China, desde siempre con la Revolución Cubana, solidaridad con los presos latinoamericanos, Luis Carlos Preste, Antonio Maidana, Jesús Farías y muchos otros, siempre solidarizando y denunciando.
Sobre lo internacional y la solidaridad en nuestra vida partidaria y con el rigor característico, siempre al iniciar un informe político -predominantemente escrito-, a las células, a los Comités Locales, hoy Comunales, a los Regionales y en el propio Comité Central, partíamos mirando al mundo, sus convulsiones, sus problemas, los avances y retrocesos, eso lo aterrizábamos dialécticamente a nuestra realidad, discutíamos, elaborábamos y nos enriquecíamos para proyectar lo propio. Hoy por las exigencias de lo inmediato, de la inmensa contingencia que debemos enfrentar producto de la gravitación que ha logrado el desarrollo de nuestra política, esa rica y potente práctica se ha debilitado justo cuando el neoliberalismo ha impuesto la globalización que tiende a extinguir incluso a los Estados Nacionales e imponer una gobernabilidad desde las corporaciones , todo fenómeno que ocurre en cualquier punto del globo afecta al conjunto, es imperioso que nuestro Partido, a sus 100 años, se haga eco de la sabiduría acumulada, vibrando más con el acontecer internacional, superando la tendencia a encerrarnos en la burbuja absorbente que se proyecta entre Los Andes y el Pacifico, se requieren más esfuerzos para atender lo internacional y la solidaridad, que no se manifieste solo cuando surjan crisis o ante agresiones del imperialismo, no es que no hagamos, las exigencias son mayores.
En lo que respecta a la Revolución Bolivariana, los comunistas chilenos percibiendo la trascendencia del proceso en gestación y su gravitación estratégica, en julio del 2001 y con la presencia del presidente Chávez dimos forma al Comité Bolivariano de Solidaridad con Venezuela junto a socialistas, miristas, trotskistas, militantes DC, independientes, esto en medio de grandes confusiones principalmente por que el conductor era militar y estaba fresca la dictadura de Pinochet, el trabajo ha tenido períodos de significativa convocatoria y en torno a él han surgido agrupaciones como el Congreso Bolivariano de los Pueblos que en su momento aglutino a más de 40 organizaciones sociales y políticas, COMBOL con altos y bajos en su accionar ha tenido el mérito de la persistencia la amplitud y sentido político internacionalista.
Con la desaparición del comandante Hugo Chávez se han intensificado con mayor agresividad los ataques al gobierno presidido por Nicolás Maduro, buscando deslegitimarlo, al no lograr resultados con las provocaciones internas para desestabilizar al gobierno, inician una campaña internacional dirigida desde el Departamento de Estado norteamericano para construir una matriz de opinión que criminalice al Gobierno y cree el ambiente para una intervención extranjera en la perspectiva de romper el eje rector de la integración.
La reciente venida de Capriles a Chile en busca de apoyo del pinochetismo y los sectores más reaccionarios de la DC para crear una base de apoyo a las maniobras golpistas, fue rechazada enérgicamente en el frontis del Ex Congreso por una abigarrada concurrencia de diversos sectores sociales y políticos en cuya convocatoria jugo un rol importante el Partido, el hecho muestra un avance en la construcción de la conciencia solidaria y el rechazo a las manifestaciones fascistas, pese a las diferencias incluso encontradas de los grupos participantes hay un signo positivo, la Revolución Bolivariana actúa como centro convocante y aglutinador y es reflejo del ingreso de un nuevo ciclo político-social iniciado por las protestas estudiantiles, el resultado de las primarias presidenciales y el exitoso paro de la CUT, así los hechos políticos, sociales y solidarios van conjugando una nueva realidad en el país.
Finalmente así como en Venezuela se han recogido y estudiado las experiencias positivas y negativas del gobierno popular de Allende que han enriquecido los basamentos comunes para el cambio, lo que ocurre en la tierra de Bolívar debe ser también recogido y analizado por nosotros, la moderna constitución, los pasos para la Asamblea Constituyente, la incursión internacional, la recurrencia a los mecanismo electorales en beneficio de los cambios involucrando a las mayorías incluido los jóvenes el rol de las Fuerzas Armadas, son algunos de los aspectos que debemos examinar críticamente para nuestra tarea de construcción de convergencia social y política para los cambios que Chile necesita y será el más contundente aporte a la nueva realidad que surge en América.
[1] Movimiento cívico militar creado por Chávez en 1982
[2] V.I. Lenin, La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, en Obras escogidas, Tomo 3, Editorial Progreso, Moscú, 1979, p. 405
[3] V.I. Lenin, V Congreso de la Internacional Comunista, Obras Escogidas, Tomo 3 Pág. 753
(*) Miembro Comisión Internacional PCCH. Artículo publicado en Revista Principios del PCCH en edición actual dedicada a los 40 años del golpe fascista.