La historia del ingeniero que pidió US$10.000 y lo justificó como 1US$ para girar el tornillo y US$9.999 para saber como girarlo, es verídica, sólo con ligeras variantes.
Ese famoso ingeniero existió y se llamaba su nombre es Charles Proteus Steinmetz (1865-1923), un genio incomprendido de la ciencia, en la misma época en que también lo era Nicola Testla.
Una vez, su camino se cruzó con el de Henry Ford
En su planta de River Rouge había un problema técnico con un enorme generador, y sus ingenieros de no lograban determinar el origen del problema.
Sabedor de su existencia, el propio Ford recurrió a Steinmetz en busca de ayuda.
Cuando el «pequeño gigante» llegó a la fábrica, rechazó cualquier tipo de ayuda y exigió una libreta, un bolígrafo y un catre.
Pasó dos días y dos noches en la usina, escuchando el ruido del generador, mientras realizaba innumerables cálculos, extraños y complicados.
De pronto, exigió una escalera, una cinta métrica y una tiza.
Con esfuerzo considerable, dada la displasia de joroba y el encogimiento de hombro que padecía, subió por la escalera, hasta llegar a la parte superior del generador.
Luego, calculó un punto preciso en la superficie de la enorme máquina, usando la cinta métrica, donde hizo marcó una x con tiza.
Bajó la escalera y explicó a los escépticos ingenieros, que dedbían retirar la placa lateral, desmontar la bobina del generador y quitarle 16 vueltas de cable, comenzando desde el lugar exacto donde había hecho su marca de tiza.
Ante el asombro de los ingenieros de Ford, cuando hicieron las correcciones, el generador volvió a funcionar perfectamente.
Posteriormente, Ford recibió una factura de diez mil dólares, firmada por Steinmetz de General Electric.
El célebre empresario estadounidense se la devolvió, reconociendo el excelente trabajo realizado por el genial ingeniero alemán, pero respetuosamente pidiéndole una factura más detallada. Convéngase que diez mil dólares era una suma astronómica para la época.
Steinmetz devolvió la factura con arreglo al siguiente detalle:
– Marca de tiza en el generador: US$1
– Saber dónde marcar: US$ 9.999
Total a pagar: US$10,000
La cuenta fue pagada. En silencio, sin protestas ni dilaciones.
Un genio olvidado
Charles Proteus Steinmetz, considerado uno de los padres de la electricidad, tenía un físico deforme y una inteligencia fuera de serie. Fue un matemático e ingeniero eléctrico alemán y profesor en el Union College. Fomentó el desarrollo de la corriente alterna que hizo posible la expansión de la industria eléctrica en Estados Unidos, formulando teorías matemáticas para los ingenieros.
Karl August Rudolf Steinmetz nació en el seno de una familia alemana humilde -su padre era empleado ferroviario- y de raigambre socialista. Durante su etapa universitaria destacó en matemáticas y física, amen de su activa militancia socialista.
En varias ocasiones tuvo que recluirse en la clandestinidad –en donde adoptó como nombre de guerra “Proteus”- para no ser detenido por la policía. Hastiado de la situación política del momento decidió poner agua de por medio y refugiarse en Estados Unidos, donde añadió a sus nombres de pila el de Proteus.
Cuando Steinmetz llegó a Estados Unidos descubrió que dos de las mentes más despiertas del momento, Edison y Tesla , debatían con ahínco los beneficios de la corriente alterna y continua. El genio alemán se decantó por la corriente alterna.
Genio y figura
En Estados Unidos adoptó la forma inglesa de su primer nombre y como segundo Proteus, el apodo que de niño le dieron sus profesores en alusión a Proteo, el sabio y multiforme dios marino cuya forma real es un anciano jorobado, que aparece en la Odisea. Padecía cifosis y displasia de cadera, una discapacidad física que le daba un figura contrahecha y una estatura de solo 1,50 m, pero siempre fue apreciado por su inteligencia y sentido del humor. Aunque gustaba de la familia y los niños, prefirió no casarse por temor a que sus vástagos heredasen su discapacidad, pues su padre y su abuelo también la padecían.9
Cuando su asistente y amigo Joseph LeRoy Hayden se casó, Steinmetz le ofreció venirse a vivir a su amplia casa. Aunque al principio reticentes, los esposos aceptaron. La convivencia fue exitosa, al punto de que el profesor acabó adoptando formalmente a LeRoy y ejercía como abuelo para los tres hijos fruto del matrimonio, a los que dejaba a sus anchas por su laboratorio e invernadero.12
En el otoño de 1923 viajó con su familia en tren al oeste, deteniéndose para ver el Gran Cañón, Yosemite y a Douglas Fairbanks en Hollywood. Charles Proteus Steinmetz murió de regreso a su casa mientras dormía, por un fallo cardíaco el 26 de octubre de 1923 y fue enterrado en el cementerio Vale, en Schenectady, Nueva York.13
Legado
Hizo descubrimientos en la comprensión del universo que permitió a los ingenieros diseñar mejores equipos de aparatos electromagnéticos, incluidos especialmente transformadores y los motores eléctricos para uso industrial. En 1894 diseñó la primera central hidroeléctrica trifásica de Norteamérica.
En el campo de la geometría, estudió los sólidos resultado de la intersección de cilindros, conocidos como sólidos de Steinmetz en su honor. Cuando murió, tenía registradas más de 200 patentes a su nombre.
La «ecuación de Steinmetz», deducida de sus experimentos, define la energía térmica aproximada debida a la histéresis magnética liberada, por ciclo por unidad de volumen de material magnético.
Un Sólido de Steinmetz es el cuerpo sólido generado por la intersección de dos o tres cilindros de igual radio en ángulos rectos.
La teoría del circuito equivalente de Steinmetz todavía se usa ampliamente para el diseño y prueba de motores de inducción.
Uno de los premios más meritorios que la IEEE otorga, por aportes a la normalización, dentro del campo de la ingeniería eléctrica y electrónica, es llamado en honor a Steinmetz, el Premio Charles Proteus Steinmetz.
Su relación con la Union College es celebrada con el Symposium anual Steinmetz, un evento de un día, en el cual los estudiantes de pregrado hacen presentaciones de sus investigaciones.