Usando un misil termodirigido los yihadistas de Estado Islámico derribaron un avión del ejército jordano en el norte de Siria e hicieron prisionero a su piloto. La acción, reconocida por los jordanos, es la primera de esta magnitud en contra de la coalición que lucha contra el autodenominado Estado Islámico (EI) y que lidera Estados Unidos. El avión, un F-16 tripulado por el piloto Maaz al-Kassasbeh, un dbteniente de 26 años, fue abatido con un misil tierra-aire equipado con un detector infrarrojo, que permite detectar fuerzas de calor, como el reactor de la aeronave.
Durante este año, el EI ha ido expandiendo sus áreas de dominio a sangre y fuego, en una lucha por hacer del islamismo la única religión posible.
Desde que en junio pasado lanzara una ofensiva sobre la ciudad irakí de Mosul y llegara hasta pocos kilómetros de Bagdad, anunciando el establecimiento de un califato bajo el liderazgo de Abu Bakr al-Baghdadi, su ocupación territorial ha ido creciendo. Ha conquistado zonas del este de Siria y buena parte del norte y oeste de Irak, ha consolidado el control de media docena de campos petroleros y otras instalaciones relacionadas con esa industria y ha anunciado la acuñación de su propia moneda. Además creó el Banco Financiero Musulmán para gestionar la economía del califato.
La intención declarada de EI es, por un lado, imponer un Estado que acabe con las fronteras establecidas por las potencias coloniales, especialmente Gran Bretaña y Francia.
Como indica el experto Ahmed Rashid, «los líderes del EI buscan eliminar todas las minorías musulmanas y no musulmanas de Oriente Medio (…) y cambiar completamente la composición étnica, tribal y religiosa de la región».
Jordania confirmó que uno de sus aviones había «caído» durante una misión militar llevada a cabo el miércoles por la mañana por varios aviones de la fuerza aérea jordana contra los refugios de la organización terrorista EI en la región siria de Raqa, que es blanco de ataques aéreos de la coalición y del ejército sirio.
«Uno de nuestros aparatos cayó y el piloto fue hecho rehén», informó una fuente de la comandancia general de las fuerzas armadas jordanas citada por la agencia Petra.
Se trataría de Maaz al-Kassasbeh, un subteniente de 26 años, que sobrevivió al derribo de su aparato, supuestamente un F-16. La rama del EI en Raqa, «capital» del grupo extremista que controla extensas zonas en Irak y Siria, publicó en páginas web afines imágenes de combatientes junto al rehén.
Una de las fotografías muestra al piloto, vestido sólo con una camisa blanca y llevado por cuatro hombres que lo sacan del agua. En otra, se le ve en el suelo rodeado por una docena de hombres armados.
Con un misil suelo-aire
En el pie de foto de la imagen difundida por el EI se indica que el aparato fue derribado con un misil suelo-aire equipado de un detector infrarrojo, que permite detectar fuerzas de calor (en este caso, el reactor del avión).
Para Rami Abdel Rahmane, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), el aparato fue derribado por un misil suelo-aire, «presumiblemente de fabricación rusa sustraído a los rebeldes».
Eliot Higgins, experto en el armamento empleado en el conflicto, concuerda con que el EI posee misiles de fabricación rusa y china, entre los cuales el más extendido es el Sam-7 ruso, que se lleva al hombro.
El joven piloto acababa de salir de la escuela del Ejército del Aire Rey Husein y se había casado recientemente, según la web jordana Saraya. Su padre, Yusef al-Kasabeh, indicó que el jefe del Ejército del Aire jordano le había asegurado que el monarca en persona supervisaba los esfuerzos para rescatar a su hijo.
Nael Mustafá, un militante presente en Raqa, dijo en una conversación por internet que los yihadistas se encontraban divididos sobre la suerte del rehén. «Los chechenos quieren matarlo, pero los iraquíes quieren mantenerlo con vida. Desde hace un tiempo, hay discusiones entre ellos sobre quién debe tener el mando», explicó.
Según este militante, la decisión será tomada por el Consejo Consultivo, una instancia donde están representadas todas las nacionalidades presentes en el EI.
El derribo del aparato se produce tres meses después del inicio de los ataques de la coalición internacional en siria, y más de un mes después del lanzamiento de una campaña similar en Irak.
Estados Unidos, que dirige la coalición, ha realizado el 85 % de las incursiones aéreas en Siria, que han matado a más de un millar de yihadistas, según el OSDH, y han obligado a recular al EI en la ciudad sirio-kurda de Kobane, en el norte del país.
Además de Estados Unidos y Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin participan en los ataques en Siria. Australia, Bélgica, Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Francia y Holanda participan en los bombardeos en Irak.
En este país, un kamikaze mató el miércoles a 26 combatientes que luchan contra el grupo Estado Islámico (EI) al hacerse estallar al sur de Bagdad, informaron las autoridades.
El ataque, que también causó 56 heridos, se produjo cerca de una base militar en la zona de Madaen, al sur de Bagdad, donde miembros de las milicias antiyihadistas Sahwa se habían congregado para cobrar sus salarios.
El atentado no ha sido reivindicado pero este tipo de acciones suele ser obra de yihadistas sunitas, principalmente del grupo EI..