El Estado Islámico (EI) ha creado una despiadada religión que no tiene nada que ver con el islam. La crueldad del grupo terrorista no es nada diferente de las crueles invasiones de Occidente a otros pueblos, afirma Jürgen Todenhöfer, un periodista alemán que pasó diez días dentro del movimiento yihadista.
«Una de las estrategias del EI es la limpieza religiosa, matar millones de personas de otras religiones. De hecho el EI ha creado su propia religión que no tiene nada que ver con el islam. Si el Estado Islámico es el islam, el Ku Klux Klan es el cristianismo. La organización yihadista tiene tanto en común con el islam como una violación con el amor», afirmó en una entrevista con la revista alemana ‘Wirtschafts Woche’ el periodista y escritor Jürgen Todenhöfer.
«En realidad el EI es antiislámico, por lo que debería llamarse Estado Antiislámico», agregó Todenhöfer, conocido por ser el primer occidental que ha entrevistado a yihadistas dentro del EI. Además, el periodista asegura que no existe ninguna diferencia entre la crueldad mostrada por el grupo terrorista con la de las invasiones occidentales en Oriente Medio.
«De forma cruel el Estado Islámico pone de relieve los hechos que Occidente cuidadosamente trata de ocultar. Nos quedamos impactados por la bárbara crueldad del EI, pero pensamos que nuestras guerras libradas muy lejos de nuestros hogares en Oriente Medio), son puras y nobles», criticó.
«Un millón de personas murieron durante la invasión a Irak y sus cuerpos fueron desgarrados por las bombas estadounidenses, pero nunca enfocaron nuestra atención hacia esos hechos. El Estado Islámico pretende suscitar miedo y pavor como lo hizo [el expresidente de EE.UU.] George W. Bush en Irak», continuó Todenhöfer. El periodista alemán citó en su entrevista las palabras de un yihadista: «Sí, somos crueles. Pero nosotros lo hacemos abiertamente, mientras que ustedes lo hacen en secreto».
Asimismo Todenhöfer afirmó que la actual situación en esa región es fruto de la nefasta ‘guerra contra el terrorismo’ lanzada hace 14 años por EE.UU. y sus aliados. «El terrorismo es una ideología a la que no se puede disparar o bombardear. Solo cuando dejemos de lanzar bombas y dejemos de apoyar gobiernos corruptos y dependientes de Occidente se podrá vencer al terrorismo», finalizó.
Cómo Estados Unidos ayudó al Estado Islámico convertirse en un gran monstruo
«Hay elementos extraordinarios en la actual política de EE.UU. en Irak y Siria que, sorprendentemente, están atrayendo escasa atención», escribe Cockburn en su libro ‘The Jihadis Return: ISIS and the New Sunni Uprising’ (‘el retorno de los yihadistas: EIIL y el nuevo levantamiento sunita’), que cita en un artículo publicado en la revista ‘Mother Jones’. Cockburn —corresponsal en Oriente Medio para ‘The Independent’— hace hincapié en que en Irak Washington está llevando a cabo ataques aéreos y envía asesores y entrenadores a la capital kurda, Erbil, para ayudar a hacer retroceder el avance del Estado Islámico (EI).
No obstante, en Siria la política de EE.UU. es exactamente la contraria: allí el principal oponente de los insurgentes del Estado Islámico es el Gobierno sirio, apoyado en su lucha por los kurdos sirios en sus enclaves del norte. Ambos están bajo los ataques de los radicales del EI, que han tomado alrededor de una tercera parte del territorio del país, incluyendo la mayor parte de sus instalaciones de producción de petróleo y gas, asegura el autor.
La estrategia de EE.UU., de Europa occidental, Arabia Saudita y los países del Golfo es derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad, único bastión de la lucha contra el EI y otros yihadistas en Siria. «Si Al Assad se va el EI sale beneficiado, puesto que derrotará o absorberá lo que queda de la oposición armada siria», afirma el periodista.
«Pronto el nuevo califato puede extenderse desde la frontera iraní hasta el Mediterráneo y la única fuerza que, posiblemente, puede evitar que esto suceda es el Ejército sirio», señala Cockburn. Sin embargo, la línea estratégica de EE.UU. es apoyar al Gobierno de Irak en su lucha contra el Estado Islámico pero dejar al de Siria fuera de juego o incluso tratar de eliminarlo, indica el corresponsal.
Una de las razones principales por las que el Estado Islámico ha sido capaz adquirir tanta fuerza en Irak es que el grupo radical puede recurrir a recursos y combatientes en Siria, revela el autor.
Además, no todo lo que salió mal en Irak fue culpa del primer ministro Nuri al Maliki, a quien actualmente políticos y medios occidentales han convertido en un chivo expiatorio, declara el escritor. «Políticos iraquíes me han estado diciendo durante los últimos dos años que el apoyo extranjero para la revuelta sunita en Siria inevitablemente desestabilizará su país también. Esto es lo que ha sucedido ahora», concluye el corresponsal.
Aviones de Estados Unidos suministran dinero y armas al Estado Islámico
Aviones de la Fuerza Aérea de EE.UU. realizan vuelos regulares a los aeropuertos controlados por el Estado Islámico suministrando armas, dinero y alimentación a los terroristas, declaró este domingo el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Irán, Hasán Firuzabadí.
«Hemos recibido informes de que aviones estadounidenses aterrizan y despegan desde aeropuertos controlados por el Estado Islámico», afirmó Hasán Firuzabadí citado por TASS.
«EE.UU. no debería suministrar armas, dinero y alimentos al Estado islámico» y luego pedir disculpas por haberlo hecho, supuestamente, por error. Los estadounidenses han afirmado de palabra que quieren hacerle frente al EI pero lo que vemos en realidad es que solo están llevando a cabo un reconocimiento militar», dijo Firuzabadí.
«Si los Estados Unidos son honestos cuando aseguran que no contribuyeron a la creación del Estado Islámico podrán vencer fácilmente a este grupo terrorista», aseveró el general.