En Washington, ocho senadores – demócratas y republicanos – presentaron una propuesta de ley para poner fin a todas las restricciones de viajes de estadounidenses hacia la isla. La semana próxima, un congresista republicano y otro demócrata introducirán una iniciativa paralela en la Cámara de Representantes. Las propuestas son el primer paso de la batalla que se dará en el Capitolio para levantar el bloque que durante medio siglo EE.UU le ha impuesto a Cuba.
El senador demócrata Dick Durban, uno de los patrocinantes de la iniciativa señaló: “Eliminemos esta restricción. Hay apetito entre los estadounidenses por viajar a Cuba”
La propuesta de ley es la primera que se lleva al Congreso luego de las conversaciones sostenidas la semana pasada en La Habana, cuando altos personeros, acatando la voluntad expresada por los presidentes Obama y Castro, pusieron sobre la mesa de diálogo una pauta para poder recomponer las relaciones entre ambos países.
Las dos partes – Washington y La Habana – reconocen que las negociaciones sólo podrán avanzar cuando termine el bloqueo a la isla. Y eso sólo puede hacerlo el Congreso. Aunque el presidente Obama ya ha flexibilizado por orden ejecutiva parte de las restricciones de viajes, el turismo a la isla como tal sigue estando formalmente prohibido, algo que busca acabar esta propuesta de ley que ahora inicia un largo camino legislativo.
El senador republicano Jeff Flake, uno de los coautores de la iniciativa, afirmó que con ella comienza también el camino para acabar con unas sanciones que no han funcionado. El fin del embargo “va a llegar”, aseveró. “Acabar con todo (el embargo) va a llevar más tiempo, pero creo que la prohibición de viajes terminará muy pronto”, porque la población estadounidense lo apoya de manera abrumadora. Sin embargo no esta claro que los representantes lo vean del mismo modo.
Pese a todo hay optimismo. Hace unos días seis senadores republicanos -entre ellos el “presidenciable” Rand Paul- firmaron junto con Flake una carta enviada a Obama apoyando su cambio de rumbo con Cuba y prometiendo trabajar en el Congreso para “modernizar” la política estadounidense hacia la isla.
Pero la verdad es que todo es incógnita en el Capitolio. Ni los demócratas saben – o por lo menos no lo han revelado – cuántos de ellos respaldan el nuevo trato. Sólo se conocen algunas posiciones personales; como la del senador republicano Marco Rubio o la congresista Ileana Ros-Lehtinen, ambos de origen cubano, que han denunciado como “concesión” cualquier paso que se dé hacia la isla, una posición que comparte el senador demócrata Bob Menéndez.
Tanto Flake como los otros promotores de la iniciativa -los demócratas Durbin, Patrick Leahy, Tom Udall y Sheldon Whitehouse, así como los republicanos Jerry Moran, John Boozman y Michael Enzi, que también firmaron la carta a Obama- son conscientes de que los cambios en Cuba no se producirán “de la noche a la mañana”.
“No hay garantías de que esto vaya a llevar democracia (a Cuba) este año o el próximo, pero creo que así es mucho más probable que se establezcan las condiciones para que la democracia llegue más rápido”, resumió Flake. “Hemos impedido los viajes y no ha funcionado. Es hora de intentar algo nuevo”.
