Este miércoles, el multimillonario estadounidense John McAfee, creador del famoso antivirus que lleva su apellido, apareció muerto en la celda que ocupaba en una prisión de Barcelona.
Los servicios médicos de la prisión han tratado de reanimarlo pero finalmente han certificado su muerte. «La comitiva judicial se ha desplazado el centro penitenciario e investiga las causas del deceso. Todo apunta a que podría tratarse de una muerte por suicidio», han asegurado en un comunicado.
Esa misma mañana la Audiencia Nacional había dado finalmente el visto bueno para extraditar McAfee en Estados Unidos, por supuesta evasión de impuestos al haber ocultado presuntamente elevados ingresos entre los años 2016 y 2018.
McAfee fue arrestado en octubre en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, cuando se disponía a coger un vuelo a Estambul y desde entonces está en prisión preventiva, después de que el tribunal hubiese rechazado también su última petición de libertad al considerar que el «riesgo de fuga continúa siendo evidente» y que no tiene «ningún signo apreciable de arraigo».
Durante la vista de extradición, el empresario, cuya deuda tributaria Estados Unidos se elevaba a más de cuatro millones de dólares, aseguró haber pagado «millones de dólares en impuestos» y dijo ser víctima de una persecución política por haber denunciado corrupción en la agencia tributaria.
Según RT, Edward Snowden, ex-colaborador de la CIA, tras conocer la noticia del fallecimiento de McAfee defendió a través de su perfil de Twitter que:
«Europa no debería extraditar (a EE.UU.) a los acusados de delitos no violentos a un sistema judicial tan injusto y a un sistema penitenciario tan brutal que los acusados nativos preferirían morir antes que someterse a él. Julian Assange podría ser el siguiente. Hasta que se reforme el sistema, la moratoria debe permanecer».
Europe should not extradite those accused of non-violent crimes to a court system so unfair—and prison system so cruel—that native-born defendants would rather die than become subject to it. Julian Assange could be next.
Until the system is reformed, a moratorium should remain. https://t.co/tUociySmVy
— Edward Snowden (@Snowden) June 23, 2021
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, señaló a través de su cuenta de Telegram estar totalmente de acuerdo con las declaraciones de Snowden:
«Estoy de acuerdo con Edward al 100 %. Assange ha sido presionado, torturado, y ahora no tenemos ni idea de lo que le están haciendo. Luego, los anglosajones emitirán un comunicado de prensa».
Fuente: Spanish Revolution
El atroz e interminable calvario de Julian Assange
Julian Assange permanece privado de libertad desde 19 de junio de 2012, cuando solicitó asilo en la embajada de Ecuador en Londres, acusado de delito sexual en Suecia.
El 11 de abril de 2019, el despreciable, corrupto y traidor, el mil veces maldito Lenin Moreno, le asestó una rastrera cuchillada al derecho internacional, al retirarle el asilo a Assange, y entregarlo a la policía.
Desde entonces, permanece preso en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh en el sur de Londres, en régimen de estricto aislamiento, a la espera de la apelación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, a la decisión de la jueza Vanessa Baraitser de la Corte de Magistrados de Westminster, de denegar la extradición a Estados Unidos, por riesgo de suicidio; que puede tomar años.
En la prisión de Belmarsh, se le aplican a Assange condiciones de aislamiento propias de grandes terroristas, cuando es un periodista en prisión preventiva. Se le mantiene 23 horas diarias en soledad y tiene 45 minutos para hacer ejercicio en un patio de cemento. Cuando sale de su celda, «todos los pasillos por los que pasa son evacuados y todas las puertas de las celdas se cierran para garantizar que no tenga contacto con otros reclusos.»
De llegar a ser extraditado a Estados Unidos, arriesga una condena de 175 años de presidio, fundada en arbitrarios cargos de espionaje.
Esta potencialmente letal persecución contra la libertad de expresión, esta bárbara violación de sus derechos, se reproducen cada día en que Assange permanece en prisión, en las condiciones descritas, ante la impotencia del sistema internacional de defensa de los derechos humanos, la impavidez de la opinión pública y el silencio cómplice de los medios de comunicación; a pesar de que nadie ignora que el motivo real de esta ciega e irreductible embestida ad hóminem, consiste en la venganza de la aún primera potencia mundial, por la horrorosa verdad desclasificada por Wiki Leaks.
En estas condiciones, como señaló Zajárova, no extrañaría el comunicado de prensa anglosajón, anunciando el deceso, objetivo largamente buscado, por causas que se investigan…
John McAfee, el pionero de los antivirus que huyó de EE.UU. y acabó muriendo en España
De leyenda de la tecnología a fugitivo en el Caribe. De un rancho rural del Tennessee a candidato a la Casa Blanca. De profeta del bitcoin a prófugo de la justicia estadounidense.
La excéntrica vida del multimillonario estadounidense John McAfee llegó este miércoles a su fin. Los funcionarios de una prisión en la que se encontraba detenido en Barcelona, España, lo encontraron muerto en lo que consideraron preliminarmente como un suicidio.
El deceso del pionero de los antivirus, de 75 años, se conoció pocas horas después de que la Audiencia Nacional de España diera el visto bueno para extraditarlo a Estados Unidos, donde está desde hace años acusado de evasión de impuestos.
Se había dado a la fuga en enero de 2019, cuando autoridades de Washington comenzaran a buscarlo luego de que él mismo confesara que no había pagado impuestos por más de 8 años por considerarlos «injustos».
Desde entonces se declaró un «perseguido» y «víctima de un exilio obligado» que lo llevó de periplo por islas del Caribe y que culminó con su detención en octubre pasado en el aeropuerto de Barcelona, cuando trataba de volar a Turquía.
Un tribunal español le había negado antes su última petición de libertad condicional, tras considerar que el «riesgo de fuga» continuaba «siendo evidente» y que no tenía «ningún signo apreciable de arraigo».
Una vida a la fuga
El último viaje que lo llevó a una cárcel en España y finalmente a su muerte comenzó en enero de 2019, cuando se escapó de EE.UU.
Llegó primero a Bahamas y de ahí también huyó tras alegar que estaba «perseguido» por la CIA.
Viajó entonces a Cuba, donde fondeó su yate en la exclusiva Marina Hemingway, y desde donde día a día publicaba fotos, videos y comentarios sobre tabaco, restaurantes, bebidas costosas y fiestas.
En La Habana, de hecho, anunció que establecería su cuartel tropical para las elecciones de 2020, su segundo intento de llegar a la Casa Blanca, con una campaña basada en las criptomonedas y el libre comercio.
Poco después anunció que estaba otra vez «en el mar» y fue detenido unas semanas mas tarde con armamento y más de US$80.000 en efectivo en República Dominicana.
Fue liberado y su destino volvió a ser desconocido por meses, hasta que anunció que estaba en Londres, su último paradero hasta la detención en Barcelona.
Otras fugas
No fue la primera vez que el fundador de McAfee Associates tuvo que esconderse y andar fugitivo.
En 2012, también fue considerado prófugo por las autoridades de Belice, donde residía entonces.
Huyó del país centroamericano tras ser considerado «persona de interés» en el homicidio del también estadounidense Gregory Faull, su vecino, con quien tenía supuestamente una disputa por unos perros.
Entonces, se tiñó el cabello y la barba, se pintó los dientes y se puso goma de mascar en las encías para que no pudieran reconocerlo. Según contó a la revista Wired, se escondió incluso en cajas enterradas bajo arena para evadir a la policía.
Escapó a Guatemala y fue deportado de allí a EE.UU.
Según contó, fue en su primera noche tras ser extraditado cuando conoció en Miami Beach a su última esposa, Janice McAfee, luego de que esta le ofreciera sus servicios como prostituta.
Se casaron poco después y se asentaron en un rancho rural de Tennessee, desde donde el informático lanzó su primera campaña por la presidencia en 2016 por el Partido Libertario, aunque su candidatura no progresó.
Ciudadano de dos países
A pesar de su acento sureño, el empresario nació en una base militar de EE.UU. en Inglaterra, hijo de una británica que conoció a un soldado estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
De joven se mudó a Virginia, donde tuvo una infancia problemática: su padre era un alcohólico que se suicidó cuando McAfee tenía 15 años.
Él mismo no tardó en comenzar a beber en exceso y consumir drogas de todo tipo, aunque se las arregló para mantener una prometedora carrera académica, que llegó a su fin de forma abrupta en 1960.
Entonces, la Universidad Estatal de Luisiana puso fin a su doctorado en matemáticas después de que se revelara que se había acostado con una estudiante de la que era mentor.
Más tarde se casó con ella y comenzó a trabajar con algunas de las mayores organizaciones de tecnología de la época, como la NASA, General Electric, Siemens, Univac y Xerox, a la vez que continuaba inmerso en sus adicciones.
Las cosas llegaron a un punto crítico en la década de 1980, cuando su dependencia de las drogas y su afición por las prostitutas lo obligó a buscar ayuda.
Según contó varias veces, tuvo 47 hijos.
Gurú digital
McAfee consiguió hace casi tres décadas un empleo que cambiaría su carrera: le ofrecieron un puesto en la empresa de defensa Lockheed Martin, donde comenzó a trabajar en un programa secreto de reconocimiento de voz.
Allí se encontró con un inusual código auto-replicante, diseñado para copiarse a sí mismo en cualquier disquete insertado en computadoras infectadas.
Su primer contacto con un virus lo dejó fascinado y diseñó una forma de desinfectar las computadoras para luego extender la cura a través de un sistema precursor de la red.
El reto lo inspiró a crear un negocio propio desde el estacionamiento de su casa: McAfee Associate, con el que desarrolló todo tipo de programas para detectar y eliminar virus informáticos.
En un principio lo ofreció gratis a usuarios comunes y posteriormente empezó a venderlo a diferentes compañías.
Para 1992 una gran cantidad de empresas usaba los antivirus de McAfee, quien no mucho tiempo después vendió la firma a Intel.
A mediados de los años 90, a los 50 años, McAfee se retiró de la compañía.
Desde entonces se dedicó otros proyectos informáticos, pero lo que centró su atención fue el mundo todavía incipiente de las criptomonedas.
Desde entonces, su vida llena de episodios truculentos, aventuras y excentricidades de todo tipo, por las que siguió acaparando titulares.
El gobierno de EE.UU. acusó a McAfee de no reportar en los últimos años las ganancias que obtuvo de la promoción de criptomonedas, por realizar charlas sobre el tema y por la venta de los derechos de la historia de su vida para un documental de televisión.
Por esas acusaciones fue detenido en España, donde finalmente encontró la muerte.
Fuente: BBC Mundo