Ecuador y los Pandora Papers: Presidente Off Shore

¡ Renuncie presidente! Es el clamor de quienes hoy denuncian el atentado a la democracia, evasión tributaria, testaferrismo, perjurio e intento de lavado de activos, a través de un llamado proyecto de Ley de Oportunidades en que habría incurrido Guillermo Lasso, presidente del Ecuador.

Situación que estalla en el ámbito nacional ante una revelación fruto de la investigación internacional de 600 periodistas a la filtración de 12 millones de documentos confidenciales de 14 empresas que trabajan en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas, Panamá o Suiza, entre otros, ocultando fortunas de algunas de las personas más poderosas e influyentes del mundo.

La investigación mundial, conocida como Pandora Papers, liderada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, incluye a más de 330 políticos de 90 países que utilizan estas sociedades extraterritoriales para ocultar su riqueza, evadir impuestos y, en algunos casos, lavar dinero.

Latinoamérica forma parte del escándalo puesto que Sebastián Piñera, Guillermo Lasso y Luis Abinader, presidentes de Chile, Ecuador y República Dominicana, aparecen en la lista.

Muchas de las historias se enfocan en cómo políticos, multinacionales, celebridades e individuos con mucho dinero usan complejas estructuras como fideicomisos, fundaciones y empresas fantasma para proteger su dinero de los funcionarios fiscales o esconder sus negocios detrás de un velo de secretismo.

El presidente Guillermo Lasso insiste en que la noticia debió ser que luego de reconocer que él tuvo acciones en las empresas offshore en paraísos fiscales renunció a sus haberes. Lo que ignora el señor presidente es que la noticia se come a la noticia y que la primera información prevalece. Información que señala que el presidente de Ecuador miente al país.

Lasso dice haberse deshecho de propiedades empresariales que fueron suyas en el momento de postularse como candidato presidencial. La pregunta que ronda en el ambiente es ¿cómo se deshizo de sus propiedades empresariales, a quién vendió o transfirió?

Si la respuesta es que las entregó a sus propios familiares, esposa e hijo, se trataría de un flagrante caso de testaferrismo que oculta la evasión de impuestos en el país y, por tanto, defraudación de la norma democrática estipulada en el código del ejercicio electoral. Cualquier semejanza con Piñera y su familia, no es casualidad.

En otras palabras, un entramado de corrupción “legal” destinado a camuflar el uso de fortunas invertidas en espacios extraterritoriales. La pertinente pregunta que se desprende es ¿quién controla los recursos de Lasso en el exterior y por qué no los repatrió?

La respuesta es que se trataría de una estrategia de ocultamiento financiero, que Lasso practica desde los años noventa cuando constituyó la primera empresa offshore, denominada Andean Investment, compañía accionista de Corporación Multi BG, que a su vez es propietaria del Banco Guayaquil, que aumentó su capital de $ 1 millón a $ 31 millones de dólares entre 1999 y 2000, durante el feriado bancario.

Fortuna que equivale al dinero con el cual se podría haber inoculado la primera dosis de vacuna a los 17 millones de ecuatorianos.

Lasso recurrió a 14 sociedades financieras opacas en Panamá y Estados Unidos, según revelan los Papeles de Pandora que abrieron una caja de revelaciones que demuestran que Lasso movió fichas después de que el gobierno de Rafael Correa impulsara, en 2017, una ley para prohibir a los candidatos ser beneficiarios de sociedades en paraísos fiscales.

El día de hoy, 10 de las 14 empresas están inactivas y sobre las otras cuatro el presidente ha negado toda relación o beneficio. La mayoría de las empresas, en las que el banquero era el principal beneficiario, tenían sede en Panamá. En caso de fallecimiento, los beneficios pasarían a su esposa María de Lourdes Alcívar y sus cinco hijos.

Sus tres hijos varones han seguido los pasos del padre, dos trabajan en el Banco de Guayaquil, que dirigió el paterbanquero entre 1994 y 2012 y del que es uno de los mayores accionistas. Un hermano de los hijos banqueros trabaja en Banco Banisi, entidad financiera en Panamá creada en 2007 que pertenece a papá Guillermo.

Banco de Guayaquil, único accionista de Banisi, vendió en febrero del 2014, el 100% de sus acciones a Banisi Holding S.A. Los directores del holding eran Guillermo Lasso, María de Lourdes Alcívar y Santiago Lasso Alcívar. Lasso tiene vínculos con más de 10 compañías offshore y fideicomisos en Panamá, Dakota del Sur y Delaware, según The Washington Post. Además, el periódico revela que Lasso reemplazó una fundacion panameña que hacía pagos mensuales a sus familiares cercanos, por un fideicomiso con sede en Dakota del Sur, en EE.UU.

Empoderamiento popular

El país debe preguntarse si existe alguna relación entre la fuga de capitales presidenciales con el intento de poner fin al impuesto de salida de divisas. La respuesta es obviamente afirmativa, con un agravante paradójico: quienes rasgan vestiduras ante la evasión tributaria no trepidan en mandar a depositar sus fortunas en bancos o empresas de guaridas fiscales.

Para eso necesitan derogar el impuesto a la fuga de divisas. Los países donde se ocultan las grandes fortunas del mundo legalizan en sus leyes la corrupción internacional, mediante la vigencia del llamado “sigilo bancario” o alcahuetería financiera de los bancos con sus más conspicuos clientes que oculta nombres, cantidades depositadas en sus bóvedas, procedencia y destino de dineros de los clientes ricachones a lo largo y ancho del planeta.

Se trata de un acto inmoral, cuando no ilegal, puesto que la propiedad tiene una función social donde se origina. Los empresarios millonarios deben reinvertir sus ganancias en sus países de origen y contribuir con los respectivos impuestos, por elemental sentido cívico.

Las investigaciones que se han abierto en el país por este escándalo que salpica de lodo el prestigio del Ecuador a escala mundial, deberán ser ejecutadas con absoluta transparencia e imparcialidad. Tanto las que inicie la Comisión de Garantías Constitucionales de la Asamblea Nacional, como las que ejecute la directora del Servicio de Rentas Internas (SRI).

No obstante, si se trata de una funcionaria heredada del morenato, hoy subordinada a Lasso, ¿qué imparcialidad puede existir? Solo a condición de que el Fondo Global de Cooperación Tributaria intercambie información con el SRI se podrá conocer el origen y destino de las fortunas presidenciales.

Riesgo de destitución presidencial

El caso podría tener implicaciones políticas: Lasso incurrió en defraudación electoral que el CNE en su momento dejó pasar cuando solo con la “declaración juramentada” de Guillermo Lasso lo ratificó como candidató presidencial, en tanto, existía en ese momento una retahíla de documentos que demostraban su vinculación con paraísos fiscales.

El funcionario del CNE que lideró dicho proceso fue Luis Verdesoto, hoy asesor presidencial en el régimen de Lasso.

La voluntad política debe abrir paso a las indagaciones pertinentes con probidad. La investigación de responsabilidad política presidencial corresponde a la Asamblea Nacional. En el terreno penal, el trabajo corresponde a la Fiscalía descubrir si existe evasión fiscal. En lo administrativo, la Contraloría General del Estado debe realizar una investigación, de encontrarse culpabilidad puede desprenderse una sanción de destitución del presidente Lasso.

Una elemental pedagogía popular indica que el pueblo debe empoderarse con indignación por estos hechos que burlan la confianza ciudadana. Dicho aprendizaje debe despertar el espíritu crítico popular en contra de una prensa que encendió motores, convocó a sus “analistas”, preparó tuits troles y afiló sus garras para salir en defensa del banquero presidente.

De igual modo, contra encuestadores a sueldo que hacen aparecer sondeos de opinión con abultados porcentajes de aprobación a la gestión y credibilidad de presidentes y políticos popularmente cuestionados. La Posta, pautada sin vergüenza, que habrá lanzado alguna barbaridad inherente al periodismo contratado. O el doble rasero ético y mediático de los 4 Pelagatos y todo el largo séquito mediático que hace coro tan criminalmente inmoral y sinvergüenzamente delictivo como el capital off shore fuera del país.

No es casual la conducta yanacona y servil de la prensa local y sus blogs digitales, o sus paneles de opinión a su manera que, por unas lentejas más no hayan cuestionado ninguno de los escándalos locales y mundiales citados. No debe sorprender la calidad moral de estas empresas mediáticas, tampoco que haya periodistas aparecidos en defensa presidencial, o los otros, corifeos y sus subordinados que con su silencio se convierten en cómplices.

Lo que amerita destacar es que todos ellos son culpables de que Guillermo Lasso esté en el poder. La ciudadanía toma decisiones, y elige un presidente conforme lo que tiene o no tiene de información que pasquines esbirros se dedicaron a ocultarla, como intentan ocultarla ahora.

Cómplices todos de la crisis política provocada por la crisis social a la que estamos sometidos. Silenciadores de la deslegitimidad parlamentaria por corrupción y de la ingobernabilidad y desgobierno por falta de liderazgo. Ecuador, al fin y al cabo, voto por eso, aunque estamos a tiempo de remediarlo.

El país empoderado que exija la salida del presidente. Ecuador necesita un líder decente y consecuente con el pueblo, un conductor hacia el desarrollo y la justicia social.

¡Ecuador no requiere un presidente offshore!

N. de la R: Chile tampoco. Cualquier semejanza entre las familias Lasso Alcívar y Piñera Morel, ciertamente, no es casualidad.

(*) Periodista; director-editor de la revista digital LAPALABRABIERTA

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