Al menos de 22 personas fueron detenidas durante las primeras horas de la huelga que realizan organizaciones del agro, con apoyo de camioneros y trabajadores de la salud, para reclamar más atención y ayudas del gobierno. El ministro del Interior, Fernando Carrillo, aseguró en rueda de prensa que la situación en todo el país está «bajo control», pero pidió a los manifestantes «aislar» a quienes quieran usar la violencia. En cambio, organizaciones sociales y de derechos humanos plantean que en Colombia no hay condiciones para la protesta pacífica.
“Si hay concentraciones pacíficas vamos a garantizar la protesta social», dijo Carrillo, citado por el diario bogotano El Tiempo, y agregó: «Es muy importante recordar que lo que rechazamos son las vías de hecho y los bloqueos (…) Nuestra invitación es a que denuncien si hay infiltraciones de los grupos armados”.
El ministro recordó que «están abiertas mesas de diálogo con todos los sectores en este momento, con los indígenas, con los camioneros, con los cafeteros, y vamos a seguir en el diálogo siempre y cuando se respete la protesta pacífica”.
Veinte detenciones se llevaron a cabo en la carretera que comunica a las ciudades de Tuluá y Buga, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), y otras dos en la vía que conduce de Bogotá a Tunja (centro), dijo el director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino.
«Así como en Tunja se produjo la captura de dos personas, en la intervención en inmediaciones entre Buga y Tuluá se ha producido la captura de otras veinte», dijo el director de la Policía, quien agregó que todos tendrán que responder ante la justicia por las alteraciones del orden público.
En un balance que hizo a la prensa de las primeras horas de la protesta, el jefe policial dijo que en los dos lugares donde se produjeron las detenciones grupos de manifestantes pincharon las ruedas de camiones y otros vehículos e intentaron obstruir el paso, pero fueron controlados por las autoridades.
«La oportuna intervención institucional y el mismo apoyo ciudadano nos ha permitido conjurar aquellos escenarios de riesgo, aquellas amenazas y en estos momentos la movilidad es expedita sobre estos ejes viarios», dijo Palomino, citado por la agencia EFE.
Según Palomino, también se registraron «perturbaciones» en la vía entre Pasto e Ipiales, en el sureño departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, pero aseguró que ya se han movilizado a ese lugar policías para «restablecer plenamente esta movilidad».
El director de la Policía añadió que en algunas zonas en las que se han registrado protestas las autoridades han encontrado logotipos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en apoyo a la huelga, y agradeció a la ciudadanía que ha denunciado infiltraciones de grupos al margen de la ley en el paro.
«Quiero reconocer y agradecer a todos los colombianos que nos han permitido recibir informaciones que nos han facilitado tanto las tareas de prevención como de reacción», dijo.
Una de las prioridades del Gobierno es impedir obstrucciones al tráfico en las carreteras del país para garantizar el retorno a sus hogares de millones de personas que hoy regresan de un puente festivo.
El director encargado de Seguridad Ciudadana de la Policía, general Luis Alberto Pérez, informó que en Segovia, municipio minero del departamento de Antioquia (noreste), un grupo de personas atacó la estación de Policía, pero fueron controlados por los agentes.
Hasta el mediodía de hoy la Policía había registrado seis bloqueos en carreteras y 17 manifestaciones en todo el país.
Santos no puede contener una nueva huelga en Colombia
Juan Manuel Santos enfrenta una nueva huelga nacional. Esta vez al presidente colombiano se le juntan los reclamos de los camioneros por los precios de los combustibles, el descontento de sectores cafeteros que ven incumplidas las promesas del Gobierno para aliviar su quiebra y la inconformidad de mineros artesanales por un decreto que autoriza a la fuerza pública a incautar la maquinaria que se utiliza para explotaciones ilícitas.
Todo esto ha provocado que sectores agrícolas y sindicatos llamaran a salir a las principales carreteras del país desde este lunes. También han anunciado que se unirán cacaoteros, paperos y algunos arroceros, maestros y trabajadores de la salud.
El principal sindicato nacional, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha asegurado en un comunicado a pocas horas de la protesta que esta huelga es una reacción que “condena la situación en la que el Gobierno de Juan Manuel Santos ha sumido al país como consecuencia de la imposición de sus nefastas, antisindicales y antipopulares políticas”.
Santos ha dicho que no cederá a las presiones y les ha enviado un mensaje a los protestantes asegurando que el Estado no tiene más dinero para dar respuesta a las múltiples exigencias de los sectores asociados a esta huelga.
Paradójicamente, parte de la oposición, tanto de derecha como de izquierda, salió en las últimas horas a apoyar la protesta. Es el casodel Polo Democrático y el uribismo –en cabeza del expresidente Álvaro Uribe–, lo que ha sido calificado por voceros del Gobierno como oportunismo político. Se suman denuncias que indicarían que las FARC estarían obligando, en ciertas zonas, a salir a los campesinos a protestar contra el Ejecutivo.
El último año, el principal talón de Aquiles de Juan Manuel Santos ha sido el de las protestas y bloqueos. Una encuesta realizada por varios medios de comunicación, reveló que el 53% de los colombianos creen que el presidente ha manejado mal los paros y protestas sociales, frente a un 35% que asegura que lo ha hecho bien.
En marzo, miles de pequeños y medianos caficultores bloquearon durante 12 días las principales carreteras de los departamentos donde se concentra el cultivo del café, lo que causó una grave situación de desabastecimiento de combustible y alimentos. En ese momento, Santos no lo tuvo fácil y tras dos intentos de negociación logró que se levantara la protesta tras el compromiso de aumentar los subsidios para ese sector. Sin embargo, los caficultores continúan con sus reclamos.
El mandatario colombiano ha gastado parte de su agenda de la última semana y de su gobernabilidad intentando sin suerte convencer a los protestantes –principalmente a los caficultores de Dignidad Cafetera– de desistir de esta nueva huelga nacional que se anunció hace más de un mes, por lo que desde este lunes festivo se ha vaticinado una parálisis en las principales carreteras nacionales y en ciertos sectores de la economía.
Ante la inminencia de bloqueos, Santos y varios de sus funcionarios se han mostrado duros y han recordado que existen leyes que les permiten a las autoridades capturar y procesar a quienes taponen vías de comunicación. El ministro del Interior, Fernando Carrillo, quien estuvo en las negociaciones previas con la dirección central de la huelga, recordó que aquellos que por medios “ilícitos” obstruyan carreteras, se podrían enfrentar a penas de cárcel de dos a cuatro años.
Este sábado, durante la ceremonia de cambio de la cúpula policial, el presidente colombiano insistió en que si bien respeta el derecho a la protesta social, no cederá ante la violencia. “Salgan a manifestar, pero ¡ojo! No vayan a generar violencia, porque también ahí, tenemos que ser implacables, judicializar a quienes violen las normas, capturarlos y juzgarlos”. Además, Santos ha ordenado que 16.000 policías salgan a controlar las manifestaciones y además eviten los bloqueos en 19 ciudades y por lo menos 16 arterias viales en las que se concentrarán los manifestantes.
Este paro se escenifica dos semanas después de que el Gobierno lograra conjurar –en parte– otra protesta social en el sector de Catatumbo, fronterizo con Venezuela, en donde miles de agricultores y sembradores de hoja de coca taponaron las principales vías de acceso durante 50 días, pidiendo una zona de reserva campesina y mejores condiciones económicas y sociales para esta región. Santos después de numerosos intentos, logró que los protestantes desbloquearan las carreteras pero aún continúan las negociaciones.
Los mineros artesanales también están en su propia negociación con el Gobierno desde hace un mes sin resultados, ya que se han visto afectados por las medidas que Santos ha tomado para frenar que los grupos armados y las bandas criminales se sigan financiando a través de la minería ilegal.
Para terminar de rematar la parálisis que va a vivir el país, los estudiantes asociados al Movimiento Nacional Estudiantil, más conocido como la MANE, anunciaron que saldrán el próximo 28 y 29 de agosto a las calles de las principales ciudades del país para protestar por el incumplimiento en los pactos que dieron por terminada su manifestación en diciembre de 2011.
Entre la invisibilización y la violencia estatal se desarrolla Paro Nacional
Desde las 0 horas del lunes, miles de campesinos se movilizan por las principales vías y carreteras de nuestro país en el marco del Paro Nacional Agrario y Popular convocado por diversos sectores y organizaciones políticas y sociales.
Exigen al gobierno nacional cambios en la estructura agraria del país y soluciones a problemas de mineros y trabajadores de la salud.
El gobierno y las fuerzas militares han dado respuesta con violencia estatal.
Desde la madrugada, el ESMAD ha hostigado y reprimido las protestas que se desarrollan a lo largo y ancho del país; los hechos más sobresalientes se desarrollan en el Valle del Cauca en la vía que comunica a Buga con Tuluá, donde más de 50 personas han sido detenidas, entre las cuales se encuentran tres periodistas de la oficina de prensa del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica y la Alianza de Medios y periodistas por la Paz y un menor de edad se debate entre la vida y la muerte por impacto de fusil en su pecho.
A estos hechos se suma la invisibilización de las manifestaciones que han hecho los medios masivos de comunicación, quienes han actuado con oídos sordos frente a las problemáticas de los campesinos y labriegos que hoy se movilizan, ignorando y ocultando la situación que se vive en los puntos de concentración y las graves violaciones de DDHH que se vienen presentando.
La ocupación de vías y las movilizaciones programadas seguirán desarrollándose de manera progresiva en diversos departamentos en las próximas horas, estas con el objetivo de recibir respuestas del Gobierno a los pliegos de exigencias presentados hace ya varios días.
Hasta el momento el Gobierno Nacional no se ha manifestado sobre los puntos de los pliegos de exigencias de los sectores, solo ha respondido con la fuerza policial y militar.
Paro agrario y protesta sindical
Grave es la situación en que se encuentra el país como consecuencia de la imposición de nefastas políticas neoliberales aplicadas por el gobierno de Juan Manuel Santos y anteriores presidentes en cumplimiento de las medidas ordenadas por el F.M.I., B.M. y la OMC cuyo propósito ha sido defender al gran capital internacional representando en las transnacionales, cuyas consecuencias se manifiestan en pobreza, violencia y desempleo; la firma de leoninos tratados de libre comercio vigentes con Estados Unidos, Unión Europea, Canadá, Korea, Suiza y otros en camino; la privatización de lo público, la precarización del trabajo, la especulación bancaria, el saqueo de los recursos naturales, la destrucción del medio ambiente, la crisis de la educación y salud pública generan ruina para el país, cierre de empresas, despido de trabajadores y quiebra total de nuestra economía.
Colombia es hoy un paraíso fiscal para los inversionistas extranjeros y nacionales, pero una pesadilla para: los pequeños y medianos empresarios de calzado, textiles, autopartes, minería, ganadería, agricultura, transporte, lecheros, arrocero, paneleros, cafeteros, campesinos y estudiantes, trabajadores del Sena, ICBF, Hogares infantiles, Madres comunitarias, magisterio, salud, trabajadores de la Drummond, Coca Cola Femsa, General Motor, Pacific Rubiales y en general la ciudadanía víctima de una reforma tributaria regresiva.
Frente a este lamentable panorama de inequidad quienes han sido víctimas de este monstruoso e injusto modelo de desarrollo; unitaria y combativamente se vienen organizando para resistir y derrotar la arremetida neoliberal; para ello, la Central Unitaria de Trabajadores y demás Confederaciones han tomado la decisión de articular y apoyar las movilizaciones y luchas de:
Agricultores: Caficultores, paperos, cacaoteros y arroceros, quienes exigen el cumplimiento de lo acordado en los pasados paros nacionales; la aplicación de una verdadera Reforma Agraria que los proteja de los tratados de libre comercio y la revisión de estos; el reconocimiento a la territorialidad campesina e indígena.
Pequeños mineros: Que exigen el derecho al trabajo, a la tenencia y debida explotación de minas sobre las cuales ancestralmente han accedido; inclusión y reconocimiento del sector en la política minero energética del estado.
Trabajadores de Salud: Exigen el pago inmediato de las deudas contraídas por parte de las EPS con los hospitales públicos, estabilidad laboral, establecimiento de topes y controles en el precio de medicamentos, eliminación de cuotas moderadoras y copagos, garantías de atención integral a toda la población incluida la comunidad campesina, afrodescendientes e indígenas de todas la nación, derogatoria de la Ley 100 y por una reforma que garantice la salud como un derecho.
Transportadores: Exigen la reducción inmediata del precio del combustibles y peajes, garantías para la sostenibilidad económica de la actividad transportadora.
Magisterio: Reclaman la no privatización de la educación pública, la expedición de un nuevo estatuto que dignifique y profesionalice la labor docente y el cumplimiento por parte del gobierno de los acuerdos firmados con FECODE.
Mane, Mesa Ampliada Nacional Estudiantil: Se oponen a la privatización de la educación superior, exigen una educación científica, gratuita, de total cobertura al servicio del país y financiado por el estado; desde ya anuncian importantes actividades y movilizaciones para el 28 y 29 de agosto.
Trabajadores de la Drummond: Quienes adelantan una heroica huelga para exigir de esa multinacional, negociación y solución al pliego de peticiones presentado por Sintramienergética.
Trabajadores y estudiantes del SENA: Que de tiempo atrás defienden el carácter de la institución como educación no formal financiada por el Estado.
Señor Presidente Juan Manuel Santos, las centrales obreras, organizaciones sociales, sindicales y políticas protagonistas de esta lucha nacional, exigimos plenas garantías para que no sea criminalizada la movilización del 19 y 20 de agosto; atienda y resuelva de inmediato los justos reclamos, caso contrario aumentará la indignación nacional y traerá consigo nuevas y más potentes protestas sociales.
Vea el informe de organizaciones de derechos humanos, en el priomer día del paro agrario en Colombia