por Jorge Gómez-Aracena
Las últimas semanas el país viene presenciando una serie de críticas contra la gestión de la Presidente Michelle Bachelet. Algunas de ellas perpetradas por el núcleo duro financiero de Piñera, encabezado por los ministros del área económica, Larrain y Valente, algunos tertulianos de la jerarquia eclesiástica encabezada por Jorge Medina, y otras personas que apoyaron a Bachelet y que ahora se permiten cuestionar su legado.
De los últimos, es algo esperado; en el viejo chaqueteo chilensis, siempre hemos observado estas múltiples conductas, especialmente en partidos que dan pegas como el PRSD.
Pero lo que ha sido bochornoso es la inapropiada conducta del letrado Jaime Campos, que ahora pretende dar una clase de lealtad que es precisamente de lo que carece.
Falta a la verdad cuando señala que nunca ha revelado conversaciones privadas con la Presidenta, cuando existen pruebas como el video dirigido a sus hermanos de la Gran Logia en que describe detalladamente las conversaciones con ella, en que él pretende reiteradamente imponerse sobre la Presidenta, cuando su misión era la de ser dirigido por quien era depositaria de la soberanía.
Campos, a propósito de su candidatura, está yendo y volviendo rodeado de periodistas para hacer lo que nunca un ministro o ex ministro puede hacer: violar las conversaciones y develar lo tratado en el Consejo de Ministros que juró respetar en secreto. Viola Campos el secreto prometido. Y, de paso, incumple uno de los principios de la Orden de la que pretende ser guia.
Campos no sólo está siendo desleal. Se ha convertido en aliado de los sectores más facistas de la UDI que están utilizando sus declaraciones para mancillar a Ana Lya Uriarte, Irya, ex jefa de gabinete de la Presidenta.
Campos ha sido, como otros ministros de justicia, un muy mal ministro. Deja las prisiones con el mismo grado de carencia del respeto mínimo a los Derechos Humanos; deja un SENAME que atenta contra niños y adolescentes vulnerables. Y, nunca ha dicho algo sobre un Poder Judicial, anticuado, Pinochetista, nunca tocado, endogámico, con jueces a los que no se puede creer, aún cuando haya letrados que se permitan decir impunemente que las instituciones funcionan.
El ensañamiento de Larrain y otros voceros malintencionados, apoyados por el Mercurio, que han hecho su Santa Bárbara en el PIB, deja en evidencia que saben muy poco de economía. Lo desgraciado es que algunos letrados o ex estudiantes de economía ex bacheletistas, suscriban la crítica aquella del del 1,7 % de crecimiento.
La agencias de calificación de riesgo, como Fitch Rating y Standard & Poor’s, que fijan el rating en todos los paises del mundo, han indicado que esta baja se ha debido a los bajisimos ingresos por concepto de cobre.
Estos caballeros, olvidan que desde el 2007, el mundo venía padeciendo una gran recesión; que las importaciones de China habían estado bajando; que todos los paises de Europa y EE.UU. han estado sostenidamente en recesión, con PIB negativos que afectaron severamente también a Chile.
Quien se detenga a ver las cifras, comprobará que aquel 1,7% no es que no sea malo, es buenísimo, al compararlo con los paises desarrollados y la OCDE. Sin duda, en un periodo de recuperación como el que vivimos, repercutirá en la balanza de exportaciones de Chile.
En su momento, desde La Hora, criticamos la venta de bonos del tesoro en Wall Street. Aquellos 30.000 millones de dólares vendidos, sirvió para financiar los más de 20 hospitales construidos, la educación gratuita y el inmenso aporte a las demandas sociales.
Todos estos aportes no pudieron ser financiados con una ley tributaria que intentaba nadar y guardar la ropa; no aumentar las cargas a las empresas y pagar educación. Siempre dijimos que aquella ley sería muy escasa.
Finalmente, el endeudamiento que tanto asusta, es común en los paises de la OCDE, con excepción de Alemania. Y para qué decir, el endeudamiento de USA, que Larrain y Valente omiten.
Michelle Bachelet trató de cambiar el pais, pese a las inclemencias. Trató de cambiar una ciudadanía con amplios sectores con ideas reaccionarias, cavernarias y no acordes con los tiempos que vivimos.
La ley de aborto fue un tremendo paso de conquista para la mujer. Medina, no tiene derecho a llamar mala a la Presidenta en un pais en que cardenales, nuncios, obispos encubren la pedofilia a vista y paciencia de fiscales y jueces que no hacen absolutamente nada y con un Papa que se sigue riendo teniendo a Errazuriz entre los nueve de sus Ministros, junto al “padrino” Sodano; y con un Karadima rezando, que debiera estar en la cárcel junto a Barros.
La reforma educacional, que ayuda a miles de familias, introduciendo la gratuidad fue un paso monumental. Hizo exactamente lo que le dejaron todos los poderes fácticos.
A Michelle la atacan desde muchos frentes. Sabidos son los chistes condenables en las sobremesas de los grupos de la UDI y RN, y más en las mesas diarias de los grupos ultraconservadores de la Iglesia, que se mofan de ella.
Es la misoginia grave que afecta a algunos colectivos que se creen referenciales, pero guardan un silencio cobarde desde los tiempos de Pinochet.
Un capítulo aparte ha sido la corrupción, que afecta transversalmente no sólo a los partidos, todoss, sino a la justicia, a carabineros, las FFAA, la Iglesia. Es el cómo voy yo alli.
Es deleznable que Enrique Correa, un Mapu como Insulza siga haciendo lobby a izquierda y derecha. Y, da tristeza que un yerno de Pinochet haya financiado, y siga financiando, a Rodrigo Peñailillo y sus viajes y estancias, sin que el pais se entere, o a Longueira.
El pais requiere un vuelco espiritual, para volver a aquella República de ciudadanos que conocimos antes del Golpe, que cambió a Chile y los chilenos.
Fuente: La Hora
esta señora no se la puede llevar pelada dejo el medio de desorden , malversación de caudales públicos y trafico de inmigrantes haitianos junto al canciller…!