Alrededor de las 20:20 horas de este miércoles comenzó el «cónclave oficialista» que convocó el lunes Michelle Bachelet en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar. A la medianoche, todavía continuaba.
La cita reúne a los ministros del comité político, al presidente la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez (Patricio Walker, titular del Senado, viajó a Guatemala para representar a Bachelet en el cambio de mando en ese país), a los jefes de bancada de ambas ramas del Congreso y a los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría.
Según han señalado desde todos los sectores del oficialismo, el primer punto a conversar con la Presidenta es ver la forma de mejorar la gestión del Ejecutivo, ante la serie de errores y descoordinaciones que se han cometido en la tramitación de las reformas y proyectos del Gobierno.
En ese contexto, Bachelet buscará además alinear a la coalición para sacar adelante la exigente agenda legislativa programada para este mes, en la cual se busca aprobar siete proyectos emblemáticos, como la reforma laboral, el financiamiento de los partidos políticos, la Ley de Partidos, y las modificaciones a la reforma tributaria.
Asimismo, espera llegar a un acuerdo para el éxito de la tramitación de la sanción de la colusión, la denominada agenda corta de seguridad ciudadana y la carrera docente.
Otro tema que será conversado es la necesidad de comunicar mejor los logros alcanzados por el Gobierno, con especial énfasis en el avance de la reforma educacional y la implementación de la gratuidad, la cual debiera rendir frutos en términos de aprobación, según los cálculos de los partidos.
«Ojalá pudiéramos tener reuniones periódicas con la Presidenta. Creo que ella necesita escuchar lo que nosotros podamos decirle de manera sincera y franca», comentó en la antesala de la cita el timonel de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro.
«Nosotros necesitamos escuchar cómo la Presidenta está viendo la marcha del país, dónde está fijando sus prioridades, necesitamos sentirnos parte de las propuestas que la Presidenta le está planteando al país, porque si somos parte de las decisiones vamos a ser también responsables de la implementación de esas decisiones, que es ahí donde hemos estado fallando», agregó el senador falangista.
El ministro del Interior, Jorge Burgos, también DC, y quien protagonizó una bullada renuncia (no aceptada) durante la última semana de diciembre, señaló que afronta la reunión «con buen ánimo», pues «siempre es una buena oportunidad conversar con los jefes de bancada de ambas ramas y los presidentes de los partidos, conversar de lo que nos es común».
«Nos son comunes muchas cosas, fundamentalmente nos es común el hacer un buen Gobierno, una buena gestión, así que ésta es una buena oportunidad. Siempre es un desafío mejorar la gestión y es una tarea de todos, así que hay que recibir siempre con buen ánimo las críticas», agregó Burgos.
El jefe del gabinete ministerial remarcó que «siempre conversar -no sólo en política, sino que en cualquier área de la vida- es una buena posibilidad de profundizar amistades y también, si hay asperezas, limarlas».
Al ser consultado sobre si se discutirá la situación del administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, de quien la propia Nueva Mayoría (salvo el PPD) pide su salida tras ser vinculado con los casos SQM y Caval, Burgos respondió:
«No hay una agenda de casos específicos»
«Ustedes me querían preguntar sobre el cónclave, ésas son preguntas que no tengo mucha claridad respecto del sentido que tienen… Todos los funcionarios públicos estamos sujetos a la dependencia de los jefes», dijo cortante el titular de Interior.
A su llegada a Cerro Castillo, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, fue consultado por la polémica abierta durante los últimos días en torno a la posibilidad de postergar para marzo el despacho de la reforma laboral, pese a que el Gobierno se había autoimpuesto enero como plazo.
«El atraso o no, eso depende de para qué se quiere atrasar, pues. Si es para perjudicar a los trabajadores, no. Pero si es para mejorarla en beneficio de los trabajadores, no hay problema», dijo Teillier.
Consultado por si hoy se zanjarán aspectos controversiales del proyecto como el reemplazo en huelga, Teillier respondió:
«Quisiéramos que así fuera, pero no le puedo garantizar que eso va a ser así. Yo creo que la Presidenta, en última instancia, es la que va a tomar la última resolución, pero la solución tenemos que darla entre todo el resto, porque donde no hay acuerdo es en la Nueva Mayoría. Yo no sé si la Presidenta es la que no está de acuerdo, yo creo que donde no nos hemos puesto de acuerdo es en el Parlamento».
Alrededor de las 21:00 horas el ministro vocero, Marcelo Díaz, hizo un breve punto de prensa en el que comentó cómo avanzaba la reunión. Interrogado por las declaraciones ya referidas de Guillermo Teillier, expresó que el fin de la reforma laboral «es, precisamente, mejorar las condiciones de negociación que los trabajadores tienen hoy día al interior de las empresas».
«Eso impacta muy decisivamente en las condiciones laborales, las condiciones remuneratorias y, por tanto, el propósito que nos anima es que la legislación que aprobemos en el Congreso ayude en esa dirección, que fortalezca la capacidad de negociación de los trabajadores en este país. Por tanto, las conversaciones que llevamos a cabo tienen ese sentido, y si logramos tener un acuerdo en los próximos días, estupendo, y si no, nos daremos el tiempo que sea necesario, precisamente, para poder obtener ese resultado, que es, por lo demás, lo que todos nosotros compartimos, y es la razón por la cual la Presidenta de la República ha impulsado esta reforma laboral, que tanto tiempo se había demorado», manifestó el vocero.
Entre los parlamentarios y sus jefes de partidos existe preocupación por la imagen del oficialismo en un año que estará marcado por las campañas municipales 2016. En ese sentido, según han explicado en privados timoneles oficialistas, se solicitará hoy en el cónclave que el mejoramiento de los puntos anteriores -comunicación, coordinación y empoderamiento de ministros- apunte a pavimentar un buen escenario para las campañas que vienen, y en especial, para marcar una continuidad del gobierno de la Nueva Mayoría.