viernes, abril 19, 2024
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Cómo se Enriquecieron las Mujeres de Délano y Lavín

Recurrente fue escuchar en los alegatos del Caso Penta los nombres de Verónica Méndez Ureta y María de la Luz Chadwick. Se trata de las esposas de Carlos Délano y Carlos Lavín. El SII las sindicó de emitir boletas ideológicamente falsas a favor de Penta. Pero hay más, mucho más. En agosto de 2014, el Servicio de Impuestos Internos presentó una denuncia ante la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente en su contra. Ellas ya comparecieron junto a sus maridos frente al fiscal para declarar por los ilícitos, guardando estricto silencio. Los controladores de Penta consideraron más tarde «un error», haber involucrado a sus mujeres, pues alegaron ignorancia de que ello constituiría delito tributario y que fueron inducidos por Bravo. La pregunta que muchos se hacen es por qué las afortunadas esposas no estaban en el banquillo de los acusados.

 

La respuesta es simple, pues todavía no se ha pedido la formalización en contra de todos aquellos que facilitaron o solicitaron boletas y facturas falsas, constituyéndose en una de las aristas que aún falta por llevar a los estrados judiciales. Están en la misma situación que María de María Carolina de la Cerda, la cuñada de Pablo Wagner o de Jovino Novoa, Laurence Golborne, Pablo Zalaquett, secretarias, junior y todos aquellos a quienes se les solicitaron, facilitaron o tramitaron los documentos truchos.

También aparece mencionado en tal situación Ernesto Silva, a propósito de las boletas de la sociedad que mantiene con Pablo Wagner, quien lo mencionó en sus declaraciones ante la fiscalía, afirmando que tales boletas se extendieron con el conocimiento y autorización de los socios. Entre ellos está Silva, el renunciado presidente de la UDI.

¿Son inocentes las cónyuges?

¿Es verdad que las indujeron sin saber ellas en qué se usaban sus boletas? Según el fiscal Fajardo, ello es muy poco probable, pues conocieron y recibieron beneficios en sus estados contables, además de saber que cuando adquirían acciones, firmaban sociedades, recibían dietas o utilidades y todo ello se depositaba en sus cuentas o se transformaba en bienes, ese dinero venía a su nombre y que ellas, aparte de ser las esposas de… no realizaban actividad económica alguna.

Verónica Méndez Ureta y María de la Luz Chadwick aparecían recibiendo 10 millones mensuales sin realizar trabajo que justifique el ingreso para las empresas que les pagaban, Penta III y Los Estancieros, como confesaron ejecutivos de las empresas y reconocieron los mismos formalizados Délano y Lavín. Ello, además de recibir lujosos automóviles con cargo a gastos de las empresas.

Los dineros provenientes de tales giros aparecen eso sí cobrados en las cuentas corrientes de los dueños de Penta, como señaló el fiscal Carlos Gajardo en la audiencia en que se alegó las apelaciones a las medidas cautelares que terminaron ratificando la prisión preventiva de Délano y Lavín por constituir peligro para la sociedad.

Más de mil millones defraudados

Marcos Castro declaró, según la carpeta investigativa, que «los pagos hechos a las cónyuges de los dueños del holding sumaron más de 1.000 millones de pesos (no solo los 408 actualmente imputados) y que sus boletas se vienen pagando desde 1996. El monto mensual que ambas recibían era de unos 10 millones y eran depositados en las cuentas personales de Délano y Lavín».

Ello se trata de un «delito que arriesga una pena de hasta 5 años y con el riesgo de que se considere reiterado, pues se cometió durante muchos años en distintos periodos tributarios», señaló a Cambio21 Marisa Navarrete, la abogada que fuera desafectada del SII en la administración Piñera por haber hecho la denuncia que dio origen al entramado judicial que se conoce como FUT – Penta – UDI.

Cuesta explicarse cómo, si los dineros se giraban a las cuentas de los controladores de Penta, ambas posean un patrimonio cuantioso dividido en sociedades, en Chile y en el extranjero, acciones y bienes que no tienen cómo justificar sin realizar trabajo alguno. Verónica Méndez es socia de Andes Iron Limited, constituida en un paraíso fiscal, y de Banmédica y, María de la Luz Chadwick posee participación en más de 40 sociedades. En el SII aparecen como «dueñas de casa» y «otras actividades servicios personales».

Y sin trabajarle un día a nadie

«Creo que (las boletas se emitían) a nombre de Penta o Penta III. No le prestan ningún servicio ni a Penta ni a Penta III. Es un tipo de retiros. Yo no podía oponerme porque eran los dueños los que me daban la instrucción hace años de que se hiciera así. Esta instrucción me la dio Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano», acusó el hoy exgerente de Penta, Hugo Bravo.

En el mismo sentido, Dora Pérez, la contadora general de Penta, quien también declaró ante la Fiscalía, ratificó las sospechas que llevaron al Servicio de Impuestos Internos (SII) a querellarse contra Délano, Lavín y sus cónyuges por fraude tributario. «Las cónyuges no hacían nada en Penta, no tenían oficina ni nada. Estas boletas se enviaban a Tesorería de nuestra empresa, que emitía los cheques, y luego a nosotros nos llega el comprobante de egreso con la boleta y (eso) se ingresa a la contabilidad», declaró.

«(La sociedad) la utilizamos para comprar vehículos de los ejecutivos, de las cónyuges de Carlos Eugenio Lavín y Carlos Délano. Ellas son dueñas de casa y tiene (n) inversiones. No trabajan en Penta ni tiene (n) oficinas en Penta (…) administré esta sociedad hasta el año 2010. Después de eso la administra Manuel Tocornal. Cuando yo la administraba esto también sucedió», confesó Bravo al fiscal Gajardo, de acuerdo a la carpeta investigativa.

Autos de lujo salidos de la nada

En más de 408 millones de pesos fue estimada originalmente la sola defraudación al fisco por los periodos no prescritos, pero ello sin contar los impuestos no pagados por compras de bienes suntuarios, como autos de lujo para uso personal, en que descontaban el IVA y los gastos, como el Land Rover New Range Rover, que le costó la friolera de 83 millones de pesos y que fue adquirida por Inversiones Pacífico, una empresa del holding y que usa María de la Luz Chadwick. Ocho vehículos de alto valor aparecen en la investigación adquiridos por Inversiones Pacífico y todos de uso particular y no de la sociedad.

La carpeta investigativa da cuenta de una indagatoria de los persecutores acerca de la compra de tres vehículos, a saber, un auto marca BMW modelo 330 CIA Cabriolet, avaluado en más de $ 10 millones, una camioneta marca Dodge modelo Dakota de un valor superior a los $ 7 millones y el señalado todo terreno marca Land Rover, modelo Range Rover.

El subgerente de administración, Francisco Astorga señaló al respecto: «También se compran autos para las cónyuges de Carlos Délano y Carlos Lavín de nombres Verónica Méndez y María de la Luz Chadwick, quienes no trabajan en la empresa. La última vez, hablaron conmigo Carlos Eugenio Lavín y su señora María de la Luz y yo adquirí un Land Rover que costó 83 millones de pesos y que actualmente lo utiliza la señora».

Hugo Bravo y a la contadora Dora Pérez también reconocieron al fiscal que la sociedad tenía una cuenta especial que destinaba a la compra de autos de lujo para las mujeres de los dueños y para estos mismos, solo para evadir impuestos e incorporar gastos ficticios que rebajaran las cargas tributarias y, como demostró el fiscal Carlos Gajardo, sirvieran para recibir mañosamente devolución de impuestos de parte de Tesorería General de la República.

Cómo usaban las sociedades para defraudar

En sus declaraciones de cooperación, que le valieron la rebaja de intensidad de medidas cautelares por la Corte, Bravo señaló textual al fiscal Carlos Gajardo según la carpeta investigativa: «Esa sociedad la utilizamos para comprar vehículos a los ejecutivos, de las cónyuges de Carlos Eugenio Lavín, de nombre María de la Luz Chadwick y de la señora de Carlos Délano, Verónica Méndez. Ellas no son ejecutivas de Penta. De hecho no hacen nada para Penta. Son dueñas de casa y no tienen inversiones. No trabajan en Penta, ni tienen oficinas en Penta. Esta sociedad la administra Manuel Antonio Tocornal. Yo la administré hasta el año 2010. Después de eso la administra Tocornal. Cuando yo la administraba esto también sucedió».

Dora Pérez no se quedó atrás y señaló al fiscal, según la carpeta investigativa: «es una sociedad de inversiones (Pacífico) que tiene a su haber los automóviles de los jefes. Deben ser unos ocho automóviles. También los gastos de mantención se pagan y no mucho más. Sólo tiene pérdidas y no tiene ingresos. Hemos querido planificar cómo arreglar este problemas pero hasta el momento no se ha podido. No sé el monto de la pérdida acumulada que tiene pero es harta. Las dos camionetas de administración están justificadas. Los demás son los autos de los jefes, que no se tendrían que haber comprado con dinero de la empresa, sino que con dineros personales»

En Capitán Yáber

Dramático debe ser para ellas visitar a sus maridos en la cárcel, aunque cuenten con mejores condiciones que la población común. En silencio y cerca de las 8 de la mañana del martes 10, primer día de visita a los controladores de Penta, llegaron en un Mercedes Benz las esposas de Lavín y Délano al anexo Capitán Yáber. Igual debieron esperar una hora antes de ingresar con ropas y otros enseres para los asilados.

«Está bien, bien, está bien (…) Esto ha sido muy duro, muy duro», fueron las únicas palabras pronunciadas por la mujer de Lavín, María de la Luz Chadwick, al salir del Anexo Cárcel Capitán Yáber luego de visitar el primer día a su marido. Más duro debe ser al conocer que fue ratificada la permanencia en privación de libertad por la Corte de Apelaciones, más allá del resultado que pueda tener un recurso de amparo ante la Suprema.

«Negocios de familia»

La costumbre de utilizar las empresas para negocios familiares no es solo referida a Pacífico ni mucho menos nueva. El año pasado, sin ir más lejos y según las investigaciones efectuadas, Marcos Castro, en ese momento gerente de Contabilidad de Penta, declara que le informó a Hugo Bravo que los hijos de Carlos Lavín emitieron 6 facturas de sus empresas personales por un total cercano a los 800 millones de pesos para ser pagadas por las sociedades Concordia y Convento Viejo.

La primera era de los mismos hijos de Lavín y la segunda, de su padre. «Se daba el absurdo que los hijos le estaban cobrando a su propia sociedad», declaró más tarde Hugo Bravo, quien reconoce en sus declaraciones que «sugirió» que hicieran un retiro de utilidades como correspondía, pero Carlos Eugenio Lavín lo rechazó porque esa operación «desmejoraría» a su hija, María Angélica.

Según se consigna en las declaraciones de Bravo, «tales pagos no son justificados porque se trataba de personas relacionadas que no tenían contrato». Era seguro, señaló Bravo a los fiscales, que el SII los rechazaría. Se buscó una salida alternativa para sacar igual los dineros sin despertar sospechas en el SII. Bravo declaró a los fiscales que esa solución la encontró con el abogado Alfredo Alcaíno, del Grupo Penta y quien cuenta con la máxima confianza de Délano y Lavín.

Se anularon los traspasos de dinero ya ejecutados y se generó un contrato para presentar el desembolso como una asesoría que sería prestada por la sociedad L & L limitada (de propiedad de los hijos de Lavín) a las empresas Convento Viejo, Agrícola Santa Elena Chimbarongo, Inversiones Concordia e Inversiones Piedra Roja II, todas empresas familiares de Carlos Eugenio Lavín.

La otra familia de Délano

Carlos Délano tampoco se quedó atrás. La sociedad familiar Inmobiliaria Duero registra 67 boletas emitidas por su hija, Verónica Délano Méndez, por 55 millones de pesos y 66 boletas de su hermana, Carmen Delano Abott (la misma que firmó el forward que complica a Sebastián Piñera) por un total de $162 millones. Las dos son parte de la denuncia criminal que el SII presentó a la Fiscalía en octubre pasado. Tampoco prestaron servicios a esas sociedades.

Otros miembros «no oficiales» de la «familia Délano» también recibieron beneficios, nos referimos a los políticos, en que se utilizó los mismos mecanismos, boletas o facturas falsas para justificar millonarias sumas sacadas con fines diversos a los declarados y en que jamás se prestó algún servicio por ellos. Pablo Zalaquett, Jovino Novoa, Ena von Baer, Pablo Longueira, Alberto Cardemil, Iván Moreira, Felipe de Mussy, Laurence Golborne, Ernesto Silva, Joaquín Lavín, Andrés Velasco y Pablo Wagner han sido nombrados en las audiencias como beneficiarios.
¿Los pasarán a la libreta de familia?

Fuente: Cambio 21

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