Chile Constituyente: Esto Sigue, las Calles no las Vamos a Soltar

En el marco de las últimas elecciones a la convención constituyente en Chile, para realizar una nueva Constitución en el país, hablamos con Nuriluz Hermosilla Osorio, arqueóloga y una de las tres voceras de la Coordinadora Feminista 8M, participante del Comité Socioambiental y el Comité de Derechos Humanos y Memoria Feminista.

-¿Qué supone este triunfo de las Constituyentes, de las mujeres feministas, de las mujeres originarias y también de las ecologistas, qué va suponer esto?

«Esto significa un hito más, dentro de lo que ha sido un camino largo y duro. Sobre todo, duro, con muchos muertos y mutilados. Es una lucha que vienen dando desde antes los pueblos mapuche que se oponen a la institucionalización y luchan por la devolución de las tierras, con mayor fuerza ahora que están instalados los extractivistas con proyectos energéticos, proyectos de salmoneras y proyectos forestales. Estos extractivistas están instalados en un ambiente de pauperización del pueblo mapuche y del campesinado mestizo que está en los territorios del Wallmapu.

Somos un pueblo en revuelta desde el 19 de octubre de 2019. Estamos en permanente revuelta. Hemos sido afectados por un Gobierno que nos ha reprimido y continúa ahí donde está y que se inventó este sistema de la convención, para cambiar la constitución. La constitución de Pinochet, que la tenemos hace 40 años.

En este marco, con la gente que está siendo reprimida constantemente, que damos la lucha por cientos de jóvenes que siguen presxs, con medidas cautelares, por haber levantado las piedras contra carabineros, y mujeres violadas, más de 600 casos de trauma ocular, con pérdida de uno o dos ojos. En este ambiente, nuestra decisión de participar en el proceso constituyente no fue fácil.

Con nuestro sistema de tomas de decisiones, que es tomar decisiones en asambleas, las asambleas no opinaban colectivamente por ir a un proceso constituyente, sin embargo, se optó por seguir los dos caminos. Seguir en la lucha, no soltar la calle y al mismo tiempo estar en este proceso constituyente».

-¿Cuántas mujeres feministas se presentaron?

«Participamos como Coordinadora Feminista con cinco candidatas, más un conjunto de 15 candidatas feministas que iban por todo el territorio nacional que venían del movimiento indígena o movimientos ecologistas, anticapitalistas y antiextractivistas. En ese sentido, el triunfo no estuvo sólo en los resultados, sino en el proceso de construir este discurso para afirmar quiénes somos y qué lucha estamos dando.

Son luchas antirracistas, a favor de la migración, estamos con el trabajo invisibilizado de las mujeres, con los trabajos de cuidados, afirmando la vida por sobre las precarizaciones a las que hemos sido sometidas. Sometidas todas y todes, como mujeres y disidencias sexuales también.

La pandemia vino a exacerbar esta situación y a reforzarnos que la única manera de salir adelante es con las frases que se decían en la calle: “Solo el pueblo ayuda al pueblo”. También, en el sentido de los trabajos femeninos, que los hemos defendido siempre: el de los cuidados.

Este periodo fue de mucho trabajo, teníamos que llevar en paralelo estas campañas de las compañeras y seguir la lucha en la calle, con los grupos vulnerados. Lo que no causó pocas tensiones. Pero en mi balance, fue un gran triunfo. En cuanto a este pueblo que despertó hace un año y medio, significa un reforzamiento. Eso se demostró no sólo con los resultados nuestros que no fueron tan grandes, porque entraron cinco de 15 que tenemos en las constituyentes.

No se achicó la brecha solamente, sino que hay un partido de centro, viene a ser el amarillo de los grupos cristianos, que desaparece, está dando aleteos de muerte. Además, los movimientos independientes logran más de 40 estaños, son movimientos como el de las listas del pueblo, son listas que no tienen agarre con partidos políticos.

Por otro lado están los escaños de las comunidades indígenas, donde salen elegidas 17 personas, de las cuales 15 son mujeres y constituyen en sí mismas, verdaderos baluartes simbólicos de las luchas. Nosotras las conocemos, son gente confiable, incorruptibles, que sostienen esta lucha desde los territorios.

Elisa Loncon es una activista mapuche, es profesora de lingüística y es una luchadora de los derechos lingüísticos de los pueblos mapuches. Está la Machi Francisca Linconao que ha sido la única mujer que le ha ganado al Gobierno un pleito internacional y que eso le significó estar presa y perseguida. Hay mucha gente de mucho valor. Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa durante mucho tiempo, es muy querido por su gente. Hay una batalla que está recién empezando.

La derecha sacó algunos constituyentes que son del núcleo más duro del Gobierno de derecha como es Marcela Cubillos, que estaba con el voto del rechazo. Ella quiere conservar la constitución de Pinochet y ahí estará dando la pelea. Acá nos enfrentamos a una especie de estallido que tiene que ver con lo femenino. Nos significó que éramos muchas más las mujeres de lo que podíamos, entonces hubo que ceder cupo a hombres. Hubo ocho hombres que subieron por el cupo de la paridad y cuatro mujeres que cambiaron el cupo».

-Sabemos que la paridad no significa que estén todas las mujeres de acuerdo. Nombraste a una de la derecha y tenemos ejemplos como el de Michelle Bachelet, que es el símbolo de la traición como mujer y por los derechos humanos, sobre todo si se piensa de dónde venía ella. La pregunta es: ¿Se va a poder impulsar una Constitución popular, teniendo en cuenta la presencia en la Convención de gente de derecha y también algunos de izquierda que avalaron a la Concertación todos estos años?

«Confío en que sí. En qué medida vamos a poder cumplir estos anhelos anticapitalistas, nosotros queremos que se incendie todo, queremos que se acabe este terrible sistema opresor. Es importante no confiarse, ni ser triunfalistas. Acá, como dices, la traición está detrás de cualquier árbol. Hay partidos de izquierda que se montan en este triunfo y han sacado gente preciosa, gente joven, mujeres del Frente Amplio, Socialistas, del Partido Comunista, han tenido éxito. Son gente que viene de un recambio, no son los corruptos de antes, Lago o Bachelet. Pero la presión que hay desde el Gobierno instalado y del empresariado es muy fuerte, tenemos que mantenernos en alerta.

Resaltaba esto de los constituyentes indígenas, son gente muy confiable y quedaron en el camino parte de los mapuches que eran de derecha. Pero en el resto de la gama, sabemos que los mecanismos patriarcales funcionan fuertemente en el Partido Socialista. El que llegue a la orden de partido de manera vertical, es probable que a esas mujeres las vayan dejando en el camino.

Están levantando candidaturas en las que una no confía. La que deja Bachelet para que sea candidata a la Presidencia, no tengo duda que es una linda persona, pero ella no podrá gobernar si sale elegida, sino que lo harán las viejas estructuras del partido que son las que están ligadas al empresariado, son parte de los directorios de las empresas.

Tenemos que mantener la lucidez y claridad que nos da la lucha. Nos la da la defensa de los DD.HH. y nos la dan los detenidos, desaparecidos, eso nos empuja a nosotros a no sólo no ser ingenuas, sino a tener la mirada puesta en cómo se desarrolla la política en todos los bandos. Esos bandos que tienen su vocación en los negocios, en la bolsa, esa es la vocación y su trabajo 24 horas al día, tiene mucha gente, entre ellos políticos de carrera que si tienen sus negocios, no los van a soltar.

Eso tiene que estar claro, no se irán por buena voluntad y no soltarán su negocio, ya sea que tengan que enviar a carabineros a sacarnos los ojos, ya sea que tengan que tirar tanques a la calle. En ese sentido, este juego requiere mucha cintura, pero sí confiamos en nuestras candidatas».

-¿Qué pasa con esa cantidad enorme de gente que no votó, un 60 por ciento, supongo que hay posiciones de rechazo a la política burguesa y al electoralismo ¿habrá gente que ya no cree en nada y está indiferente? ¿cómo ves eso?

«La gente está queriendo desarrollar su lucha como la hemos desarrollado siempre. Somos un pueblo con las manos limpias, no nos metemos con traficantes de armas, jugamos a la guerra con piedras y garabatos, los insultamos y no hay más que eso. Hay mucha gente que ha sufrido mucho con la pandemia, con esta administración de la salud y cree que las cosas no van a cambiar. Están convencidos de que todos somos lo mismo. Incluso cuando nosotras salimos con las candidatas sentimos rechazo, “ah eres candidata, ah no tengo tiempo, chau”.

Costó mucho demostrar en las calles, con las conversaciones de que había que llegar al poder, no para apropiarse, sino para devolverle la mano al pueblo y para representar lo que el pueblo está necesitando. Eso es un cambio de paradigma muy importante, se avanza, pero se avanza lento. Cada vez que hay una nueva traición, otra vez el pueblo termina dolorido, termina desconfiando.

Y en eso tienen la razón, se ha muerto gente en la familia, a parte de los esfuerzos del personal de salud, la gente se está muriendo, hay cifras desorbitantes. No se le puede pedir que confíen. Tienes los medios de comunicación contando todo el tiempo una única versión, su versión, de que nosotros somos violentos. Entonces, se junta el miedo de lo que pueda pasar, ahí se retraen».

-Por otro lado hemos visto muchas agresiones fascistas en las calles.

«Sí. Hay una situación de fascismo que circula en las calles. Son muy buenos para confundir a la gente, salen con su discurso antipolítico y enchastran, salen con discurso antivenezolano y la gente se va confundiendo. Entonces, ese fascismo no logró meter un constituyente, pero sí tiene poder al interior del Gobierno actual. Esta influencia es bastante silenciosa y lúgubre, porque es gente que fue de izquierda, que cayó en manos de la dictadura, luego fue agente de los servicios de seguridad y ahora es parte de las asesorías de imagen de estos gobiernos de la derecha y están ahí circulando. Es un ambiente bien nefasto.

Están esas caras visibles del fascismo y están las caras invisibles que cuentan con mucho dinero. Tiene múltiples aspectos. No nos podemos alegrar rotundamente. Pero si nos alegramos de habernos encontrado, nosotras y nosotres y poder haber hecho coaliciones, poder tomarnos las manos y apoyado frente a la situación de dolor.

Suponte ahora en la tarde voy a una protesta en la Embajada de Israel contra los daños que están haciendo en Palestina. Mañana tengo que estar en la biblioteca nacional porque tengo que hacer un apoyo a familiares de los chicos que están presos. Esto sigue, las calles no las vamos a soltar. Vamos a hacer lo que se pide y vamos a respaldar a las compañeras que van a estar redactando la Constitución».

-Hay ausencias importantes en la convención: no están las afrodescendientes, no están las migrantes, incluso que vos contabas eso de cómo se trata a los venezolanos, no están los estudiantes secundarios, no están los presos, diría que no están muchos luchadores de la Primera Línea, los que estuvieron peleando un año entero y recibiendo golpes.

«No están los estudiantes secundarios pero el nivel etario es juvenil, de la gente que quedó en la constituyente. Debo decirte que por lo menos dos personas son de Primera Línea, diría tres. Una es la tía Pikachu, una que es auxiliar, que se disfraza con ese traje amarillo de Pikachu. Ella es clarísima, y es de la Primera Línea.

El otro es un señor que los conocemos como el Pelao Vade, tiene cáncer, no se trató más porque no tenía dinero y así y todo estuvo con todo en la Primera Línea. Y la tercer primera línea presente es María Rivera. Es abogada. Siempre estuvo con los chicos en la calle, Primera Línea legal.

Hubo primera línea legal, también sanitaria más de 80 grupos médicos y enfermeras atendiendo en los lugares de la revuelta. Hubo más de 800 abogados distribuidos en las comisarías y centros de salud, es la Primera Línea silenciosa que está ahí con nuestros sentipensares en las luchas.

Estamos en la primera línea, en la calle y dando voz. Creo que tenemos que estar ahí, hay que mantenernos fuertes, no creer mucho en estas especies de resoluciones esquemáticas sobre quienes están y quienes no están, para seguir adelante. Está el pueblo, es un pueblo decente, aguerrido, que prefiere migrar del campo a la ciudad y que las madres trabajen de empleada doméstica toda la vida así le dan educación a sus hijos. Eso rescato, este pueblo que de buena voluntad quiere un buen destino. Que ya fue estafado en muchas ocasiones y ahí es donde queremos estar».

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