Por Fausto Triana
Chile amanece hoy entre el luto y las tensiones, con la conmemoración del 41 aniversario de la asonada golpista que bañó de sangre al país y un ambiente marcado por actos violentos de corte terrorista.
Considerada una de las naciones más tranquilas y seguras de Latinoamérica, la llegada del 11 de septiembre, que es también fecha luctuosa en Estados Unidos por los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York, tiene otros matices este año.
El céntrico Palacio de La Moneda y la Plaza de la Constitución donde se levanta una estatua de Salvador Allende, concita hoy medidas extremas de seguridad, en razón del atentado terrorista que dejó 14 heridos el lunes en Santiago de Chile.
En la sede el Gobierno, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, recordará el golpe de estado que lideró Augusto Pinochet para derrocar al presidente Allende el 11 de septiembre de 1973.
Una dictadura que detentó el poder hasta 1990 y dejó un balance de más de tres mil asesinatos y alrededor de 1.200 desaparecidos, defendida, sin embargo, por políticos de derecha y ex militares chilenos en la actualidad.
Además del acto solemne en La Moneda, la inmensa mayoría de los chilenos rinde tributo a sus mártires y recuerda con tristeza lo ocurrido durante 17 años de desmanes y trasgresiones de los derechos humanos de los agentes de Pinochet.
Anoche, en una homenaje a los desaparecidos en el Liceo Gabriela Mistral, Bachelet reiteró el compromiso de su Gobierno con la búsqueda de la verdad, justicia y reparación.
«Crearemos la Subsecretaría de Derechos Humanos en el Ministerio de Justicia (…), y reforzaremos el Instituto Nacional de Derechos Humanos, para que tenga presencia regional a partir del 2015», anunció.
Más adelante subrayó que «Chile necesita más verdad y más justicia (…), sentir que las heridas, por hondas que sean, van sanando (…), necesita saber que el reencuentro es posible, y que la convivencia democrática está por sobre cualquier diferencia».
El próximo sábado, en presencia de Isabel Allende, actual titular del Senado e hija del extinto mandatario, se presentará en la capital chilena el libro Allende en el recuerdo, de Oscar Soto Guzmán.
También el sábado se llevará a cabo una iniciativa denominada «Salvador Allende camina por las grandes Alamedas», que servirá para traer de vuelta a los chilenos la figura del relevante político socialista.
Por otra parte, a tono con la realidad del momento, el líder del Partido Por la Democracia (PPD), Jaime Quintana, aseveró que tras el atentado explosivo del lunes cerca de una estación del Metro, «se debe estudiar la eventual reactivación de ex agentes de la dictadura».
Representantes de organizaciones de la derecha que en el pasado respaldaron a Pinochet, como la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), salieron a defender lo ocurrido con la dictadura.
Escandalosa fue asimismo la publicación pagada de un artículo en el diario La Tercera de militares y carabineros retirados de apoyo a los uniformados que cumplen sentencias por violaciones de los Derechos Humanos bajo el mando de Pinochet (1973-1990).
Londres 38, espacio de la memoria, antiguo local del Partido Socialista, celebrará igualmente con una velada la fecha con familiares, amigos y compañeros que recordarán a las víctimas de la represión de la Junta Militar.
La tenebrosa Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) de Pinochet convirtió el inmueble en un centro clandestino de detención y tortura de 1973 a 1974. Fue denominado por los militares como Cuartel Yucatán.