Las proyecciones que hizo este martes 21 de abril la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, acerca del comportamiento del PIB en Chile para el año 2020 dejó muy retrasado el 2% de caída del PIB que el Banco Central había proyectado recién hace 15 días.
Ya no habrá una reducción de 2% sino de 4% lo cual incluso para algunos analistas es demasiado prudente.
El FMI proyecta una caída de 4,5%, puesto que el desplome de los mercados de materias primas incluido el cobre, ocurrido el 22 de abril está sugiriendo una caída más profunda del crecimiento económico global.
En cualquier caso, las proyecciones en épocas de crisis como la actual, estarán en permanente cambio y lo importante es precisar las variables trazadoras para apreciar el impacto de los cambios.
La crisis que sufre la región este año 2020, con una caída del PIB de -5,3%, será la peor en toda su historia.
Para encontrar una contracción de magnitud comparable hace falta retroceder hasta la Gran Depresión de 1930 (-5%) o más aún hasta 1914 (-4,9%).
Aunque cabe notar que, desde antes de la pandemia, América Latina y el Caribe ya acumulaba casi siete años de bajo crecimiento, con un promedio de 0,4% entre 2014 y 2019.
La recesión del 5,3% para 2020 sumará unos 30 millones más de pobres y 11,6 millones de desempleados.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, detalló que el brote del nuevo coronavirus pone en peligro un bien público mundial esencial, la salud humana, e incidirá negativamente a través de diversos cauces, como la caída del poder adquisitivo, la reducción de las exportaciones y la ruptura en la cadena de suministros, y concluirá con la destrucción de la inversión externa.
En tanto, el valor de las exportaciones de la región caería cerca de 15%. Los mayores impactos se darían en los países de América del Sur, que se especializan en la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son más vulnerables a la disminución de sus precios.
Los factores que influyeron en la proyección del organismo para Chile fueron el precio del cobre -el principal producto de exportación y que su precio ha caído casi 20% desde finales de 2019-, además de «caídas muy importantes en el comercio» en particular, debido a la disminución de la demanda de China, que representa un 34% del intercambio nacional.
La crisis productiva traerá cambios que persistirán más allá de la pandemia sanitaria, explica el reporte. Se necesitará mayor resiliencia en las redes de producción diversificando proveedores en términos de países y empresas, privilegiando ubicaciones más cercanas a los mercados finales de consumo (nearshoring) y relocalizando procesos productivos y tecnológicos estratégicos (reshoring).
Las empresas ya están adecuando su funcionamiento interno a las medidas de distanciamiento social, acelerando la tendencia a la automatización y digitalización, y se aprecia una agudización en la fragilidad del multilateralismo.
La CEPAL agrega que no se revertirá la globalización, pero sí habrá una economía mundial más regionalizada en torno a tres polos: Europa, América del Norte y Asia oriental.
OIT: 436 millones de empresas en riesgo de cierre
Más de 436 millones de empresas en el planeta afrontan un grave riesgo de interrumpir su actividad debido a la crisis generada por el COVID-19, advirtió este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que insta a adoptar medidas urgentes para ayudar a estos negocios y sus empleados.
Según su tercer informe sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral, la OIT calcula que unos 232 millones de empresas de comercio mayorista y minorista, 111 millones del sector turístico, 51 millones de la rama hostelera y 42 millones en otras actividades, como la inmobiliaria, están en serio peligro.
«Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso, carecen de ahorros y de acceso al crédito. Éstos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo, y si no se les ayuda ahora sencillamente perecerán», advirtió en un comunicado el director general de la OIT, Guy Ryder.
El organismo con sede en Ginebra insta por ello a que las medidas que se tomen en los distintos países para reactivar la economía se basen en un alto nivel de creación de empleo y estén respaldadas «por políticas e instituciones laborales más fuertes, y sistemas de protección social más amplios y dotados de más recursos».
Por otro lado, la OIT aconseja una mayor coordinación internacional de los paquetes de medidas de estímulo y las iniciativas para aliviar la duda con el fin de que «la recuperación sea efectiva y sostenible».
En su informe, la OIT prevé que en el actual segundo semestre, debido a los confinamientos y otras medidas para frenar el contagio del coronavirus, se pierdan un 10,5 por ciento de las horas de trabajo en el planeta, equivalentes a 305 millones de empleos a tiempo completo (a principios de este mes la previsión había sido de 195 millones).
Por regiones, la organización estima que América sea la más perjudicada, con una pérdida del 12,4 por ciento de las horas de trabajo, seguida de Europa con un 11,8 por ciento, mientras que en el resto de territorios se superaría el 9 por cien.
La crisis ha tenido un especial impacto negativo en la economía informal, de la que viven más de la mitad de los trabajadores del mundo (2.000 de los 3.300 millones globales), por lo que la OIT estima que 1.300 millones de trabajadores, «corren peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento», advierte el organismo.
En el primer mes de medidas de aislamiento social contra la pandemia, la OIT calcula que estos trabajadores informales (no sujetos a contratos) perdieron un 60 por ciento de sus ingresos en el mundo, porcentaje que aún fue mayor en África y América (81 por ciento) y en Europa y Asia Central (70 por ciento).
La OIT informó además de que en las dos últimas semanas la proporción de trabajadores cuyos países han impuesto la paralización de muchas actividades por la pandemia ha bajado del 81 al 68 por ciento, un descenso causado principalmente por la relajación de las medidas contra el COVID-19 en China.
Fuente: Primera Piedra, agencias.