El ex comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, fue acusado por el matrimonio formado por Armando Gatica Barahona y Adriana Nora Cardemil Estay, de haber participado en torturas a detenidos políticos en el regimiento Arica de La Serena, en 1973, y careado con sus denunciantes. El matrimonio enfrentó al excomandante en jefe del Ejército por la participación que éste tendría en la detención de varias personas en el regimiento Arica de La Serena, cuando el grupo militar llegó a la ciudad para terminar con los opositores al régimen de Augusto Pinochet.
La diligencia se llevó a cabo en un recinto militar, a petición del exmilitar, y fue ordenado por la ministra de la causa Patricia González.
Durante el procedimiento, las declaraciones de Gatica y Cardemil identificaron a Cheyre como partícipe de torturas al interior del regimiento, sin embargo, el militar (r) sostuvo que no trabajó en el lugar, sino que realizó labores administrativas en la Intendencia.
En el año 2013, la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago negó procesar a Cheyre por la desaparición de 15 detenidos en el marco del denominado caso «Caravana de la muerte», pero esta diligencia demuestra que han aparecido nuevos antecedentes, ya que nunca se había pedido un careo con el excomandante.
El careo entre Juan Emilio Cheyre y Gatica duró una hora y media y con su cónyuge otra media hora. Gatica habría sido torturado por Cheyre y su señora se mostró afectada por estar al lado de quien torturó a su marido, a quien se le trató como una alta dignidad.
Además, la Corte de Apelaciones ordenó tomar declaración a un testigo sobre Cheyre por asociación ilícita, secuestros y homicidios.
A Cheyre también se le ha vinculado a otros casos de detenidos desaparecidos, el más recordado es el que tiene relación con la muerte del matrimonio Lejderman.
En tanto, el careo que debía realizarse entre Juan Emilio Cheyre y María Cecilia Marchanta Rabilar y con Óscar Olivares Vásquez a realizarse el 16 de abril fueron suspendidos porque la defensa de Cheyre pidió que el ex general no fuera careado.
Sobre esto, la presidenta de la AFEP (Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos), Alicia Lira, expresó a Cambio21 que «yo sé que por la Caravana de la Muerte Cheyre está mencionado en varios casos, pero en lo que fue careado antes fue por el asesinato del matrimonio mexicano-argentino (Lejderman)».
Respecto de cómo fue el proceso de careo entre el matrimonio Gatica-Cardemil contra Juan Emilio Cheyre, el abogado de la causa, Cristián Cruz, en entrevista con Cambio21 comentó «esto deriva de que habían declarado hace bastante tiempo y los querellantes solicitamos este careo que se fijo para el 15 de abril sin embargo el señor Cheyre hizo valer una normativa para que en su calidad de exComandante en Jefe del Ejército prestase declaración en el domicilio que él fijase, que en este caso fue en una dependencia del Ejército, lo que nos pareció irregular, ya que el señor Cheyre ya no tiene ningún vínculo laboral con el Ejército de Chile».
En cuanto a lo que significó para la pareja tener que presentarse en una unidad militar para declarar contra Cheyre, el abogado expresó «la gente ya por el hecho saber que va a un recinto militar se asusta, aunque el personal del Ejército fue bien afable e incluso permitió que la familia del matrimonio asistiera a la diligencia».
Sobre lo que se espera de este proceso, Cruz dijo «esperamos que la justicia, el tribunal tome en cuenta esto. De los antecedentes que hay sobre la participación criminal de Cheyre, los asesinatos, la tortura y como lo ordenó la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, se le detalle por su participación en la asociación ilícita que actuó al interior del regimiento de La Serena a partir del golpe de Estado».
Sobre lo que se persigue con esta acción contra el excomandante en Jefe del Ejército, una fuente ligada a la causa, contó a Cambio21 que «lo que se busca básicamente es que Cheyre tenía mando y control de los detenidos al interior del regimiento en La Serena. Situarlo en el regimiento como ayudante del comandante, pero que tenía voz, que controlaba detenidos, que sabía del ingreso y egreso de los mismos, que disponía de ellos, etc., para que no pueda deslindar responsabilidad en otro sujeto cuando se trata de ejecuciones de 15 personas al interior del regimiento del que era ayudante».
En relación a que los careos se realizaran en una unidad militar, nuestra fuente manifestó que «los oficiales en retiro, de acuerdo a su grado, pueden fijar domicilio de comando de apoyo logístico, algo que se les faculta por ley, lo que resulta algo bien intimidante, pues se lleva al testigo a una unidad militar. Lo que básicamente se busca con esto es amedrentar».
Fuente: Cambio 21