Los aficionados del Olympique de Marsella no se han olvidado de Marcelo Bielsa. Los retratos del mítico entrenador argentino florecen todavía en las filas del estadio Vélodrome, donde todos añoran la época en que su equipo practicaba el juego ofensivo más espectacular de Francia.
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El encuentro en Liga Europa entre el OM y el Athletic de Bilbao, dos clubes en los cuales trabajó el técnico de Rosario, despertó los recuerdos conmovidos de los hinchas de ambos equipos que no vacilaron en reunirse en el Viejo Puerto de la ciudad para enarbolar con orgullo banderolas con la efigie de la estrella suramericana, símbolo del fútbol popular.
Los jugadores del Marsella que trabajaron con Marcelo Bielsa, y que todavía están en el club, comparten la opinión de los hinchas y no vacilan en expresar su gratitud hacia su antiguo entrenador. Ello a pesar de la hostilidad de la dirección del club, responsable de la renuncia del técnico argentino, que hace todo lo posible para borrar la epopeya Bielsa.
Steve Mandanda, emblemático capitán del Olympique de Marsella, presente en el club desde hace cerca de 10 años, no escatima en elogios hacia quien considera la referencia de su carrera:
“Fue el periodo más feliz desde que estoy en club, con la temporada del título de campeón [en 2010]. En el juego era algo extraordinario. […] Durante los partidos intentábamos cosas a veces muy peligrosas y funcionaban. Era increíble. Y estaba además la comunión con el público”.
En efecto, bajo la era Bielsa (2014-2015) poco importaba el adversario, el estadio siempre estuvo abarrotado.
Aleixys Romao, mediocampista todavía en el club, recuerda la confianza que el entrenador argentino lograba infundir a sus jugadores.
“Con Bielsa, cuando entrábamos en la cancha, sabíamos que íbamos a ganar”.
El jugador enfatiza sin vacilar “los primeros seis meses” que vieron al club terminar campeón de otoño en diciembre de 2014, delante incluso de la pletórica armada del Paris Saint-Germain y sus innumerables estrellas y su presupuesto ilimitado. “Guardaré buenos recuerdos de ello”, concluye.
Florian Thauvin, mediocampista ofensivo que pasó seis meses en Inglaterra, se acuerda del exigente técnico argentino y le rindió homenaje en cuanto regresó a Marsella en enero de 2016:
“Siempre tuve buenas relaciones con el coach, aunque a veces hubo tensiones”.
Nicolas Nkoulou, líder de la defensa marsellesa, tampoco olvida la estancia de Bielsa en la ciudad del sur de Francia, a pesar de su carácter fuerte, de sus marcadas exigencias y de los entrenamientos agotadores. El internacional camerunés señala que el técnico argentino “revolucionó el club”. Expresa también su reconocimiento hacia él:
“Me encantó trabajar con él. Aprendí mucho”.
Para Brice Dja Djédjé, defensor lateral, la influencia de su antiguo coach fue fundamental para su progresión. Se acuerda de su rigor científico:
“Me enseñó muchísimo […]. Con Bielsa, trabajaba de modo específico. Me mostraba a menudo mis partidos y me explicaba lo que tenía que hacer. Me mostraba mis defectos y ello permitió que yo los analizara rápidamente”.
Vincent Labrune, presidente del Olympique de Marsella, cuya conducta y reiteradas mentiras ocasionaron la renuncia de Bielsa, declaró a la prensa que Mauricio Isla –a quien Bielsa tuvo bajo sus órdenes cuando era seleccionador de Chile– sólo firmó su contrato tras la salida del entrenador argentino. Según él, Isla no quería volver a trabajar con El Loco.
La réplica del defensor chileno, a pesar de ser un asalariado del club, fue inmediata:
“El presidente no habla español. Seguro que entendió mal. Nunca me he quejado de Bielsa. Al contrario, es el mejor entrenador que he conocido. Gracias a él soy internacional”.
Se acuerda de la exigencia de su antiguo mentor de quien alaba las cualidades de líder:
“Al inicio tienes ganas de rebelarte. Pero en cuanto compruebas que estás mejorando, empiezas a quererlo”.
Del lado de los jugadores que abandonaron el club para otros desafíos tras trabajar con Bielsa en Marsella, muchos guardan un recuerdo lleno de respeto hacia el técnico argentino.
Dimitri Payet, actualmente nombrado entre los mejores jugadores del campeonato de Inglaterra bajo los colores de West Ham, rinde homenaje a quien más le hizo progresar.
“Sólo estuve una temporada con él pero aprendí muchísimo. Tengo el sentimiento de que he aprendido para los siguientes 10 años”, declaró.
Jérémy Morel, lateral de formación que juega ahora bajo los colores de Lion, enfatiza las capacidades de Bielsa para detectar el potencial escondido de cada jugador. Le expresa su gratitud:
“Fue el único en creer en mí como defensor central. Desde el inicio me hizo partícipe de sus intenciones. Quería que estuviera en el eje de la defensa. Para él, yo era uno de los mejores jugadores con la cabeza”.
Mario Lemina, joven jugador, estuvo entre las manos del argentino lo que le permitió integrar el prestigioso equipo italiano de la Juventus de Torino. Rinde tributo a quien le permitió ser reclutado por un club de la elite mundial:
“Aprendí cantidad con Bielsa. Dejó su impronta en el OM, particularmente a nivel táctico. Es un entrenador especial que mejoraba a los jugadores. Y le doy las gracias por todo lo que hizo por mí”.
André Ayew, formado en el Olympique de Marseille, recuerda las excepcionales cualidades de formador de Marcelo Bielsa:
“Es alguien que puede ofrecer mucho a los jugadores muy jóvenes. Puede mejorarlos y llevarlos a un altísimo nivel […]. Es difícil encontrar un entrenador con esa voluntad, esa motivación, ese rigor para los jóvenes jugadores”.
Conviene recordar una realidad a veces olvidada. Gracias a Marcelo Bielsa, algunos jugadores jóvenes realizaron impresionantes progresos en el espacio de un año. Su valor se disparó en el mercado de las transferencias.
A título de ejemplo, Giannelli Imbula, con 23 años, fichado por 7,5 millones de euros fue cedido al Porto por más de 20 millones de euros. Benjamin Mendy, 21 años, fichado por menos de 3 millones de euros, vale hoy día 10 veces más. Michy Batshuayi, adquirido por 7 millones de euros, recibió propuestas a la altura de 35 millones de euros.
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Como señala Javier Zanetti, legendario jugador argentino y actualmente vicepresidente del Inter de Milán:
“La gran habilidad de Bielsa es llevarte al 100% de tus posibilidades y no todos los entrenadores son capaces de hacer eso. Es imposible no querer a Bielsa: es transparente, competente, dedica su vida entera al fútbol. Y sobre todo es muy respetuoso”.
Marcelo Bielsa sólo se quedó un año en Marsella. Pero dejó allí una huella indeleble. Ningún otro entrenador marcó tanto al club en tan poco tiempo. Los amantes del fútbol en general lamentan la salida de quien hizo soplar un viento de frescura sobre el campeonato de Francia.
Los hinchas guardan un recuerdo nostálgico del juego ofensivo y generoso, tan característico del estilo Bielsa. Pero recuerdan sobre todo la rectitud moral del que siempre ha rechazado la demagogia en sus relaciones con los medios de comunicación y que tenía como principal preocupación que “el público [fuera] más culto”.
“Ser culto para ser libre”, decía José Martí, Héroe nacional cubano y sin duda el más universal de los pensadores latinoamericanos. Marcelo Bielsa ha hecho de esta máxima su divisa personal.
(*) Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, the Media, and the Challenge of Impartiality, New York, Monthly Review Press, 2014, con un prólogo de Eduardo Galeano.
Fuente: Monthly Review
