Para evidenciar la portentosa hipocrecía del especulador en gran escala que ocupa el cargo electivo más importante del país, nada mejor que esta breve comedia en tres actos, a propósito de su publicitado contacto con el capo de la mafia de los plutócratas, Donald Trump.
De adelante hacia atrás, el tercer acto es el siguiente tweet publicado por Piñera en su cuenta:
En estos tiempos de Pandemia y recesión, estamos en constante contacto con líderes mundiales para analizar problemas y soluciones. Hoy me llamó el Presidente de EEUU @realDonaldTrump y conversamos sobre avances en vacunas, medicamentos y medidas para enfrentar recesión económica.
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) May 7, 2020
«El presidente Trump ofreció ayuda de Estados Unidos para ayudar a que Chile proporcione cuidados cruciales a sus ciudadanos, y alabó el enfoque proactivo y equilibrado de Chile para proteger la salud y el sustento de los chilenos», señaló un comunicado de la Casa Blanca.
La oficina de Trump no detalló qué tipo de asistencia propuso, pero, en las últimas semanas, el mandatario ha ofrecido ayuda médica o respiradores a varios países latinoamericanos con los que mantiene estrechas relaciones, incluidos Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay, El Salvador y Honduras.
Trump ha definido a su país como el «rey de los ventiladores» y parece querer recompensar con ellos a sus aliados políticos del continente, en particular aquellos con los que EE.UU. ha logrado cooperación en materia migratoria o respecto a Venezuela.
En su llamada con Piñera, Trump también le agradeció su «apoyo inquebrantable a la democracia y libertad en la región», en obvia referencia a Venezuela.
O sea, se trata de una transacción.
El segundo acto remite al 28 de septiembre de 2018, en la Casa Blanca, oportunidad en que Piñera mostró un humillante cartel en el que la bandera de Chile aparecía disimulada como si fuera el quincuagésimo tercer estado de la Unión, asunto que en su fuero interno, Piñera debe dar como un hecho.
Ante la oleada de críticas, replicó con su habitual incontinencia moral:
«Chile está en el corazón de EEUU. Uno puede hacerlo con una pequeña dosis de ingenio».
Impresentable docilidad.
Podría pensarse, bueno, a fin de cuentas, es el homenaje del quiltro al jefe de la manada.
Pero todavía falta el primer acto.
El 4 de abril de 2016, cuando todavía estaba en campaña, mostró la hilacha acerca de lo que piensa de Trump. En el programa Odisea, del canal TN de Argentina, señaló:
«Donald Trump ha basado su estrategia política en conductas a veces demagogas, populistas, mucha odiosidad y descalificación, buscando el conflicto y la división más que el acuerdo y el consenso (…) Y por tanto, ojalá que Donald Trump no sea nunca presidente de Estados Unidos, porque yo creo que no es bueno ni para Estados Unidos, ni para América Latina, ni para el mundo».
Con la perspectiva de hoy, conviene ver toda la entrevista. No sólo por la sarta de mentiras, como por ejemplo, el camelo de que es doctor en economía, cuestión que en Chile no se atreve a repetir, sino fundamentalmente, porque muestra cómo se le cayó el discurso exitista del Chile jaguar, ejemplo para el mundo.
¿A cuál Piñera creerle: al del 7 de mayo de 2020, al del 28 de septiembre de 2018 o al del 4 de abril de 2016?
En una de las tres ocasiones está mintiendo.
Decida usted en cuál.
Fuente: con información de Radio Cooperativa y Polítika.