Un total de 143 quiebras de empresas chilenas se registraron el pasado año, 12 por ciento más que en 2012, informó la Superintendencia de Quiebras. La cesantía de trabajadores a raíz de las quiebras se elevó 39 por ciento, lo cual significa que pasaron de 3,141 en 2012 a 4,375 en 2013, la mayor cifra de los últimos 10 años, y más del 90 por ciento de ellos radican en la Región Metropolitana.
Comsa de Chile y Rabié son las dos empresas que contaban con el mayor número de trabajadores directos al momento de llegar a la quiebra, la primera dejó a 1.108 personas desempleadas y la segunda un total de 1.090.
Según la Superintendencia, el sector que mostró más incremento de quiebras fue la construcción, donde en el último año las insolvencias en esta industria pasaron de 10 a más de 35 empresas, lo cual representa un alza de 250 por ciento en relación a 2012 y supera también a sus cifras de los últimos cinco años.
Entre las empresas más conocidas que quebraron en construcción se encuentra Comsa, que llevaba a cabo obras como las carreteras desde la ciudad chilena de Arica, en el norte del país, a La Paz y La Cantera, ambas de Bolivia.
Otras entidades que quebraron son Pesca Chile, Curauma, Miscuentas.com, La Selecta, Minera Sierra Miranda, Inmobiliaria Clínica Alemana de Puerto Varas, Automotora Suiza y la Empresa Eléctrica de Casablanca.
El sistema de quiebras en Chile enfrenta nuevos desafíos en 2014, entre ellos la aplicación de la nueva Ley de Reorganización y Liquidación de Activos de Empresas y Personas.
«Una vez que entre en vigencia esa ley, el ingreso al sistema sea expedito y eficiente, asegurando un alto estándar de calidad en los servicios prestados por la nueva Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento», afirmó la superintendenta de Quiebras, Josefina Montenegro.
Montenegro dijo que debe existir un aumento del número de procedimientos concursales, tanto de reorganizaciones como de liquidaciones de empresas, al aprovechar los incentivos que la nueva ley contiene para que los deudores puedan diagnosticar y transparentar su situación de crisis en forma oportuna.
Dijo que la actual ley de quiebras «tiene una serie de deficiencias que generan una barrera al deudor para someterse a los procedimientos de quiebra y convenios que existen hoy en día, lo cual incentiva a tomar medidas extralegales que generalmente agravan su situación de crisis».
La nueva legislación ofrecerá facilidades para que el deudor ingrese al sistema concursal, permitiéndole reorganizar su empresa si fuera viable o cerrarla eficientemente si no fuera viable.