lunes, diciembre 23, 2024
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Areas Verdes: Otra Expresión de Desigualdad

Las Áreas Verdes Urbanas generan un gran número de efectos positivos. Dentro de ellos se cuenta la captación de Dióxido de Carbono (CO2) de la contaminada atmósfera de nuestras ciudades, lo cual implica un evidente beneficio para la salud. Por otro lado, diversos estudios comprueban lo que siempre se ha creído: las Áreas Verdes Urbanas tienen relación con la disminución de grados de estrés y la mejora en la  calidad de vida en general. Por otra parte, al aumentar la frecuencia de los vecinos en ellas genera grados de vigilancia ciudadana que reducen la criminalidad en los barrios donde se emplazan.

 

En definitiva, el aporte de las áreas verdes a la ciudad y a sus habitantes es más que un simple hecho paisajístico. No por nada la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone a lo menos 9 mts² por habitante en zonas urbanas.

Lo que pide la OMS frente a lo que tenemos en Chile.

Para nuestro país la definición de Área Verde se remite a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción: “Superficie de terreno destinada preferentemente al esparcimiento o circulación peatonal, conformada generalmente por especies vegetales y otros elementos complementarios.”

El problema en la definición anterior es que los términos “preferentemente” y “generalmente” dejan abierta la posibilidad a que estos sitios carezcan de vegetación alguna y que se pueda imposibilitar el acceso a ellos.

En la definición de “Parque” (de la misma Ordenanza) se plantea que estos deben ser arborizados, en cambio las “plazas” pueden no estarlo. Esto nos lleva finalmente a encontrarnos con espacios públicos sin ningún árbol pero que convenientemente son utilizados para mejorar los deficitarios estándares de áreas verdes en nuestras las ciudades.

Al definirse estas áreas en los planes reguladores como un  tipo de suelo, puede considerarse área verde algo que aun no está concretado o incluso algo que nunca llegara a hacerlo. En ese sentido las áreas verdes son más una definición legal que un realidad. Pero incluso con todo esto Chile está muy lejos de los estándares de la OMS, como lo demuestra la infografía.

La infografía precedente explicita las grandes brechas que Chile aun mantienen en cuanto a la existencia y la disponibilidad de áreas verdes urbanas. A pasar que la Región del Maule tiene un promedio de 6,8 mts² (el más alto de Chile) por habitante de Áreas Verdes Urbanas esto aun dista de lo planteado por la OMS (9 mts² por habitante).

Se identifica que el promedio nacional está en los 4 mts² por habitante y 7 de las 15 regiones esta bajo este promedio. Además, solo 16 comunas a nivel nacional superan las expectativas OMS, de las cuales 7 son de la Región Metropolitana y de estas, 5 son del sector oriente de Santiago.

Para subsanar esta situación se han planteado diversos planes y programas, hoy el gobierno asume ese desafío y está en ejecución el plan nacional “Chile Área verde”, el cual a mediados de Junio inauguró el primer parque en la comuna de Lebu, el “Parque del Carbón”, en memoria del pasado minero de la comuna.

El plan “Chile Área Verde” y la obsesión de cumplir metas

El plan “Chile Área Verde” (contenido dentro de las 50 medidas para los primeros 100 días de gobierno) consiste fundamentalmente en aumentar en 289 hectáreas a nivel nacional las áreas verdes urbanas, a través de la creación de 34 nuevos parques y la restauración de 2 existentes. Con el fin de acercarse a las expectativas de la OMS. Se estima que al momento de concretarse este plan se aumentara en promedio un 46,6% la disponibilidad de mts² de áreas verde por habitante en las comunas beneficiadas (34 de 345 comunas en Chile).

Pero más allá de las buenas intenciones que los diversos planes y programas puedan tener, estos esfuerzos parecen verse enfocados a una actitud de llegar a los estándares sin mediar en el trasfondo de estos. Nos encontramos en una situación similar a la de lo propuesto por la OCDE al plantear que el desarrollo se logra con USD 20.000 por habitante. Dentro de lo cual es irrisorio pensar que tener USD 19.999 nos hace sub desarrollados o USD 20.001 nos hace ser más que desarrollados. Sin tomar en cuenta factores como la distribución equitativa de estos recursos. En el tema de áreas verdes es lo mismo.

No se puede negar que este tipo de instancias son un aporte a la sociedad, pues en términos concretos se están creando más áreas verdes en el país, pero quedarse con esos ánimos exitistas termina reduciendo el gran desafío al que nos enfrentamos. El costos actual del programa es de $113.369.994.000, pero eso solo aumentara en un 6 % las hectáreas de áreas verdes a nivel nacional.

El desafío es enorme, pero a grandes desafíos, grandes respuestas. Y estas respuestas no pueden quedarse solo en el MINVU, a lo menos el Ministerio de Salud y Medio Ambiente deben hacerse participe en esta planificación, así también se debe trabajar a diversas escalas, pues creer que los parques urbanos es la única forma de disponer áreas verdes para la población es bastante reduccionista.

Las diferencias económicas también se miden en áreas verdes

El problema de estos espacios radica en que su creación y mantención es competencia de las municipalidades. Este hecho explica en parte el por qué de las grandes asimetrías que presenta la distribución de áreas verdes. Pues como los presupuestos de los municipios son distintos, su realidades son distintas, y sus prioridades también lo son, lo que transforma la creación y mantención de áreas verdes en una necesidad secundaria, mas bien, en un lujo.

El plan “Chile Área Verde” asegurara la mantención de de los nuevos parques por parte del gobierno regional, a pesar de ello, existe una gran brecha actual que hay que subsanar. Las 4  comunas de mayor capacidad económica de Chile (Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura) son las que concentran el 31,2% de las áreas verdes las 34 comunas que conforman su área urbana.

La gráfica precedente evidencia las asimetrías en la disponibilidad de áreas verdes urbanas en el gran Santiago, estableciendo una relación directa entre presupuesto municipal y este beneficio ciudadano. Por el contrario comunas como El Bosque, Pudahuel e Independencia tienen el lamentable record de ser las comunas como menos disponibilidad de áreas verdes por habitante en Santiago.

Los desafíos que quedan…

Lo importante para que los 9 mts² planteados por la OMS  sean realmente un provecho para la población es fundamental su acceso y eso no pasa solamente porque sean gratis, sino que su distribución homogénea en el territorio, que estén equipados y para que además de ser áreas de esparcimiento puedan albergar otro tipo de actividades culturales y sociales.

Hoy los esfuerzos a generar grandes parques urbanos con el fin de llegar rápidamente a los estándares internacionales nublan la necesidad de los habitantes de vivir en entornos más amigables, con mayor posibilidad de esparcimiento, en fin, en ciudades más sustentables.  Además subvalora el papel de las plazas barriales, que cumplen su rol de ser áreas de esparcimiento, puntos de encuentro, dinamizadoras del tejido social y todo esto sin tener que desplazarse distancias mayores que las del barrio mismo.

Aunque el Plan Chile área verde cubre los costos de mantención de los nuevos parques del plan, hace falta asumir la responsabilidad del Estado con estos espacios, transfiriendo los recursos necesarios a las municipalidades para su gestión.

Se debe involucrar a la población en la creación y mantención de estos espacios, el programa Quiero Mi Barrio debe fortalecerse tomando esta arista como un eje fundamental. Hay que recuperar los espacios públicos como espacios de interacción y creación vecinal.

No es posible quedarse en la idea que el esparcimiento en áreas verdes se reduce a un viaje esporádico a un gran parque lejos del cotidiano, es precisamente hacer de este acto una actividad cercana y permanente.

Finalmente asumir que esto no es solo una meta OMS, o un simple capricho de una ciudad más estética. Es el desafío de construir y reconstruir nuestras ciudades de una forma más sustentable y equitativas y terminar con las ciudades para ricos y las ciudades para pobres.

(*) Encargado Programa Municipio y Territorio. ICAL

Fuente: ICAL

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