El ex presidente de la ANFP Sergio Jadue pagó una fianza de un millón de dólares para circular libremente -con algunas restricciones- por Estados Unidos, mientras dure la investigación que lo envuelve en la red de corrupción de las altas cúpulas del fútbol mundial.
De dónde sacó la platas, es una pregunta que muchos se estarán haciendo, pero el asunto es que una fianza de un millón de dólares, unos 700 millones de pesos, fue lo que debió pagar el expresidente de la ANFP, Sergio Jadue, para que la justicia de EE.UU. lo dejase en libertad mientras se desarrolla la investigación que lidera la fiscal Loretta Lynch, respecto de la maquinaria de coimas que operó en el mundo del fútbol por 34 años.
Ayer, junto con confirmar que el exdirigente había admitido culpabilidad por dos delitos, la Fiscalía de EE.UU. dijo que “como parte de su declaración, Jadue aceptó renunciar a todos los fondos depositados en su cuenta en Estados Unidos, entre otros montos”.
Ahora lo que falta dilucidar entonces es cuánta fue la plata que efectivamente Jadue movió producto de esos pagos fraudulentos.
Mientras tanto, acá en Chile, siguen saliendo trapitos al sol respecto de las maniobras que ejecutó al mando del fútbol chileno.
Por ejemplo, una publicación reveló que fue la compra en efectivo de un departamento de 160 millones de pesos el hecho que le permitió a la Fiscalía Oriente abrir una investigación por lavado de activos. Esto ya que según la norma de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) los bancos deben reportar de manera mensual, trimestral o semestral, las transacciones en efectivo que superen “los US$ 10.000, o su equivalente en pesos chilenos, según el valor del dólar observado el día en que se realizó la operación”.
Al valor actual de la divisa, la cifra a informar sería de alrededor de 7 millones de pesos, lo que en matemáticas simples no alcanza a ser ni el 5% del valor pagado por Jadue en dicha transacción.
Entonces, una vez que fue alertada por la entidad bancaria, la UAF envió la información a la Fiscalía Oriente, caso que primero tomó el fiscal José Reyes Klenner, y que ahora fue reasignado a Carlos Gajardo.
Ayer, precisamente en el marco de esta arista, Gajardo llegó con efectivos de la PDI hasta la sede de Quilín en busca de información que le permita ir desenredando la maraña.
El persecutor consiguió copias de algunos correos, pero no logró encontrar el computador que Jadue usó en la ANFP.
Según la denuncia del periodista de Chilevisión, Fernando Tapia, esto se explica porque desde EE.UU. Jadue mandó a desvalijar la oficina que alguna vez ocupó en la sede Quilín.
La acusación de Tapia hace mención a cuatro personas, dos de las cuales nombra en su cuenta de Twitter con nombre y apellido.
“Retiraron todo, el domingo pasado en la mañana en una camioneta doble cabina de color blanco”, asegura Tapia.
El departamento que inició la dura caída de Sergio Jadue
Las transacciones que realizó en Chile el ex presidente de la ANFP, Sergio Jadue, es el principal foco de la investigación que lleva adelante el fiscal de la unidad de Alta Complejidad de la zona Oriente, Carlos Gajardo.
Se trata de un proceso por lavado de activos en relación a los movimientos de dinero de operaciones que realizó Jadue. En específico con la compra de un departamento.
Fuentes de la investigación señalaron a La Tercera que el caso partió porque el ex directivo del fútbol chileno habría comprado en dinero en efectivo un inmuble a una constructora. El monto llegaría a $ 160 millones aproximadamente.
La empresa recibió los fondos provenientes de la adquisición del inmueble y los depositó en la cuenta. Sin embargo, según el reglamento de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), el entidad bancaria tiene que informar de estas transacciones en los reportes de operaciones sospechosas, dado que el monto sería de $ 160 millones. Según la norma, los bancos deben reportar a la UAF de manera mensual, trimestral o semestral, las transacciones en efectivo que superen “los US$ 10.000, o su equivalente en pesos chilenos, según el valor del dólar observado el día en que se realizó la operación”, indica el sitio web del organismo.
Esto provocó que el banco diera cuenta a la entidad del depósito, por lo que se inició una investigación y se solicitaron antecedentes referentes a las operaciones realizadas por Segio Jadue.
Tras esto, la UAF remitió toda la información recopilada a la Fiscalía Oriente, donde el caso fue tomado en una primera instancia el fiscal José Reyes Klenner, quien finalmente fue reemplazado por Gajardo esta semana.
Fuente: La Tercera
Jadue pagó US$ 1 millón de fianza y le incautan fondos de una cuenta del banco UBS
En sus últimos meses en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y en la Confederación Sudamericana (Conmebol), Sergio Jadue ya sabía que su caída era inevitable y que su única opción era cooperar con la justicia estadounidense y confesar su participación en la cadena de sobornos por los derechos de la Copa América, Libertadores y Sudamericana. Sabiendo que su suerte estaba echada, movió sus piezas sigilosamente tratando de acumular efectivo para enfrentar el futuro de vacas flacas que se aproximaba. Mientras negociaba su entrega y entendiendo que perdería el dinero negro que había escondido en un paraíso fiscal, vendió la parcela que había adquirido en el exclusivo Condominio Campanario de la comuna de La Cruz. Se la compró el arquero argentino Lucas Giovini, actual guardametas de Unión La Calera, en agosto pasado.
Atrás quedaba el estilo derrochador que Jadue había llevado en el último tiempo, impropio para los ingresos que declaraba (vea el reportaje de CIPER “Radiografía a los negocios e ingresos del presidente de la ANFP”), y cuyo último hito fue la compra de un amplio departamento en Vitacura en marzo pasado, dos meses antes de que estallara el escándalo de los sobornos y que el FBI lo pusiera en la mira.
En todo caso, cualquier jugada que haya hecho Sergio Jadue para contar con dinero en esta hora de derrota, debió quedar corta: los documentos de la justicia de Estados Unidos y a los que CIPER tuvo acceso indican que pagó US$1 millón por la fianza que le da derecho a circular libre, pero con restricciones, mientras dure la investigación y el juicio. Los documentos también revelan que tiene una cuenta en la sucursal estadounidense del banco suizo UBS y el nombre de la sociedad que formó para triangular las coimas: Lisburn Strategies Inc.
De acuerdo con la versión que ayer entregaron en Nueva York los fiscales Loretta Lynch y Robert L. Capers, las confesiones de Jadue y del dirigente colombiano Luis Bedoya ayudaron a encauzar la investigación. Bedoya viajó el 4 de noviembre a Estados Unidos, para entregarse a las autoridades de ese país a cambio de un trato benevolente, y arrastró con él a Jadue, quien tomó el mismo camino el 17 de noviembre (vea el reportaje de CIPER “Sergio Jadue: el juego sucio que le reportó US$2,2 millones”). Una semana después, el 23 de noviembre, el chileno firmó su declaración de culpabilidad.
El fiscal Capers dijo que las declaraciones de Jadue y Bedoya fueron clave en la nueva formulación de cargos contra los nueve integrantes del directorio de Conmebol, entre los cuales se encuentra el actual presidente de esa organización, el paraguayo Juan Ángel Napout. Este último fue arrestado en Suiza este jueves 3 junto al presidente de la confederación de fútbol de Norte y Centroamérica (Concacaf), Alfredo Hawit. La justicia de Estados Unidos ha pedido la extradición de ambos, acusados de haber pactado el pago de unos US$200 millones en coimas a cambio de los derechos de la Copa América, Copa América Centenario y Copa Libertadores.
DOCUMENTOS DE LA JUSTICIA DE EE UU
Sergio Jadue ingresó al registro del sistema judicial estadounidense como un “John Doe”, es decir, como un sujeto no identificado. En el primer documento público de la investigación en su contra, fechado el 5 de noviembre pasado, Robert L. Capers, fiscal del distrito Este de Nueva York, informa a la corte que ingresará una renuncia a la acusación de este “N.N.” (ver documento). Se invoca una norma federal de procedimiento penal en que se renuncia a que un gran jurado determine si hay mérito para la acusación, gracias a que reconoció el delito y entregó información. Pocos días después de que se ingresara ese escrito, el 9 de noviembre, se produjo el misterioso viaje de Jadue a Brasil, aunque según TVN su destino final era Nueva York, donde tuvo lugar la negociación con la fiscalía estadounidense.
El entonces presidente de la ANFP volvió a Santiago el 12 de ese mes, aún negando cualquier participación en el escándalo de la Conmebol, para dejar el país definitivamente el martes 17 de noviembre, esta vez rumbo a Miami. Sería sólo una escala en un viaje que lo tendría el lunes 23 en Brooklyn, donde está la corte federal del Distrito Este de Nueva York. Ahí tuvo lugar la audiencia que encabezó el juez de distrito Raymond J. Dearie y en la que hubo tres abogados en representación de Jadue: William M. Brodsky, del buffete Fox, Hovan & Camerini. Este es el mismo estudio que causó polémica cuando se descubrió que la ANFP estaba pagando por la defensa de la institución cuando en realidad pagaba la de Jadue. Los otros abogados son el argentino Santiago Sáenz Valiente y el chileno José Forteza Gómez. Por la parte demandante estuvieron los fiscales Kristen Mace y Sam Nitze. También estuvo presente el intérprete judicial Mario Michelena, un peruano que después de años escuchando delincuentes, decidió escribir su primera novela negra, que acaba de lanzar en la feria del libro de Lima.
La audiencia de ese lunes 23 duró una hora, pero debido a que los detalles del caso aún son secretos, sólo se liberó una descripción general de lo que sucedió ese día, no la transcripción completa. De todos modos la información es reveladora: Jadue declaró bajo juramento, se exhibió un acuerdo con la fiscalía y el ex dirigente del fútbol se declaró culpable de los dos cargos que se le imputan. El juez determinó, como sucede en estos casos, que Jadue reconoció los delitos de manera voluntaria y sin coerción, y determinó que los hechos imputados tenían base factual, aceptando la declaración de culpabilidad de Jadue.
También se presentó como evidencia un documento que se denomina “información”, el mismo que este jueves la fiscal general Loretta Lynch dio a conocer públicamente, en que se describen los delitos que se le imputan a Sergio Jadue y cómo funcionó la red de corrupción de la FIFA y la Conmebol. En este documento, Jadue ya es identificado con su nombre y apellido, pero al igual que el resto de la información recibida por la corte, permaneció bajo reserva hasta el jueves 3 de diciembre, cuando se formalizó públicamente la causa como “Estados Unidos contra Sergio Jadue”.
La fiscalía señala que alrededor del año 2012, Jadue y los otros acusados comenzaron a recibir pagos ilegales por la venta de los derechos de transmisión de los torneos de fútbol. Para concretarlo, recibieron coimas a través de bancos estadounidenses que se calculan en “millones de dólares”. Del mismo modo, Jadue y los otros dirigentes de la Conmebol recibieron coimas de las empresas encargadas del márketing de la copas Libertadores y América. El hecho de que las transferencias pasaran por Estados Unidos avala que sea juzgado bajo la jurisdicción de la corte local.
Los dos cargos que se le imputan son graves y, de no haberse declarado culpable, significarían penas de hasta 20 años de cárcel cada uno, pues se invoca la llamada ley RICO, sobre crimen organizado. El primer cargo es justamente la participación en delitos de crimen organizado (racketeering conspiracy), incluyendo lavado de dinero, fraude en transacciones bancarias, viajes interestatales e internacionales para concretar el fraude, obstrucción a la justicia y múltiples actividades de soborno. El segundo cargo es la conspiración para realizar fraude con transacciones bancarias (wire fraud) en perjuicio de la Fifa, la Conmebol y la Concacaf (ver documento).
En la audiencia del 23 de noviembre también se firmó una orden de confiscación –no se especifican las especies– y se fijó para el 17 de junio de 2016 a las 10:00 AM una audiencia en que se dictará sentencia o se controlará el avance del caso. Fue en ese momento en que se oficializó que Jadue quedaría libre, previo pago de US$ 1 millón de fianza y ciertas condiciones que no se detallan (ver documento).
La orden preliminar de decomiso da luces de lo que acordó. En el documento liberado por la corte se señala que Jadue accedió a que se le incauten todos los fondos contenidos en la cuenta R201414K1 del Banco UBS y todos los fondos que puedan rastrearse desde ahí. La cuenta está a nombre de la sociedad Lisburn Strategies Inc., que podría corresponder a aquella creada en Islas Vírgenes informada por Revista Qué Pasa. Además, Jadue accedió a que se le incaute un monto de hasta US$ 2,2 millones (menos lo que tenga en la cuenta del UBS), que equivale a los sobornos o comisiones ilegales relacionadas además de las copas América y Libertadores, a la copa y recopa Sudamericana entre 2013 y 2015 (ver documento).
Finalmente, Jadue tuvo que firmar un documento donde declara conocer el detalle de los cargos que se le imputan –conspiración para el crimen organizado y para el fraude de transferencias bancarias– y formaliza su aceptación de que su caso no sea visto por el gran jurado (ver documento).
CONDOMINIO DE ELITE
Mientras Sergio Jadue iniciaba los contactos con la justicia de Estados Unidos, sigilosamente también preparaba su despegue definitivo de Chile. Un mes y medio después de que la Roja conquistó la Copa América, Jadue le vendió su parcela del Condominio Campanario al arquero de Calera Lucas Giovini. El dirigente adquirió ese terreno en abril de 2012, el mismo año en que según la investigación de la fiscal Loretta Lynch, se comenzaron a pagar los sobornos de la Copa América.
El portero Giovini pagó $30 millones por el terreno, cuyo traspaso quedó fechado el 19 de agosto. El precio es apenas $5 millones superior al que había pagado Jadue en 2012. El apuro era claro: el dirigente sabía que tendría que radicarse obligatoriamente en Miami. No obstante, Giovini dijo a CIPER que él le había insistido a Jadue para que le vendiera y que, a pesar de todo lo que ahora se ha sabido, sigue conservando una buena opinión de él, a quien conoció cuando era dirigente del club calerano.
El Condominio Campanario es el sector donde se han afincado las familias de los más acomodados comerciantes y transportistas de La Calera y Quillota. Sergio Jadue abrigaba el sueño de avecindarse allí y ser aceptado como parte de la elite local.
Diversas versiones de prensa indicaron que Jadue había comprado en más de $400 millones una casa construida en ese condominio por José Alberto García Cabrera, ex dirigente de Unión La Calera, pero que esa operación no quedó registrada en el Conservador de Bienes Raíces. CIPER comprobó que José Alberto García no tiene propiedades en esa parcelación. Su esposa, ya fallecida, era propietaria del lote 32 de ese condominio, el que ahora figura a nombre de su hija. En tanto, su hijo, Francisco José García Varas, es dueño del lote 33.
Ramón García Cabrera, hermano de José Alberto y cónyuge de una tía de Sergio Jadue, también tiene una parcela en el Condominio Campanario, la que figura a nombre de su sociedad Inversiones e Inmobiliaria García y Cía. Asimismo, una prima del ex dirigente de la ANFP, Marcela Belén Jadue Palma, hija del ex presidente de Unión La Calera, Sabino Jadue, también es propietaria de un terreno en esa zona: el lote 8, en proceso de edificación.
La versión que circula entre los residentes del sector es que Francisco José García Varas le arrendaba un inmueble a Sergio Jadue dentro de este condominio, en $600 mil pesos. No obstante, el propio Francisco José García, consultado por CIPER, lo negó y dijo que él tenía solo un inmueble en esa parcelación, el que ocupa como su residencia particular.
Sin embargo, vecinos de esa zona aseguraron a CIPER que Jadue vivía en una de las parcelas del condominio cuando dejaba su amplio departamento de Vitacura para ir a La Calera. De hecho, aseguran que en esa casa se realizó la despedida que le brindó su familia el sábado 14 de noviembre, tres días antes de que abandonara el país.
Jadue los reunió a todos y les contó que partiría por un tiempo indefinido, pero sin dar más explicaciones. Frente a unos pocos, los más íntimos, se sinceró. Al conocer la noticia, su madre tuvo una crisis nerviosa. Según señaló a CIPER uno de los asistentes, esa fue la señal clave para que todos comprendieran el verdadero tenor de lo que estaba sucediendo y la despedida se convirtió, entonces, en un momento amargo y triste:
“Fue como un funeral”.
Pronto comenzaron a llegar sus vecinos y amigos. La elite calerana fue la primera en enterarse de que los rumores acerca de que Sergio Jadue partiría a entregarse a Estados Unidos, eran ciertos.
LA INVESTIGACIÓN DE GAJARDO
La venta de su parcela en La Cruz no fue el único movimiento inmobiliario que hizo Jadue antes de dejar Chile. En marzo de este año, se deshizo de su amplia casa en Huechuraba. Hizo un buen negocio. La adquirió en 2010 por 4.825 UF (unos $90,6 millones de la época) y la vendió cinco años después en 8 mil UF (cerca de $204 millones).
Sergio Jadue dejó su casa de Huechuraba para mudarse a un departamento que ocupa todo un piso en el exclusivo edificio Villamagna Golf, ubicado en la avenida Kennedy y con vista a los prados del Club de Golf Los Leones. A los dirigentes de la ANFP que conocieron esa adquisición y que se sorprendieron por el nivel de vida que su presidente había alcanzado, él les dijo que había financiado la compra con un crédito hipotecario y la venta de su casa de Huechuraba. Pero las cuentas y las fechas no cuadran.
CIPER revisó las inscripciones de ambas operaciones (la venta en Huechuraba y la compra en Vitacura). De acuerdo con los registros del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, por el departamento en Vitacura el ex presidente de la ANFP pagó 15 mil UF (unos $384 millones). Al menos tres corredores de propiedades que operan en la zona oriente de la ciudad indicaron a CIPER que se trata de un precio razonable para el inmueble. La inscripción de la propiedad indica que para adquirir el departamento Jadue contó con 9 mil UF provenientes de un préstamo hipotecario de Corpbanca y que las otras 6 mil UF (unos $147 millones) las pagó en efectivo.
Según la versión que Jadue entregó a sus cercanos, las 6 mil UF en efectivo provenían de la venta de su antigua casa de Huechuraba. Pero algo no cuadra: recién contó con la plata de esa venta dos semanas después de haber pagado el departamento de Vitacura.
Cuando Sergio Jadue adquirió su casa de Huechuraba, desembolsó 825 UF de pie (unos $6 millones a esa fecha) y las 4.000 UF restantes (cerca de $84,5 millones) las financió con un préstamo hipotecario del Banco de Chile. Su aval en ese crédito fue Salvador Said Somavía, ex presidente del Club Deportivo Palestino y director ejecutivo de las empresas del Grupo Said, holding con inversiones en Parque Arauco y BBVA Chile, entre otros negocios. Cuando vendió la propiedad en marzo de este año por 8 mil UF, se estableció en las escrituras que una parte de ese dinero no llegaría directamente a Jadue, sino que se ocuparía para saldar la deuda hipotecaria que había adquirido con el Banco de Chile al comprarla. Del dinero que recibió por la venta, Jadue se quedó con unas 4.950 UF. Todavía le faltaban 1.050 UF para financiar la compra del departamento de Kennedy.
Una versión difundida por La Tercera de este viernes 4 de diciembre, indica que la investigación que abrió el Ministerio Público contra Sergio Jadue por lavado de activos, se originó por la compra de un departamento en que el ex dirigente del fútbol habría pagado $160 millones en efectivo a una constructora. La nota del diario dice que cuando la empresa receptora del dinero depositó la suma, el banco que la recibió hizo un reporte a la Unidad de Análisis Financiero, debido a que las normas obligan a las entidades bancarias a informar las operaciones en efectivo que superen los US$10 mil (unos $7 millones), lo que dio origen a la investigación que ahora lleva el fiscal Carlos Gajardo.
CIPER se comunicó con la Inmobiliaria Raúl del Río, que aparece como vendedora del departamento que compró Jadue en Vitacura, para consultar cómo había justificado el ex dirigente del fútbol el dinero en efectivo que les entregó. En la inmobiliaria informaron que el único que podía referirse al tema era su propietario, Raúl del Río. Aunque se le dejaron múltiples mensajes, en su oficina respondieron que no han podido contactarlo para que atienda las consultas de CIPER.
LA COFRADÍA DE LA ANFP
La mayoría de los dirigentes de la ANFP prefieren excusarse en que nunca supieron de los manejos financieros de Jadue, pero lo cierto es que muchos de ellos prefirieron desatender las señales que acusaban al calerano (vea el reportaje de CIPER “Todas las evidencias contra Jadue que los dirigentes dejaron pasar”). Para los miembros del directorio que encabezó Jadue, será más duro probar que nada supieron.
Es el caso del secretario ejecutivo de la ANFP, Óscar Fuentes, quien también operó como el abogado que asesoró a Jadue en la venta de su casa en Huechuraba. Los nuevos propietarios de ese inmueble, consultados por CIPER, aseguraron que nunca cruzaron una palabra con Sergio Jadue y que toda la negociación fue realizada a través de Óscar Fuentes, a quien identificaron como el mismo abogado que es dirigente de la ANFP.
El actual presidente interino de la ANFP, Jaime Baeza, también tiene vínculos comerciales con su antecesor. El programa Contacto, de Canal 13, informó que Baeza le vendió por $124 millones a Jadue un departamento en el exclusivo sector de Costa de Montemar, en Concón. El inmueble fue adquirido por la sociedad Inversiones San Nicolás, formada por Jadue y su esposa, María Inés Facuse.
El director de la ANFP Cristián Varela fue encumbrado bajo la gestión de Jadue hasta la Comisión de Finanzas de la Conmebol, entidad que organiza varios torneos continentales que podrían convertirse en campo fértil para los negocios de la empresa de Varela: Chilefilms.
La compañía se ha especializado en la producción de la transmisión de partidos, negocio que ha multiplicado sus ganancias gracias al Canal del Fútbol (CDF), cuyo principal controlador es la misma ANFP.
Chilefilms también se benefició con los encuentros disputados durante la Copa América, certamen organizado por el mismo directorio de la ANFP que integra Varela.
Cristián Varela fue vicepresidente durante el primer período de Sergio Jadue al mando de la ANFP (2011-2014) y director ejecutivo del Comité Organizador del Mundial Sub-17 efectuado este año en Chile. Además, es miembro del Comité de Disciplina de la FIFA. Los vínculos entre su empresa y el CDF son extensos:
Chilefilms produce todos los partidos del torneo nacional y de la Copa Chile, y dentro de sus estudios hay espacios donde se graban las noticias y programas de variedades con que cuenta la parrilla del canal (ver reportaje CIPER “Cristián Varela, dueño de ChileFilms: el primer ganador de la Copa América”).
Por último, también participa en la cadena de negocios que genera el CDF el ex tesorero y actual director de la ANFP, Alex Kiblisky. Miembro de la familia que controla el club Ñublense, Kiblisky es cofundador, junto al animador Julian Elfenbein, de la productora Chilecorto, que realiza uno de los más populares programas del CDF: Show de goles. Los nexos no quedan ahí. El programa de la productora de Kiblisky se graba en los estudios de Chilefilms.
Para todos los que aún puedan guardar secretos relacionados con los manejos opacos de Sergio Jadue, la fiscal Loretta Lynch lanzó una dura advertencia en su intervención pública del jueves 3:
“El mensaje debe quedar claro para todos los culpables que permanecen en las sombras con la esperanza de evadir nuestra investigación: no se van a escapar”.
Fuente: CIPER Chile