Una abogada rumana nunca imaginó que un regalo de cumpleaños se convertiría en su peor pesadilla, y es que Raluca Crisan de 38 años, en su propósito de efectuarse un tratamiento cosmético para mejorar su apariencia, decidió inyectarse botox como “autoregalo” y en vez de esta sustancia, le inyectaron veneno de serpiente.
Crisan permaneció hospitalizada en una clínica en Rumania debido a las graves consecuencias del veneno, que entre otras cosas le provocaron una parálisis facial por un año. La abogada demando al médico que efectúo tal despropósito, sin embargo, los tribunales de su país no se han pronunciado al respecto.
Los que sí ha conseguido es la insólita respuesta del cirujano, al ser increpado por la mujer:
“Cuando testifiqué, él dijo que realmente no sabía qué era lo que me dio, porque lo ordenó a un proveedor chino y todo estaba escrito en ese idioma”.
Indicó que ella misma descubrió que se trataba de veneno de serpiente luego de acudir al proveedor del médico, el cual es también un comerciante chino.