Con cuarenta días de secreto quedó el testimonio prestado ante la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, el miércoles pasado, por el ex gerente de Corpesca Francisco Mujica. No obstante, según conocedores de su declaración, el ex ejecutivo relató ante el fiscal José Antonio Villalobos y el funcionario de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec), Edson Figueroa, detalles de la manera en que el senador de la UDI, Jaime Orpis, ideó un mecanismo para recibir fondos de parte de la pesquera del Grupo Angelini. El caso de Orpis es especialmente grave, pues fue uno de los 23 senadores que votó a favor de la fatídica Ley Longueira.
El parlamentario es indagado por cohecho, luego que los perscutores a cargo de la indagatoria, Villalobos y Carlos Gajardo, detectaran que han existido pagos de Corpesca a asesores del congresista, fondos que se entregaron sostenidamente en el tiempo, dentro y fuera del período legal de campaña.
Según consta en la investigación, entre 2009 y 2013 Lorena Lara, Carolina Gazitúa y Daniel Ortega emitieron boletas a la pesquera presuntamente sin haber realizado los servicios correspondientes y por montos que fluctúan entre $2 millones y $10 millones. Además, durante ese mismo lapso de tiempo asesoraban a Orpis.
En su testimonio ante la fiscalía, Mujica dijo que esas personas no prestaron servicios a la compañía y, además, explicó que fue el propio senador gremialista quien solicitó una reunión en la oficina que el ex gerente tenía en una de las dependencias de Corpesca en el norte del país. Esto, a fines de 2008.
Sobre este encuentro, Mujica señaló que Orpis le habría pedido fondos para convenir un aporte anual para su corporación de rehabilitación de drogas, La Esperanza. Y agregó que en días posteriores el parlamentario lo llevó a conocer el centro que ha dirigido por más de 20 años.
A mediados de 2009 -dice Mujica en su declaración- el legislador le habría solicitado nuevamente fondos. Esta vez, para su campaña a la reelección senatorial. La respuesta del entonces gerente de Corpesca fue que ese asunto debía consultarlo previamente con la empresa.
Según recuerda Mujica, Orpis lo llamaba a menudo para saber si había conseguido los recursos. Tiempo después, Mujica le informó que la compañía no había obtenido excedentes tributarios, por lo que no podía acceder a su petición, pero le explicó que lo derivaría a otras empresas del Grupo Angelini para tramitar esa solicitud.
Mujica señaló ante el fiscal que posteriormente se enteró que a Orpis le habían llegado aportes a través del Servicio Electoral. pero que no tenía conocimiento de los montos ni del origen de esos dineros.
Luego, en 2010, el senador -según dijo Mujica en su declaración- le solicitó, por teléfono, una reunión en Santiago. En ese encuentro le habría planteado que poseía un déficit económico producto de la campaña, por lo que le habría solicitado ayuda para pagar esas deudas. Esto, sin especificarle un monto. Y según afirmó el ex representante de Corpesca, fue el propio Orpis quien le habría propuesto respaldar la entrega de esos fondos con boletas de terceros y mediante informes relacionados al consumo de drogas y a los procesos de rehabilitación.
Mujica dijo al fiscal que efectivamente llegaron algunos informes, pero que la empresa no los necesitaba. Además, señaló no haber conocido nunca a los asesores. Y también afirmó que era el propio Orpis quien se encargaba de enviar o llevar personalmente las boletas, y que se las habría dejado con la secretaria que el entonces gerente tenía en la pesquera.
Respecto al detalle de los pagos, el ex ejecutivo explicó ante la fiscalía que primero se le entregaba a Orpis un monto variable, y que luego se fijaron $2 millones mensuales. Agregó, además, que ese sistema se utilizó con frecuencia hasta, al menos, mayo de 2013, momento en el que Mujica dejó la pesquera.
Fuente: con información de La Tercera