Trece de los 36 policías del municipio de Medellín, en el estado mexicano de Veracruz, fueron detenidos por orden de la Procuraduría (fiscalía) para que presten declaración sobre el secuestro del periodista y activista vecinal Moisés Sánchez Cerezo ocurrido hace una semana.
La fiscalía cuenta con 30 días para encontrar pruebas de la posible participación de los policías en este hecho.
Sánchez Cerezo, de 49 años, es director y editor del semanario comunitario de distribución gratuita La Unión y fue sacado de su hogar por desconocidos armados que incautaron también su cámara, su teléfono celular y la computadora con la que trabajaba y donde se encuentran sus archivos.
El procurador Luis Bravo Contreras aseguró que la investigación incluye a todos quienes fueron señalados por la familia del periodista como probables responsables de su secuestro. Entre ellos figura el alcalde de Medellín, Omar Cruz.
Sánchez Cerezo denunciaba la corrupción de las autoridades locales y la situación de inseguridad de la zona.
Colegas y amigos han manifestado sus sospechas de que las fuerzas de seguridad mexicanas están relacionadas con el secuestro en diversas protestas realizadas en los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos, la capital del estado Xalapa, y Ciudad de México.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha expresado su preocupación por la desaparición y ha urgido a México a adoptar las medidas necesarias para encontrar al periodista con vida.