Unos 22 mil habitantes de la comunidad de Daybrook, en Nottinghamshire, Inglaterra, deberán realizarse exámenes de sangre para descartar contagio de sida o hepatitis por pedido expreso del Servicio Nacional de Salud. La convocatoria la hicieron las autoridades a todas las personas que fueron atendidas por el odontólogo Desmond D’Mello, quien fue investigado tras el fallecimiento de una paciente suya a consecuencia de una extraña infección.
La indagatoria reveló que el hombre -con más de 30 años de ejercicio- no cumplía con las normas de higiene que son exigibles para los profesionales de esa área de la salud.
La noticia causó alarma entre los habitantes de la pequeña comunidad inglesa porque según se pudo comprobar el dentista nunca se cambiaba los guantes ni esterilizaba el instrumental que utilizaba.
Debido a la muerte de Amy Duffield de 23 años, pocos días después de haber visitado el consultorio de D’Mello, las autoridades decidieron llamar a una multitud de pacientes del dentista a hacerse los análisis de rigor considerando que las deficientes prácticas higiénicas les pusieron en riesgo de contagio de algunas enfermedades como el VIH o la hepatitis y hasta podrían ser las responsables de la muerte de la joven mujer.
De la gran cantidad de personas convocadas, sólo unas 400 se habían realizado los exámenes y los resultados aún se desconocen.
El negligente odontólogo fue suspendido por el Consejo General de Dentistas y dos enfermeras también están siendo investigadas por este hecho, mientras que otro profesional que atendía junto a D’Mello fue absuelto de responsabilidades.
