No es cierto que una lista única favorece a la derecha. Dos listas competitivas, en el campo opositor, pueden tener mejor desempeño, el 11 de abril. Esta es la lista anti-neoliberal.
En un escenario de alta votación, el riesgo de la sobrerrepresentación de la derecha se reduce, e incluso, desaparece.
Mientras menos votos, el 20% de la derecha en el plebiscito tiende a ampliarse; mientras más votos, el margen de la derecha se comprime contra la banda del 20%. No hay misterio. Es estadística.
En consecuencia, en lugar de quejarse por una unidad inexistente, todo el que quiera una nueva Constitución haría mejor en trabajar en terreno por su lista, o en su defecto, por el voto general.
Si en verdad se quiere una nueva Constitución, es más relevante el acuerdo sobre contenidos mínimos sobre una constitución democrática entre ambas listas opositoras.
Sin embargo, a pesar de su relevancia, es una discusión virtualmente ausente del actual escenario.
No es casual que el debate que importa sea el que falte.
El pesimismo reinante impide ver la ventaja de la competencia complementaria. Es más: mientras mejor se desempeñen las dos principales listas opositoras, en el trabajo de terrenos pre-electoral, mejores oportunidades de derrotar a la derecha.
Siempre, naturalmente, que el objetivo sea una constitución democrática.
Estos son los candidatos de la lista Apruebo Dignidad, cuyo eje programático es su oposición al modelo neoliberal, y la construcción de un Chile justo, inclusivo y democrático.
En esta lista se agrupan las y los aspirantes a constituyentes de las tiendas políticas RD, CS, Unir, Comunes, Fuerza Común, PC, FRVS, Izquierda Libertaria, Victoria Popular, Socialistas Allendistas Partido Igualdad y Acción Humanista, además de candidaturas independientes y de organizaciones integrantes de Unidad Social.
Es una lista que expresa una gran diversidad de mujeres y hombres, dirigentes destacados del mundo social y sindical, de los territorios, organizaciones vecinales, de los sin casa; es una lista que en definitiva representa la sociedad chilena y sobre todo es representativa de las demandas expresadas en el estallido social y que busca una nueva constitución y un nuevo modelo desarrollo.
