por Rodrigo Fuentes.
“Este es un proyecto propio de la dictadura de Pinochet, es primera vez que en tiempos de democracia se usurpan derechos laborales”. Así de enfático fue el abogado laboralista José Luis Ugarte, al referirse al recientemente aprobado proyecto de ley denominado Estatuto Joven.
La iniciativa está dirigida a personas entre 18 y 28 años, quienes se encuentren cursando estudios regulares o en vías de titulación.
Entre sus principales preceptos se establece un empleo sin fuero sindical, eliminación del descanso dominical, exclusión de indemnización por años de servicio, el no pago de horas extras ni licencias médicas, un solo permiso de ausencia para rendir pruebas y la inexistencia de fuero maternal.
Para el también académico de la Universidad Diego Portales el Presidente Piñera responde a las peticiones de los empresarios del comercio y servicios, compañías que a su juicio, han funcionado en base a “alumnos en práctica”, sin tener que pagar salarios, ni descansos.
“Es la primera ley que interrumpe un camino de mantención de beneficios, donde a los jóvenes se le eliminan derechos que se consideraban prácticamente históricos e inamovibles como la jornada, la indemnización, entre otras. Por lo tanto, en algún sentido Piñera está haciendo volver a los trabajadores jóvenes a inicios del siglo veinte o fines del diecinueve, así de crudo”, afirmó.
Otro de los artículos que destaca en la pre normativa, es que se pretende dejar sin fuero maternal a las trabajadoras que se desempeñan bajo las reglas del Estatuto. En esa linea, el abogado de la Universidad de Chile apunta a que esto se contradice con la visión “pro vida” del gobierno, ya que crea mujeres con beneficios, en una primera categoría, y trabajadoras sin este derecho, en una precaria segunda condición.
“Se eliminan derechos como en el caso del fuero maternal. Esto habla de la total incoherencia respecto el discurso pro vida, es decir, un mandato que dice ser partidario de la familia, no tiene ningún problema en dejar a las mujeres sin fuero, lo que significa que habrá madres de primera y segunda categoría, las que trabajan con las normas generales y aquellas que tienen entre 18 a 28 años que no van a tener ningún beneficio”, argumentó.
La semana pasada diputados oficialistas, además de algunos de la Democracia Cristiana y el PPD, dieron luz verde a la iniciativa que restringe una serie de beneficios, especialmente a jóvenes y estudiantes.
Para José Luis Ugarte esto da cuenta de un nuevo ordenamiento en cuanto a cómo los parlamentarios están viendo hoy el trabajo. En ese sentido, precisó que la votación marca un nuevo eje con dos formas antagónicas que conforman un nuevo escenario: congresistas pro trabajador y otro que obedece a las demandas empresariales, donde en este último, se incluyen a partidos políticos de la ex Nueva Mayoría.
“Se inicia una nueva etapa en el debate político en relación a lo laboral, se acabó la tercera vía en la Nueva Mayoría, se comienzan a formar desde ahora en adelante dos grandes visiones antagónicas sobre el trabajo. En esto da lo mismo la tramitación de la ley en la Cámara de Diputados o el Senado, ya que lo que vas a tener es fuerzas políticas, que antes se consideraban pro trabajador, y que hoy día están alineadas con la flexibilización y precarización, porque según ellos eso genera empleo, cosa que en ningún caso está acreditado, ese es otro punto de este proyecto, no existe ninguna estadística que esto mejore la empleabilidad juvenil, eso es pura ideología del gobierno”, subrayó.
Ya aprobado en la Cámara Baja, el proyecto se comenzará a discutir esta semana en el Senado. Para José Luis Ugarte no existe esperanza de que esto sea rechazado, incluso indicó, la nueva forma de votar tanto diputados como senadores se proyectará a otras pre normativas donde el Presidente Piñera se da cuenta del nuevo lineamiento parlamentario, que incluye a integrantes de oposición al momento de votar.
Fuente: Radio Universidad de Chile
Expertos y dirigentes sindicales critican el Estatuto Joven: “Fomentará la creación de trabajos basura”
De acuerdo a la iniciativa del Gobierno, para el empleador ya no será necesario respetar el fuero maternal ni sindical de los trabajadores, ni el descanso dominical, ni tampoco entregar prestaciones por término de contrato. Además, las jornadas laborales diarias podrán ser divididas en varios bloques, o sea, si el empleado debe trabajar cinco horas un determinado día, la empresa podrá decidir que labore dos horas por la mañana y tres por la tarde.
Presentada oficialmente como “como una oportunidad para crear aproximadamente cien mil nuevos puestos de trabajo a jóvenes estudiantes de entre 18 y 24 años”, el jueves pasado, la Cámara de Diputados aprobó, con 83 votos a favor, 51 en contra, y cuatro abstenciones, el Proyecto de Ley del Estatuto Laboral para jóvenes, presentado por el ejecutivo en abril pasado.
Según dijo en la ocasión el ministro del trabajo, Nicolás Monckeberg, dichos empleos serían “formales y de calidad”, pues, según las estadísticas que el mismo secretario de Estado entregó, del nueve por ciento de los estudiantes que trabajan, la mitad lo hacía de manera informal.
Pero al leer la letra chica del proyecto, uno se encuentra con varios detalles que significan, abiertamente, un retroceso en materia laboral para los trabajadores, pues para incentivar estos nuevos empleos, el Gobierno decidió prescindir de importantes derechos laborales, flexibilizando así los deberes de los empleadores.
Por ejemplo, no será necesario respetar el fuero maternal ni sindical de los trabajadores, ni el descanso dominical, tampoco habrá prestaciones por término de contrato, y las jornadas laborales diarias podrán ser divididas en varios bloques, o sea, si el empleado debe trabajar cinco horas un determinado día, la empresa podrá decidir que labore dos horas por la mañana y tres por la tarde. Asimismo, quienes estudien y decidan trabajar estarán obligados a trabajar bajo este tipo de contratos.
La iniciativa del gobierno de Piñera motivó un amplio rechazo de distintos sectores, partiendo por los principales afectados: estudiantes y sindicatos. En ese sentido, según consigna radio Universidad de Chile, un actor principal en esta lucha ha sido el sindicato de la cadena de café Starbucks, que ha denunciado muchas veces la precarización del trabajo si se aprueba definitivamente esta normativa.
El presidente del sindicato, Andrés Giordano, lamentó la aprobación del proyecto, afirmando que no es buena señal: “Vemos con mucha preocupación y lamentamos que la democracia que se concibe en este país ignore a los sectores organizados, que son sujetos de las normativas que se legislan. Por tanto, acá ni estudiantes ni trabajadores estuvimos por aprobar esta ley, la rechazamos en numerosas oportunidades, hicimos numerosas propuestas y en ningún caso quisimos un contrato alternativo y discriminatorio, porque, además, esto ni siquiera se considera al grueso de los estudiantes, sino que considera solo a aquellos que accedan a tener un contrato mucho más precario”.
El dirigente señaló también que la medida no solo afectará a los estudiantes que trabajen, sino que también a los empleados en general, porque las empresas preferirán reemplazar sus puestos laborales por los de los estudiantes que, claro, costarán menos y tendrán menos deberes para con ellos.
“Es un escenario sumamente nefasto, no solo para las trabajadoras y trabajadores jóvenes que estudian, sino que para toda la gente que se desempeña en el sector de comercio y servicio, porque la verdad es que esto, entendido como un proyecto que profundiza el abaratamiento del costo de la mano de obra de trabajadores jóvenes estudiantes, va a significar a mediano plazo una sustitución importante de los puestos de trabajo que siguen siendo regidos por las reglas generales”.
Por su parte, el profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad Católica de Valparaíso, Eduardo Caamaño, opina que la aprobación de este proyecto creará “trabajos basura”, y probablemente, los jóvenes se inclinen por conseguir ingresos económicos de manera independiente, ya que el contrato formal será muy desventajoso.
“Va a ofrecer trabajos basura, que tampoco serán tan atractivos, porque van a ser tan poco compatibles con los estudios y con la responsabilidad familiar que puedan tener los jóvenes, que hasta les pondría convenir más realizar trabajos de manera independiente, fuera de una relación laboral de este tipo. Si yo vendo sushi o trabajo de manera informal, es probable que gane mucho más y tenga mejores condiciones que en una empresa trabajando con este estatuto”, explicó el docente.
Para Caamaño, el proyecto de ley aprobado este jueves por la Cámara de Diputados es beneficioso únicamente para los empresarios, y la supuesta preocupación por los estudiantes no es más que una pantalla: “Es una señal de flexibilidad a costa de los derechos laborales, que es algo que siempre el empresariado más reaccionario y los partidos del actual gobierno han defendido, o sea, flexibilidad, pero no en el sentido de una regulación nueva acorde con el respeto a los derechos laborales, sino que como sinónimo de desregulación, porque lo que hacen ahora es desregular derechos laborales, de tal manera que el empleador satisfaga una necesidad supuestamente para favorecer un interés de los trabajadores, y esto no es así”.
Finalmente, Caamaño calificó como “vergonzoso” que parlamentarios de lo que fue la Nueva Mayoría se cuadren para aprobar normas que vulneran los derechos laborales, al igual como lo hicieron -subrayó- con la reforma laboral, que vulnera los derechos sindicales.
Fuente: El Ciudadano