“Los obispos en Chile tratan bien a los abusadores y son duros con las víctimas”, argumenta la de Bishop Accountability, que en vísperas de la visita del Papa Francisco I a Chile, documentó 78 casos de abusos perpetrados por obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica en Chile.
“Estamos publicando este archivo ante la visita del Papa con la esperanza de que alguno de sus asistentes o personas de su entorno lo vea y le haga ver que no ha cumplido con su promesa de cero tolerancia con respecto a este tema”, explicó la investigadora católica Anne Barret-Doyle, una de las fundadora del grupo estadounidense Bishop Accountability, ONG que se encarga de documentar los casos de abuso sexual por parte de la Iglesia alrededor del mundo, y que incluso asesoró a los realizadores de la película Spotlight.
Este miércoles en la sede de la Fundación Para la Confianza, la analista presentó la recopilación que la organización reunió sobre el escenario en Chile y el resultado arrojó 78 acasos, entre sacerdotes, hermanos y monjas.
“El Papa Francisco ha dicho que llora por las víctimas, hoy lo llamamos a convertir esas lágrimas en acciones”, continuó la estadounidense, quien criticó que el actuar de la máxima autoridad católica ha apuntado “no solo a mantener, sino que además promover a personas que están involucradas en este tipo de abusos. Y en ninguna otra parte del mundo eso es tan patente como en Chile“.
Como ejemplo, Barret-Doyle mencionó los casos de Christian Precht, Julio Dutilh y Juan Barros, quienes a pesar de haber sido denunciados e incluso condenados por El Vaticano, como el caso de Precht, están autorizados para continuar con sus actividades como sacerdotes.
“La falta de presión externa que existe en Chile ha permitido que la Iglesia opere en la impunidad”, agregó.
Debido a lo anterior, la investigadora señaló que, a diferencia de otros países que también han vivido este tipo de escándalos, donde las víctimas tuvieron las reparaciones correspondientes, “estas condiciones no están dadas en Chile”, y para graficarlo, mencionó el caso de uno de los denunciantes de Rimsky Rojas, quien ha amenazado con demandar al arzobispo Ricardo Ezzati por obstrucción a la justicia.
“Ezzati es el hombre más poderoso de la Iglesia. Si él está pasando a llevar la cero tolerancia de forma tan obvia, ¿qué queda para los otros? Mientras hacíamos esta investigación, quedamos atónitos con las prácticas de los obispos aquí en Chile: tratan bien a los abusadores y son muy duros con las víctimas”, afirmó.
Debido a lo anterior, Barret-Doyl describió que dos de los aspectos que destacan del escenario chileno es el hermetismo con que ha actuado la Iglesia, que ha dado a conocer muy pocos documentos que retraten la crisis, y la gran cantidad de líderes de órdenes religiosas que han sido involucrados. Debido a lo anterior, cree que “deben haber cargos criminales contra los cómplices y encubridores, es la única manera de que esto termine”.
Fuente: El Desconcierto