por Guillermo Pérez Cena (*).
El fenómeno de la independencia y unificación de Vietnam se puede presentar como el fruto de un largo conflicto armado que atravesó distintas fases hasta completar su meta final.
Dos guerras, la primera contra Francia (1946-1954), y la segunda contra los Estados Unidos (1961-1973), que concluyó en un enfrentamiento civil entre el Norte y el Sur (1973-1975).
Desde 1946 hasta 1975 Vietnam fue escenario permanente de una violencia que por su extensión en el tiempo, y por los devastadores efectos sobre el espacio físico y su población, la convirtieron en un símbolo dentro de las luchas que las antiguas colonias emprendieron en pos de su liberación.
La República Democrática de Vietnam fue proclamada oficialmente por Ho Chi Minh el 2 de septiembre de 1945, pero su gobierno provincial carecía de todos los atributos asociados normalmente al gobierno. En esa época, la autoridad de Ho Chi Minh se extendía solamente sobre una pequeña parte de Tonkín, y aun esto último era discutido por los partidos nacionalistas.
Hasta bien entrado el año 1949 la resistencia vietnamita se desarrolló bajo la forma de una coalición de los grupos. La resistencia vietnamita al restablecimiento del dominio francés había conquistado muchas simpatías en el orden internacional, y Francia, agotada por la II Guerra Mundial, afrontaba dificultades cada vez mayores para sostener a sus debilitadas fuerzas de Indochina.
Pero, en el desarrollo de la guerra la ayuda china al Vietminh fue trascendental para la derrota francesa. Esto supuso que el gobierno estadounidense colaborase con el bando francés. China trasladó a Vietnam, consejeros militares, municiones, artillería, y medicinas, además el adiestramiento de las tropas vietnamitas se hacía en suelo chino.
Los contactos con la Unión Soviética fueron mucho más reducidos, y su ayuda llegó al final de la guerra. Del mismo modo, el vietminh se introdujo en los territorios de Laos y Camboya extendiendo aún más el conflicto.
El día 8 de mayo de 1954, bajo la presidencia de Gran Bretaña y la Unión Soviética, tuvo lugar la Conferencia de Ginebra, para poner fin a la guerra de liberación de Vietnam. Participan, además de las dos potencias citadas, Estados Unidos, Francia, China, la República Democrática de Vietnam, Laos y Camboya.
En Vietnam del Sur, Diem asume el gobierno con el apoyo de Estados Unidos, en consecuencia representó los intereses de esta potencia en la zona.
Esta afirmación viene avalada por la confección del marco jurídico que legitimó su dominio en la zona, además la SEATO queda constituida el 8 de septiembre de 1954.
El armisticio se firma el 20 de julio de 1954 y en él se estipulan, entre otros, las siguientes condiciones:
* Vietnam queda dividido por una línea de demarcación militar situada en el paralelo 17. Al norte del mismo han de reagruparse todas las tropas del Vietminh, mientras que al sur lo harán las tropas de Francia y de la Unión Francesa. Esta división tendría un carácter temporal, ya que se preveía la celebración de elecciones libres en 1956 para dar paso a la constitución de un gobierno democrático y a la posterior unificación.
* Se reconoce la independencia y el derecho a la unificación de Vietnam a nivel internacional.
* Francia debe proceder a la retirada total de sus tropas, con plazo hasta 1955. La zona se declara desmilitarizada.
* La península de Indochina queda dividida en los Estados de Laos, Camboya4, la República Democrática del Vietnam del Norte y la República de Vietnam.
La República de Vietnam estaba deseosa de reanudar sus relaciones con aquélla, a fin de equilibrar las que mantenía con China. Los Estados Unidos y su aliado, Vietnam del Sur, se limitaron a tomar nota de los acuerdos adoptados en la Conferencia de Ginebra, lo que más tarde será tomado como pretexto para el incumplimiento de los mismos y el comienzo de la intervención estadounidense en apoyo de Diem.
La distinta interpretación que de los acuerdos se hace por los dos Estados en que ha sido dividido el país no es más que una manifestación de un fraccionamiento que alcanza cotas sociales más profundas. El régimen de Bao Dai, que pronto será de Diem, pasa a ser un instrumento añadido de la penetración de los Estados Unidos en esa zona del mundo.
El gobierno estadounidense, en función de su nueva estrategia política, se sintió como único estado capacitado para defender los intereses de Occidente, allí donde podían verse enfrentados a regímenes comunistas, y el peligro de Vietnam era evidente.
Francia ha sido sustituida por los Estados Unidos como potencia dominante, pero algo mucho más grave para su equilibrio interno se ha producido: si a comienzos de la guerra la necesidad de contar con apoyos políticos la había inducido a formalizar concesiones a los regímenes de Norodom Sihanouk y de Bao Dai, las colonias del Norte de África tienen en la derrota francesa de Vietnam un ejemplo de las posibilidades de independencia que se les ofrecen.
La primera consecuencia de la Conferencia de Ginebra fue el desmoronamiento del imperio colonial francés. En segundo lugar se podría afirmar la incorporación de Estados Unidos como potencia hegemónica en la zona, y cuya cobertura legal fue establecida por la SEATO.
El sistema de relaciones internacionales dominado por la política de bloques y el establecimiento de la estrategia de “guerra fría” impedían poner en práctica un acuerdo político de conformidad con la redacción de los Acuerdos. La realización de unas elecciones democráticas en 1956, que muy probablemente hubiesen dado la victoria al Lao Dong era algo que los Estados Unidos no podían permitir.
Y por último, se puede citar la insatisfacción experimentada en la República de Vietnam del Norte por el contenido de los acuerdos, en consecuencia se dispuso que uno de cada quince combatientes del vietminh permaneciera en el sur, como instrumento para la realización de su objetivo unificador.
La derrota del imperio
La llegada de los “consejeros” y las armas norteamericanos evidenciaba la violación de la cláusula de neutralidad de la zona, pero las quejas vietnamitas fueron, hasta 1958, prácticamente inexistentes.
Se hallaban embarcados en la reconstrucción de un país en guerra desde hacía 15 años.
Con la política de resistencia de “todo el pueblo”, “integral”, “a largo plazo”, “basada en nuestra propia fuerza”, promoviendo la tradición nacional de unidad y patriotismo, el Partido Comunista dirigió al pueblo a derrotar todos los planes e intrigas de invasión del enemigo, especialmente con la victoria en la campaña ofensiva de Invierno-Primavera de 1953-1954 y finalmente a conseguir la rotunda victoria en la batalla de Dien Bien Phu “resonante en los cinco continentes y que sacudió al mundo”, obligando a los colonialistas franceses a firmar el Acuerdo de Ginebra (1954), poniendo fin a la guerra de agresión a Vietnam.
De 1954 a 1975, el país se dividió en dos. Bajo la dirección del Partido, el Norte hizo grandes esfuerzos para construir el socialismo mientras cumplió simultáneamente sus deberes de una gran retaguardia para el gran frente.
El pueblo del Sur se mantuvo firme en la lucha inquebrantable por la independencia y la reunificación nacionales.
Con el espíritu de que “preferimos a sacrificar todo antes que perder nuestro país y ser esclavos”, y “no hay nada más precioso que la independencia y la libertad”; sobre la base de las direcciones correctas y creativas del Partido, «con la fuerza combinada de toda la nación, el ejército y nuestro pueblo, paso a paso, derrotamos todas las estrategias de guerra del imperialismo estadounidense», liberando completamente el Sur el 30 de abril de 1975 y reunificando el país.
Esta victoria “se registra para siempre en la historia de Vietnam como una de las páginas más gloriosas, un símbolo brillante del triunfo del heroísmo revolucionario y la inteligencia humana»; y pasa a la historia mundial como una gran hazaña del siglo XX, un acontecimiento de enorme importancia internacional, con el sello distintivo de su tiempo.
Basado en un análisis profundo de la situación del país y a través de un proceso de búsqueda y experimentación, con el espíritu de “enfrentar directamente a la verdad, evaluar correctamente la verdad, decir claramente la verdad”, el VI Congreso Nacional del Partido (diciembre de 1986) ratificó la política de Renovación integral del país indochino, marcando un punto de viraje en la transición al socialismo en Vietnam.
La adopción de la política de Renovación (Doi Moi) satisfizo las demandas prácticas, demostró la firme valentía y el pensamiento creativo del Partido Comunista de Vietnam y abrió una nueva era para el desarrollo del país.
Después del VI Congreso, el Partido gradualmente perfeccionó y concretó la política de Doi Moi cuyo el contenido básico y central fue recogido en la Plataforma de construcción del país en el periodo de la transición al socialismo (la Plataforma de 1991 y la Plataforma complementaria y desarrollada en 2011) y otros importantes documentos del Partido aprobados en los posteriores Congresos.
En los años 90 del siglo XX, superando los desafíos planteados por el colapso del modelo del socialismo real en la Unión Soviética y los países de Europa del Este, el Partido Comunista y el pueblo de Vietnam persistieron, continuaron firme y creativamente en el camino hacia el socialismo, de acuerdo con las condiciones y características específicas de Vietnam.
Al identificar y adoptar la política Doi Moi, ha dominado y aplicado los principios básicos del materialismo dialéctico del marxismo-leninismo, del pensamiento de Ho Chi Minh y de la experiencia práctica, remediando bien las relaciones básicas como el desarrollo de una economía de mercado con orientación socialista; la construcción de un Estado de Derecho socialista “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
De hecho, después de casi 35 años de implementación de la política Doi Moi, desde un país azotado por la pobreza y atrasado en lo material, tecnológico, económico y social, hasta ahora, Vietnam se ha convertido en un país en desarrollo con ingresos medios; la cultura y la sociedad continúan desarrollándose, se mejora la vida material y espiritual del pueblo donde se mantuvieron la estabilidad política, la defensa nacional, la seguridad, la independencia y la soberanía; la posición y el prestigio del país se mejoran cada vez más en el ámbito internacional.
Hoy, Vietnam se ha convertido en un país con una población de casi 100 millones de personas, con un ingreso promedio de US$2.800 per cápita; ha incorporado en la mayoría de las organizaciones internacionales, convirtiéndose en un miembro activo y responsable en las actividades de la comunidad internacional.
(*) Especialista Negocios Internacionales Vietnam DGT.
Fuente: Resumen Latinoamericano