He recibido una foto de un amigo al cual aprecio mucho. Es una madre y sus 5 hijos, todos combatientes de la patria-nación Palestina. Esta foto es un símbolo de la determinación y justicia de un pueblo que se niega a morir sin luchar.
La Franja de Gaza es el campo de concentración más grande del mundo, asediado y bombardeado por ese ente terrorista y criminal de Israel.
He visto las declaraciones hipócritas y perversas de la Unión Europea, de ese criminal que ocupa el cargo de presidente de EEUU, Joe Biden; de la OEA, a cargo del golpista y terrorista internacional de Luis Almagro. Todas esas entidades dicen, muy sueltas de cuerpo, que Israel tiene el derecho de defenderse.
Qué es esto, me pregunto. Cuando todos sabemos que el estado opresor, criminal, infanticida y usurpador de tierras es efectivamente Israel, y no Palestina.
Según la legislación internacional, existe el derecho legítimo de los pueblos a defenderse de la tiranía y opresión a que son sometidos sus habitantes. Es más, en la carta de las Naciones Unidas es considerado un deber alzarse contra la opresión.
Lo que hace esta madre, junto a sus 5 hijos, no es más que un acto del deber y de la dignidad, de un pueblo que se niega a desaparecer, después de 70 años de mutilación de su territorio ancestral.
La patria Palestina era el antiguo territorio bajo dominio británico y que en una oscura maniobra se partió en dos en 1947, quedando una en poder de Israel y la otra en poder de Palestina. A esa mutilación de su tierra ancestral los palestinos le llaman, con justa razón, La Catástrofe. Pero ese ente sionista y terrorista de Israel comenzó mucho antes con la usurpación de las tierras de Palestina. Claro que siempre bajo el exterminio y el éxodo de sus habitantes. Hoy, reducida a su mínima expresión.
La actual Franja de Gaza representa el 2% de la superficie de Israel. Sin embargo, todo ese ejército armado con las más sofisticadas armas de destrucción masiva no ha sido capaz de doblegar la férrea voluntad de ese pueblo que se niega a desaparecer.
Ante los bombardeos de hospitales, escuelas, oficinas de la prensa internacional, de poblaciones indefensas, el movimiento Hamás responde con misiles, que más bien parecen petardos al lado de esa maquinaria de guerra de los sionistas.
Nunca antes una guerra tan desigual por defender su tierra ha sido tan justa como esta que libra el pueblo palestino. Esto nos llena de orgullo y admiración a los hombres libres de conciencia.
Durante esta semana hemos visto en la televisión y los medios de comunicación como la Franja de Gaza es constantemente martirizada por los bombardeos de la aviación israelí.
Sin embargo, ni la Comisión de derechos humanos de la ONU, ni todos los organismos que defienden los derechos humanos en el mundo, son capaces de emitir declaraciones de condena sobre esa entidad terrorista internacional de Israel y miran con total impavidez como un pueblo es masacrado.
Como les digo a mis hijos: el silencio ante estos crímenes es complicidad y la indiferencia es peor, porque es un arma de destrucción masiva.
Más información
- Israel aprueba un alto el fuego en Gaza
https://www.lavanguardia.com/internacional/20210520/7470275/israel-palestina-alto-el-fuego-gaza-netanyahu-conflicto-escalada.html - Los palestinos de Gaza celebran el alto el fuego entre Israel y Hamás
https://es.euronews.com/2021/05/21/los-palestinos-de-gaza-celebran-el-alto-el-fuego-entre-israel-y-hamas