El popular escritor chileno Luis Sepúlveda, forzado al exilio bajo la dictadura de Augusto Pinochet, falleció en España a los 70 años, después de mes y medio hospitalizado por el nuevo coronavirus, informó el jueves su editorial, Tusquets.
El equipo de Tusquets Editores lamenta profundamente su pérdida”, señaló el grupo español en un comunicado.
“Excelente escritor y luchador incansable. Te echaremos de menos”, añadió la editorial en su cuenta de Twitter, junto a una fotografía de Sepúlveda sentado en una roca frente al mar.
Desde finales de febrero, el autor había estado ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias, la región del norte de España donde residía desde hace más de 20 años.
Al volver de un festival literario en el norte de Portugal, Sepúlveda había desarrollado los síntomas propios de la COVID-19 y se convirtió en la primera persona en esa región en haber dado positivo por esta enfermedad que ya causó en España más de 19.000 fallecidos.
Los últimos reportes en la prensa local, alrededor del 10 de marzo, hablaban de que el escritor se hallaba en estado crítico y, desde entonces, no se supo más sobre su salud por deseo expreso de la familia.
La prensa española también había informado del ingreso hospitalario de su pareja, la poetisa chilena Carmen Yáñez. Ella, a diferencia de su esposo, pudo superar la enfermedad.
“El personal sanitario lo ha dado todo por salvar su vida, pero no ha superado la enfermedad. Mi más sentido pésame para su mujer y familia”, señaló en un tuit el presidente regional de Asturias, Adrián Barbón.
Nacido en octubre de 1949 en Ovalle, una ciudad al norte de Santiago,
Después de un periodo convulso, alternando dos estancias en prisión, otra de arresto domiciliario y casi un año de huida en la clandestinidad, en 1977 consiguió salir de Chile, donde no volvería a instalarse jamás.
Instalado en Europa desde los años 1980, tras un largo periplo por Latinoamérica, Sepúlveda alcanzó el éxito como autor de una veintena de novelas, además de crónicas, relatos y fábulas entre los que destaca “Un viejo que leía novelas de amor”.
Esta historia, adaptada al cine por el australiano-holandés Rolf de Heer, nació de su estancia con los indios shuar en la región amazónica de Ecuador y se convertiría en su gran “best-seller”, adaptado a 35 idiomas distintos.
“Recorrió desde muy joven casi todos los territorios posibles de la geografía y las utopías, y de esa vida inquieta supo dar cuenta, como dotadísimo narrador de historias, en apasionantes relatos y novelas”, alaba Tusquets en su comunicado.
De su rica experiencia vital y su profundo compromiso social y ambiental beben parte de sus obras, como la crónica de viajes “Patagonia Exprés”, el libro denuncia “Mundo de fin de mundos”, el compendio de artículos “La locura de Pinochet” o la novela “La sombra de lo que fuimos”, donde también recrea esos años oscuros de la historia chilena.
En Europa, el escritor fue reconocido con el grado de doctor honoris causa por las universidades de Toulon (Francia) y Urbino (Italia) y Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa.
Recibió, además, el premio Rómulo Gallegos en 1978.