Lily Zúñiga, ex Jefa de Prensa de la Unión Demócrata Independiente, Prende el Ventilador: «La UDI Popular se Acabó, ya no Existe»

Por mucho que Lily Zúñiga se considere una «NN» de la contingencia, desde que se destapó la olla del caso Penta y la arista Soquimich y se supo que entregó dos boletas ideológicamente falsas por asesorías que nunca se hicieron, exigencia del líder de la UDI Jovino Novoa, su nombre sigue acaparando espacios en el debate público.

En entrevista con Cambio21 la periodista reveló inéditos capítulos ligados a los fundadores del partido de calle Suecia y, además, admitió que mantiene comunicación con gente de la colectividad que pide refundar todo… pero sin los “coroneles”. Como si fuera tan fácil.

O más que eso, el apodo que se ganó -«negra tatuada»- luego que la diputada María José Hoffmann vetara una candidatura suya al Congreso, «roteo» que deriva del color de la piel de la ex jefa de comunicaciones del partido (en rigor es morena) y del tatuaje de Lilith (imagen femenina del folclore judío) que luce en una de sus piernas.

Luego de sus apariciones en televisión y prensa escrita, donde narró sabrosos episodios e intimidades de sus once años de vivencias al interior de la colectividad, con anuncio de libro incluido, la profesional dice sentirse «tranquila y cada vez con menos miedo» respecto de posibles represalias, aunque tiene asumido que su futuro inmediato se escribirá lejos de «La casona» de Suecia 286, de la derecha y de las campañas electorales con las que tanto vibró.

Incluso tiene propuestas para realizar un documental con su historia y completos desconocidos le han ofrecido empleo y la dictación de charlas motivacionales en todo el país.

«Ha sido bastante extraño, porque lo que he hecho es hablar con dolor sobre lo que significa haber estado engañada -o autoengañada- respecto de un entorno que creí que era mío», admite.

A la espera de nuevas diligencias en tribunales, Zúñiga dialogó con Cambio21 y desclasificó inéditos pasajes de sus ex compañeros de ruta, donde los protagonistas son nada menos que los temidos «coroneles» del gremialismo.

Ojo con el medallero, que está de antología.

Café cortado

«Tengo dos hijos y llegué con uno en brazos a la UDI y ni siquiera alcancé a terminar mi posnatal. De la nada había aparecido esta pega, las lucas eran buenas y me sumé al sueño de Pablo Longueira de lograr un Chile mejor, que al final no era así. Todo bien hasta que pedía irme antes del trabajo porque tenía que darle leche a la guagua. ‘No se puede’, me alegaban. Y resulta que en la conferencia de prensa del mismo día escuchaba al diputado o al senador equis protegiendo las leyes laborales y el derecho a la familia y el posnatal. Y yo, tontamente, por el enfoque de mi labor pensaba que ser mamá era un problema y que era parte del sistema».

«Más de una vez me pasó que en los puntos de prensa estaba con un sacaleche en la mano. Y resulta que el diputado que estaba ahí me dice: ‘Lily, regálame un café’. ‘Sí, claro’, le respondo. ‘Un cortado’, me pide. ‘Ya, pero no sé dónde está la leche’, contesto. ‘Ahí tienes’, me lanza de vuelta… o sea».

Madre del año

«Claudia Nogueira (diputada UDI por Recoleta) dice que el centro de la mujer es la casa y afirma que cómo es posible que se quiera avalar el aborto por culpa de la picazón del virus Zika. Es la misma que te zamarrea para que le hagai la pega y que no le importa si estai con tus críos o tu familia. Ese es el doble discurso que tanto molesta».

Triple hello

«Aún tengo contactos con gente de la UDI, aunque lamentablemente, como me lo dijo un dirigente, me convertí en un palo con caca. Por lo tanto, los que se juntan conmigo no lo hacen en lugares abiertos. Van a mi casa. Por eso que ha sido complejo volver a confiar. De hecho, el mismo personaje que me dijo que era un palo con caca desapareció luego de que le diera mucha información. Y, extrañamente, después me ofreció que trabajáramos juntos, pero yo estando en las tinieblas».

«El tema es que bajé muchos datos sobre cómo armar una campaña. Y resulta que, ¡oh sorpresa!, esa misma info la está utilizando el señor Juan Antonio Kast (diputado UDI) para su campaña ‘ja ja’ presidencial. O sea, ‘triple hello’ que el caballero quiera ser candidato. En fin, todos podemos soñar».

Miedo e ilusión

«Lo bueno es que hay gente de adentro que me ayuda con el libro. Y es importante que también se sepa que hay mucho miedo de que a ellos les pase lo mismo que a mí. Yo tuve miedo, pero no sabía de qué y muchos de los que me colaboran están igual, porque están vinculados de manera laboral con el partido».

«He llegado a detalles que jamás en la vida vi. Y ha sido porque esa gente a lo mejor me está usando. Pero acepto que me quieran usar en la lógica de decir ‘yo me tiré el río y destapé a estos compadres y por qué no seguir haciéndolo’. Seamos claros, cayó Jovino y cayó Longueira, por ende, la UDI ya no tiene dónde agarrarse. Nada. Pablo para mí era un líder del servicio público y después de leer los mails (con Patricio Contesse, ex gerente general de SQM) no puedo negar que es lamentable enterarse de algo así. Lo mismo que la UDI Popular; no existe. Ya no es una broma y no es un fantasma. No está».

«Las personas con las que me reúno esperan que la UDI les dé la libertad para poder decir ‘no más’ y así partir de cero con un nuevo proyecto y otro nombre. Una refundación total. No con (Juan Antonio) Coloma (senador y ex timonel), no con (Andrés) Chadwick (ex ministro), no con Hernán (Larraín, actual mandamás). Ellos ya cumplieron su etapa. Su sueño inicial fue la UDI que todos conocimos. Después vino el quiebre por el ‘caso Spiniak’, que la debilitó. Y esto (casos Penta y SQM) terminó por reventarla. Ya venía en caída, pero ahora se acabó. Y es súper sano que puedan reconocer eso».

«Sola no puedo pagar»

«Mi situación en tribunales sigue igual. No sé si me van a llamar de nuevo para que declare. Lo que sí me generó mucha preocupación fue que el fiscal Emiliano Arias haya salido del caso. Él me interrogó. Ahora, amigos abogados que tengo y algunos contactos me han dicho que todo depende del nuevo fiscal que tome la causa y ver si se quiere quedar con mi declaración o me citan otra vez para que entregue más detalles. No lo sé. Lo único que quiero es que esto se cierre pronto».

«El único punto con el que tengo un grado de cercanía con el discurso de la UDI es que con la condena de Novoa se acabó el caso Penta. Pero a mí me llama la atención Fulvio Rossi, Marco Enríquez-Ominami, Giorgio Martelli, etc., que son como canales. Y resulta que cae Pablo como un suácate. En fin, tengo la dualidad de sentir que esto puede seguir por un período muy largo o que se convierta en un sorteo de juicios abreviados. Si fuese así, sería lamentable».

«Desde el más chico -me incluyo-, hasta el más grande, -todos-, tenemos que hacernos responsables de lo que hicimos. Yo di dos boletas, no le tomé el peso y no me preocupé. Es como los estacionamientos para discapacitados, no había conciencia, pero cuando empezaron a pasar multas ahí todos nos pusimos serios».

«Mi falta puede terminar entre 541 días a cinco años de presidio o en restricciones como la detención domiciliaria, ir a firmar o arraigo nacional. El asunto es que si me llega a pasar algo así y también caen las señoras Marisol Cavieres (histórica secretaria de la UDI) y Carmen Luz ‘Titi’ Valdivieso (antigua asesora de Longueira), o la esposa de Pablo Wagner o el mismo Wagner, yo feliz, feliz me voy pa’ adentro. Yo sola no puedo pagar. Todo debe ser igual. No me gusta la ley del embudo».

Vivan las morenas

«Mi RUT está manchado y ya me convertí en la sanguchito de palta de Chile, lo que no me interesa parar. Lo penoso es que a mí me movía la política y poder ayudar y trabajar calladita. He leído cosas de gente que me hacen llorar; que tengo cojones y que soy una mujer con útero. ‘Dale, lucha, estamos contigo y no pares’, me dicen, y yo quiero salir a decir que existe una manga de corruptos de mierda, flojos y vagos mantenidos por nosotros y que más encima le tenemos que rendir honores, cuando ellos trabajan para nosotros».

«Mientras hay unos autodenominados intelectuales que dicen que ‘esta mujer está revelando intimidades e historias de alcoba’ y que se preguntan ‘qué aporta esto’, yo creo que sí aporta mucho. Es el partido que dice ‘por mi culpa, por mi culpa’ y que plantea en su declaración de principios la ayuda al próximo y el respeto. Si ellos lo quieren tomar como farándula política y me quieren decir que soy candidata a opinóloga, topísimo. Yo no le debo plata a nadie, me debo a mi familia y a mi marido, que es mi pilar. Miedo no tengo. Estoy más chora que antes y tengo la pluma bien pará. Así que por esto y más: ¡vivan las morenas!

Bronce: Pablo y la Tchitchi

 «En la campaña senatorial de 2005 se hizo un video de propaganda, que era la historia de su protegido, Rubén Carvacho, abogado que lamentablemente también está involucrado en las boletas Soquimich. Pablo tiene un tono de voz bastante peculiar, como con la papa en la boca. Yo estaba trabajando con él y me invitan a ver la grabación, que la había hecho Manfredo Mayol, ‘gran cerebro’ de la franja del Sí que no le ha ganado a nadie».

«En el video aparece el candidato diciendo: ‘hola, soy Pablo Longueira, bla bla bla y estoy junto a mi señora, la Chichi (es la tchitchi, en verdad) y este es nuestro trabajo poblacional. Él es Rubén Carvacho’… y así se van sumando más personas dentro de su pega social».

«Qué hicimos nosotros. Como habla tan cuico, todos los que estábamos ahí inventamos una parodia. Alguien de producción sale imitándolo: ‘hola, soy Pablo Longueira y junto a la Tchitchi (y me agarra a mí) tomamos a este roto (Carvacho), los transformamos en gente y ahora este hueón es abogado (ríe)».

«¡A quien chucha se le puede ocurrir que esto puede servir en una campaña! Es más, se bajó el video. Creo que estuvo en la primera semana de franja en la tele y después salió muy criticada. Si Pablo lo hizo fue porque quiso, pero para el cerebro comunicacional fue un real golpe en el hocico. Es que el tono de Pablo no acompañaba a la historia. Además, con la Tchitchi… es como estar con la Memé. Era muy gracioso».

Plata: buenos pa´l hueveo

«Una vez Julio Dittborn me contó una talla histórica. Cuando él dirigió la UDI, hace 8900 años atrás (ríe), fue a un programa que era como el ‘Tolerancia Cero’ de la época y un panelista que era opositor al partido le criticó que eran ‘cartuchos’ y que ‘no conocían la entretención'».

«Y Julio le dio una respuesta de lo más natural del mundo y dejó la escoba. Textual le respondió: ‘estás equivocado. Nada que ver que nos digas que no salimos. Es más, anoche estuvimos con nuestras secretarias comiendo y bailando hasta las tantas’. Terminado el espacio, las casas de Patricio Melero y todos los que eran la primera lanchada de parlamentarios del partido fueron ‘sentados’ por sus esposas de una manera impresionante».

«Dittborn tuvo que salir después a decir que todo era mentira, dado que no podía quedar tan mal en el foro. Así que habló con las señoras para que les creyeran a los compadres, porque a muchos los sacaron de las piezas… y yo me preguntaba: ‘¿en serio será así?’ ¡Ufff! Son buenos, pero bien buenos pa´l hueveo. Lo que hay ahora no es nada. Lo peor es que uno se imaginaba todo lo contrario, que eran próceres. Y no poh, eran mucho más pasados de revoluciones que los de hoy».

Oro: no puedo creer la cosa que veo…

«Fue en el primer karaoke que se hizo en un lugar muy conocido de calle Isidora Goyenechea, en Las Condes. Pensé que era broma, pero había una gran cantidad de gente que estaba cantando ‘Adiós general’ de Sol y Lluvia».

«Era gracioso e impactante a la vez. Me estaba insertando en este mundillo. En ese minuto los miraba para arriba, después fue de tú a tú y al final para abajo. En fin, era muy loco (ríe) ver a Julio Dittborn (ex diputado y ex presidente de la UDI) y Darío Paya (ex diputado) cantando eso. Llegó Hernán Larraín también, pero no recuerdo si participó o no de la fiesta».

Fuente: Cambio 21