Lo más probable es que al enviarlos a hacer la nota, el editor de El Mercurio haya instruído a los autores de la misma, que hicieran pisar el palito al Presidente del Partido Comunista, de forma de hacerlo reconociera el estigma político de estar con un pie en La Moneda y otro en la movilización, conforme a la consuetudinaria práctica política de ese diario, de introducir la cuña de la división en el campo adversario. También probablemente, para sorpresa de los autores de la nota, y de sus editores, a la pregunta directa sobre el tema, Guillermo Teillier respondió con naturalidad: «pero evidente, es un hecho de la causa que estamos en todas las movilizaciones sociales. Estamos en la calle y también en La Moneda». Cualquier conocedor de la política chilena en un nivel básico, sabe esa es la estrategia política permanente del Partido Comunista. Y también con altísimo grado de probabilidad, cabe anticipar la simulación de sorpresa de los que que quieren meter la cuña, seguida de las consabidas condenas y llamados a depurar la Nueva Mayoría. Pero ya no los acompañan los tiempos, ni menos la coyuntura.
Presidente del PC; Guillermo Teillier: «Estamos en la calle y también en La Moneda. Qué le vamos a hacer. Así están las cosas».
Por Paula Valenzuela y Guillermo Muñoz
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Es viernes en la tarde, y mientras muchos santiaguinos se preparan para ver el partido de fútbol entre Chile y Bolivia, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, vuelve a la sede del Congreso en la capital desde La Moneda. El diputado acaba de asistir por primera vez a la reunión, recientemente instaurada, de coordinación entre el vocero de la Nueva Mayoría -cargo que cumple este mes-; el ministro de la Segegob, Marcelo Díaz, y los secretarios generales del bloque.
El objetivo del encuentro es preparar la reunión del comité político de los lunes y así intentar mejorar la coordinación entre Gobierno y partidos, lo que ha sido cuestionado en los últimos días. «Hoy (ayer) hicimos un balance de cómo va el tema en educación de la carrera docente, la desmunicipalización o la nueva educación pública. Esos fueron los temas centrales», comenta.
-A propósito de reforma educacional, se ha cuestionado que el Gobierno dialogue con el Colegio de Profesores por el Plan Nacional Docente mientras ellos están en paro.
-Fue una resolución que tomó el comité político el lunes pasado. Se aprobó la idea de que se destrabara la interrupción del diálogo. Se aceptó que la comisión de Educación de la Cámara se reuniera a la hora de audiencias con el magisterio y con el ministro. Aceptaron ambos y se hicieron dos sesiones larguísimas. Yo creo que se avanzó mucho. Lo más positivo es que el protocolo de acuerdo no solo lo firmaron los diputados de la Nueva Mayoría, sino que también los de derecha. Ahora, al contrario de lo que algunos piensen, nosotros no pensábamos que el conocimiento de este proyecto, reestructurado casi, fuera a posibilitar que se bajara el paro.
El diputado PC afirma que «hay que entender que ellos tienen un paro en ascenso. El día anterior de la asamblea hubo una movilización aquí en Santiago de entre 70 mil y 100 mil maestros, entonces ya llegan con la adrenalina muy arriba a la asamblea, pero además no había tiempo para asimilar lo que acordó el Congreso. Porque recién a las 11 de la noche del martes se firmó, y creo que el jueves en la mañana recién lo hizo el ministro. Y eso no alcanzó a llegar bien digerido a la asamblea y tampoco lo iban a entender las bases del magisterio. Y por los dirigentes optaron por no levantar el paro, e ir a informar a las bases».
-Los gobiernos anteriores de la Concertación muchas veces no aceptaron dialogar mientras no se depusiera un paro.
-Claro, pero hay que tener en cuenta que los tiempos han cambiado un poquito. Cada sector social hoy día quiere no solo tener voz, sino que también ser tomado en cuenta. Son nuevos parámetros de la participación social. Algunos creen que con el garrote, con la represión y con descontar los sueldos se convence. No, yo creo que se convence más con el diálogo, aunque estén en paro.
-El senador democratacristiano Ignacio Walker dijo que el PC debía decidir si era coherente, o estaba con un pie en la Alameda y otro en La Moneda.
-Yo le contesté. Él no tenía idea parece de lo que estábamos tratando en el Congreso. Yo creo que él estaba más por la idea de descontarles, de obligar a los municipios a descontarles, a presionarlos y a desvirtuar el paro. No estamos en esos tiempos. Lo que no significa que nosotros creamos que se tiene que continuar infinitamente en paro.
-¿Tiene algún plazo específico para que los profesores terminen con su movilización?
-Ellos tienen que decidirlo. Sí les recomendaría que tengan en cuenta los tiempos políticos y legislativos. Todavía resiste este mes y parte del otro. Pero hay que escuchar a otros actores; varios quieren ir a hablar a la comisión.
-Se propuso adelantar las vacaciones en los colegios.
-Esa es una propuesta del diputado (José Antonio) Kast. Espero que no sea una resolución del ministerio, porque eso va a alargar todavía más el proceso, y para mí el proceso debiera decantarse en la post próxima semana, porque hay cosas adelantadas por ambos lados y que ya debiera pensarse cuándo empezar a votar.
-¿La lealtad del PC con el Gobierno no está en duda?
-No, ¿dónde? Podríamos sacar las cuentas de dónde está la lealtad con el Gobierno más marcada. Y eso que nosotros estamos en la movilización social también. No lo negamos. Le damos en el gusto a Ignacio Walker, que dice que tenemos un pie en calle y otro en La Moneda.
-¿Están con un pie en la calle y otro en La Moneda?
-Pero evidentemente. Es un hecho de la causa que estamos en todas las movilizaciones sociales. Tenemos dirigentes en todas partes. Por ejemplo, la Cones firmó un acuerdo con el Ministerio de Educación sobre desmunicipalización y la nueva educación pública. Era muy importante que los estudiantes llegaran a eso. Ahí tenemos dirigentes. Estamos en la calle y también en La Moneda. Qué le vamos a hacer. Así están las cosas.
-El diputado DC Matías Walker dijo, a raíz de la reforma laboral, que ustedes se han dado el lujo de rechazar indicaciones a proyectos del Gobierno.
-En el Parlamento, cualquiera puede darse el lujo de rechazar algo, y nosotros no. Porque ellos hacen lo mismo. Se les ocurre rechazar algo, y lo rechazan, y nadie les dice nada. Nosotros votamos en contra de un punto, el de la adaptabilidad. ¿Por qué? No porque estemos en contra de la adaptabilidad, es que en la comisión se cambió un acuerdo que había en conversaciones tripartitas incluso. Y no votamos en contra solo los comunistas, porque hubo como 20 votos en contra.
-Usted es el actual vocero de la Nueva Mayoría, y los presidentes han expresado su preocupación por el atraso en el nombramiento del nuevo ministro de la Secretaría General de la Presidencia. La Mandataria, al respecto, dijo: «Terminemos con la lesera», en relación con esa insistencia por el nombramiento. ¿Qué le parece?
-Yo creo que el tema es machacante. Cuando ya se plantea una o dos veces, o se está planteando todos los días el tema… Que hay atraso legislativo… Ahora, ella no tiene plazos para nombrarlo, y dijo que con la ministra subrogante funciona. No es que sea una falla tan grave entonces. Ahora, por qué nosotros decimos que ojalá venga luego, porque hay una cantidad impresionante de leyes que están en curso en el Congreso y otras que tienen que llegar. Para poder cumplir con las metas hay que estar encima, estar contrarreloj, sacar las cuentas, porque tampoco se pueden jibarizar los tiempos de discusión. Tienen que darse los tiempos exactos para que haya audiencias, para conversar, para el trabajo prelegislativo, y para eso es esencial que un Segpres esté nombrado en propiedad como ministro.
-¿A quién le dijo la Presidenta que termine con la lesera?
-La oposición ha tirado mucho esto de que estamos sin ministro, o quizás es para los presidentes de la Nueva Mayoría; alguien tendrá que ponerse el sayo.
-¿Usted se pone el sayo?
-Yo creo que de cierta forma sí. Hay que ponerse el sayo. Siempre es prerrogativa de ella; ya le dijimos ya. Entonces ya se lo dijimos, seguramente se lo transmitieron.
-¿Cree que hay que mejorar la coordinación entre la Nueva Mayoría y el Gobierno? Lo ha dicho el Partido Socialista, la Democracia Cristiana…
-Es decir, siempre hay que mejorarla. Ahora, yo no creo en esas coordinaciones en las que debe haber una voz de mando y todos deban seguir esa voz. Lo que sí creo es que a la luz de la experiencia debiéramos tratar de coordinarnos y actuar mucho mejor.
-¿Comparte la crítica en cuanto a que los partidos no son escuchados?
-Al comienzo del Gobierno a todos se les pidieron nombres con ciertas características. Y todos dimos nombres para ministros, subsecretarios, intendentes, pero estaba claro que en esa especie de terna, para muchos nombres, era la Presidenta la que iba a decidir. Entonces, sí, los partidos fuimos consultados. La discusión se dio a partir del nombramiento de Jorge Insunza. ¿Qué pasa si la Presidenta le hubiese consultado al PPD? Si el PPD hubiese dicho que sí, ¿quién habría sido el responsable de ese nombramiento? Sería el PPD. Yo ahí tengo la duda, quiero decirlo francamente: cuando la Presidenta tenga la decisión independientemente de los partidos, sí debería decirle al partido ‘mire, estoy nombrando a este’.
-Y usted, ¿cuándo fue la última vez que habló con la Presidenta?
-No nos hemos entrevistado con la Presidenta este último tiempo. Yo converso de pasada con ella en encuentros. Pero no le hemos pedido conversaciones, porque nosotros tenemos la facilidad de estar en el comité político. Sabemos que lo que planteamos le llega. Nosotros le vamos a pedir a la Presidenta una entrevista cuando lo creamos absolutamente necesario.
-¿Hace cuánto que no habla con la Presidenta?
-Como partido, creo que hace un año.
-¿Y cuándo cree pertinente solicitar la entrevista que usted comenta?
-Vamos a entrar en período de congreso. No le vamos a pedir que vaya al congreso, porque son palabras de buenos oficios, pero seguramente le vamos a pedir una conversación a ella para orientarnos mejor para el congreso, cuya fecha debería ser en torno a octubre. No creo que ella se vaya a negar. Siempre ha estado dispuesta.
-¿Se han comunicado desde La Moneda para consultarle sobre la persona que podría ocupar el cargo en la Segpres?
-A nosotros no nos han preguntado nada, pero si el ministro es PPD, tendrían que preguntarle al PPD, no a nosotros. Lo que se conversó en el último comité político es que si ella así lo estima, porque ella tiene la potestad, llamar al presidente del PPD y decirle «he decidido que tal persona reemplace a Insunza. ¿Tú me garantizas que él está apto, limpio?». Pero no sé si lo va a hacer.
-¿Qué le parece el plazo de 210 días que se evalúa para que los partidos políticos reinscriban a todos sus militantes?
-Es corto.
-¿Qué plazo prefiere?
-Prefiero un año. Y no estoy tan de acuerdo con la reinscripción de los partidos. No es que le tenga miedo a la reinscripción. Nosotros nos tuvimos que reinscribir no sé cuántas veces antes. Como no elegíamos parlamentarios, durante 20 años, teníamos que esmerarnos en sacar el 5%, que era el umbral de entrada.
-¿Por qué no ahora entonces?
-Es que hicimos muchas veces ese ejercicio que nos costaba mucho, sobre todo por las trabas que ponían los notarios. Nos daban facilidades algunos: yendo con la huella digital y la firma se podía, pero nos costaba. Entonces, reinscribir a un partido político ahora, en esta situación y en 210 días, es complicado. Creo más en una fórmula que se ha estado hablando, que es de depurar los registros de adherente, porque debe haber muchos muertos, gente que ha renunciado. Entonces se debe hacer este proceso para reconocer quiénes son de verdad los adherentes y, si es necesario, hacer una reinscripción en un año más, de acuerdo a cómo va la situación. Pero en medio de un proceso eleccionario, en la situación política en que estamos, con la desconfianza hacia los partidos, inscribir es un trabajo arduo.
-¿Y qué le parece que se baje el requisito de un 0,5% a un 0,25% del electorado para inscribir una colectividad?
-Hay muchos que quieren cambiar el 0,25%. Sé que la Alianza, he escuchado que la DC quiere modificarlo, entonces ahí ya tienen la mayoría para cambiarlo. Eso pondría todavía más dificultades para la reinscripción porque con el 0,25 para nosotros sería muy fácil. Pero el 0,5% es difícil para cualquier partido. Y con el sistema engorroso de los notarios es más difícil. Mire, algunos notarios nos han sacado de la cancha y no sé si van a estar tan dispuestos a facilitar los procesos y nos van a pedir que vayan de a uno. Y no dan las notarías para eso, con todos los partidos inscribiendo, ¡cuánta gente simultáneamente!
Fuente: El Mercurio