El 30° aniversario de la fiesta grande del PC fue una instancia de reflexión para la izquierda chilena. En ese marco, el presidente del partido repasó junto a El Desconcierto las claves de cómo se articula lo que será la oposición a Sebastián Piñera, su análisis del momento actual de las distintas fuerzas políticas y el balance de lo que fue el masivo evento comunista de este año en el Parque O’Higgins.
1. A no llorar tras la aplastante victoria de Piñera en las urnas
La Fiesta de los Abrazos nació en dictadura, por lo que estamos acostumbrados a estar en esta fiesta en situaciones políticas complejas. Entonces claro, hoy estamos tras una dura derrota electoral y algunos están con tristeza adentro, pero no vinimos a llorar, seguimos con la firme convicción que tenemos que seguir adelante con el proceso de reformas que se ha iniciado. Lo que nosotros hemos planteado con mucha fuerza es que hay que lograr la unidad de sectores de centroizquierda que están por las reformas, que estuvieron en el gobierno con las reformas y otros que vienen emergiendo a la vida política con mucha fuerza y que también están por las reformas. Seguramente tenemos diferencias de cómo hacerlo, pero esas diferencias se pueden resolver.
2. El Frente Amplio es una tercera fuerza, pero no un tercio de las fuerzas
Entre el Frente Amplio y la DC todavía no nos decidimos por uno u otro. Sí tenemos expectativas en que el Frente Amplio mantenga una política progresista y de cambio social basada en los derechos de las personas, porque eso fortalece también nuestra posición en todo el arco político. Ahora, yo creo que efectivamente ellos son una tercera fuerza, pero no son un tercio de las fuerzas políticas, el país sigue dividido en dos desde la dictadura hasta ahora. Yo pienso que la derecha no es mayoría y las fuerzas de centroizquierda sí lo somos, pero estamos dispersos, por lo que tenemos que aprender a ponernos de acuerdo. La derecha hoy es casi la mitad, y la otra mitad somos todos los de centroizquierda, pero divididos a su vez en dos mitades. Más allá de eso, miramos con bastante expectativa al Frente Amplio.
3. Ser de izquierda pero no desdeñando el centro
Dentro de la centroizquierda, hoy la izquierda se ha constituido en una gran fuerza. Eso no quiere decir que desdeñemos el centro, ya que si vemos las votaciones de los partidos, incluso del nuestro, hay una alta afluencia de votación que podríamos llamar de centro. De todos modos, eso no está muy bien definido. La gente a la hora de votar no es ni de izquierda, ni derecha, ni de centro; pero aquellos que nos articulamos en la izquierda hemos avanzado.
4. Un PC bisagra y articulador de la oposición
Ojalá tuviéramos esa capacidad, pero no nos sentimos como bisagra. Queremos discutir de igual a igual con todos, poner las cartas sobre la mesa y ver qué es lo que nos une y lo que nos divide para identificar las dificultades para llegar a un proceso unitario. Eso está demostrado que se puede hacer, porque la Nueva Mayoría fue una alianza, nunca fue un conglomerado, fue sólo un acuerdo político-programático para cumplir con el programa de la presidenta Bachelet. Entonces si no se establecen bien los acuerdos respecto a los objetivos aparece lo más predecible: las diferencias. Y si hay un sector que queda adentro y no está convencido, como creo que ha ocurrido y lo estamos viendo, eso atenta entonces contra los propósitos por los cuales nos hemos unido.
5. La alianza con una DC sin Mariana Aylwin
La DC está viviendo su crisis que entró en una discusión profunda y yo no sé cómo va a terminar, eso depende de ellos. Claro, es algo que se veía venir porque eran demasiadas las diferencias que planteaba Mariana Aylwin respecto a las reformas del gobierno de Michelle Bachelet, entonces tenía una contradicción muy grande con gran parte del partido. El grupo de los 31 que renunció a la DC fueron los que impulsaron el no ir a primarias, no abrirse a discusiones y dar por muerta muy anticipadamente la Nueva Mayoría, algo que incidió también en el resultado electoral. Yo espero que la DC tenga su domicilo en la centroizquierda, como ellos mismos lo han dicho, y que permanezcan en ese domicilio. Incluso he escuchado hasta a Ignacio Walker -el mismo que dice “no quiero seguir con los comunistas” y que nunca fue muy convencido de esta alianza, a pesar de que él pactó con nosotros y firmó los acuerdos- decir que “tenemos que buscar el camino propio, pero de ninguna manera con la derecha”. Al parecer Walker no se va a ir con la Mariana Aylwin y su sector mantiene la postura que están en la centroizquierda. Incluso con ellos no pierdo la esperanza de que lleguemos a acuerdos.
DC
6. Piñera, no es llegar y echar abajo las reformas
Él ha tenido una posición cambiante. Primero se comprometió a echar abajo todas las reformas y después en la segunda vuelta cambió el discurso. Yo creo que la está pensando muy bien, porque no es llegar y echar abajo las reformas. Más de 3 millones de chilenos votaron por la reforma, es una base muy sólida de apoyo, entonces no es cualquier cosa, es un importante sector de nuestro pueblo que apoyó el proceso y que está por seguir con las reformas. Piñera entonces lo va a pensar dos veces, sin embargo, ya han aparecido insinuaciones en contra: han dicho que van a cambiar la reforma laboral incluso por decreto, que van a rebajar los impuestos a los ricos cambiando la reforma tributaria, que van a redefinir la gratuidad reorientándola más a los IP y CFT para ahorrar plata. Ahora, tiene que acordarse que no tiene mayoría en el parlamento, ¿entonces qué va a ser? Porque nosotros nos vamos a ceder en eso. Claro, si hay alguna ley que favorezca al pueblo, apoyaremos -en el periodo pasado logramos modificar algunos proyectos que él envió y salieron bastante bien-. Yo, sin embargo, dudo. Más bien creo que van a impulsar políticas que favorezcan a la gran empresa como ha sido hasta ahora.
7. La arremetida de ultraderecha no tendría problemas en hacer un golpe de Estado
Yo espero que la aparición de sectores de neoconservadores sí genere una contradicción en la derecha, porque éstos tienen su máximo símbolo en Pinochet, lo que para mí es una aberración histórica. Eso denota que hay partidarios de lo que fue la dictadura, que la alaban y que a lo mejor no les costaría mucho que, ante alguna efervescencia social en Chile o si se da un proceso más sólido en el camino de reformas, ellos intenten de nuevo alguna aventura golpista. Y ante eso tenemos que estar alerta y espero que en eso no haya condescendencia de parte de ninguna otra fuerza.
8. La bancada del PC va a proponer nuevas reformas
La llegada de tres nuevos parlamentarios -Carmen Hertz, Amaro Labra y Boris Barrera- son un refuerzo importante para nosotros. Los comunistas ya estamos trabajando, estamos en conversaciones con todos los partidos que eran de la Nueva Mayoría y con el Frente Amplio. Aún no discutimos respecto a objetivos, pero sí hemos avanzado en la idea de ojalá lograr en conjunto elegir la presidencia de la Cámara, que es muy importante administrarla ya que significa que hay un acuerdo político y que hay una oposición más eficaz ante el gobierno. Ese rol nosotros lo estamos jugando y vamos a luchar todo lo que podamos por defender las conquistas logradas hasta ahora e incluso plantear nuevas reformas. No porque esté Piñera en el gobierno no lo vamos a poder hacer.
9. Karol Cariola y Camila Vallejo superstars
Ellas forman parte de la renovación en curso del Partido Comunista y hoy se preparan para asumir su segundo periodo en el Congreso. Ellas se han convertido en grandes parlamentarias y son un ejemplo para muchas jóvenes, ya que además vienen de haber sido dirigentas de la lucha social que dio por iniciadas las reformas. Entonces es muy emblemática su labor en el Parlamento. Ya somos pocos los dirigentes de generaciones anteriores que vamos quedando, la mayoría son jóvenes, por lo que yo espero que en el futuro podamos tener muchas más representantes como ellas.
10. La Fiesta de los Abrazos, el Lollapalooza de la izquierda chilena
Yo estuve 12 años a cargo de la fiesta. Eran los ’90 y eran otras condiciones, muy difíciles, no teníamos financiamiento. Pero ahora esto es otra cosa, hoy se puso los pantalones largos y hay una producción que es de nuevo tipo, una que ni soñábamos en aquellos tiempos, a pesar de que igual lo hacíamos. Ahora ya las cosas tienen que tecnificarse y no se pueden hacer sólo con voluntariado. Pero el espíritu de la fiesta no cambia y, efectivamente, en el futuro puede convertirse en la gran fiesta de los chilenos y las chilenas, sobre todo del mundo más popular que quiera venir a expresar su arte, a discutir o simplemente a pasarlo bien en los restorantes. Desgraciadamente esto tiene que autofinanciarse y no puede ser gratis. A mí me duele mucho eso, pero a los que vienen yo les digo que vale la pena pagar la entrada, que puede parecer alta, pero si la comparamos con otros espectáculos el precio es muy bajo.
Fuente: El Desconcierto
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