Calama, en el norte de Chile, es un oasis en pleno desierto. El ambiente seco y caliente hace que el agua sea un elemento vital en el lugar. A esa ciudad las aguas del Silala llegan en su totalidad, pero no son de beneficio humano, son aprovechadas con un fin industrial.
El grupo colombiano Empresas Públicas de Medellín (EPM) vende el recurso vital que llega desde Bolivia a 40 mineras que operan en el norte chileno. Entre ellas a la Compañía Nacional del Cobre (Codelco), firma estatal que administra las principales minas de la región, como Chuquicamata y Radomiro Tomic.
Las aguas manantiales del Silala pasan al lado chileno sin que Bolivia pueda aprovecharlas. Cruzan la frontera por canales construidos y luego se acoplan a tuberías. El recurso, ya en Chile, desemboca al río Loa, cuenca importante para el norte chileno.
En Calama, las aguas del Silala dejaron hace 25 años de ser un beneficio humano y se convirtieron en un elemento esencial para la industria minera. Estas aguas son vendidas a 40 mineras por la empresa colombiana, que hace un año compró la firma Aguas Antofagasta, compañía que pertenecía al grupo Luksic.
Solo en 2015 la firma de Colombia registró ingresos de $us 74 millones por la venta de las aguas que nacen en Bolivia.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) entregó a este medio documentación en la que se detalla el número de mineras que operan en la región. Todas con aguas del Silala:
“Tenemos muchas mineras en el lugar y en su totalidad utilizan las aguas que llegan del Siloli (Silala). El grupo colombiano vende las aguas a las mineras y no existe beneficio humano. Nosotros queremos que el agua, al igual que el cobre, sea más de la gente”, manifestó a El Deber el alcalde de Calama, Esteban Velásquez.
Aguas Antofagasta evitó pronunciarse al respecto. Sus funcionarios no quisieron dialogar con El Deber en Calama bajo la excusa de no tener autorización. Sin embargo, según la memoria de la firma, tienen 163.488 clientes en Calama, entre ellos las 40 mineras.
Ganancias gracias al Silala
El documento demuestra que Aguas Antofagasta, en 2015, tuvo ganancias de $us 74 millones por la comercialización del recurso a las ciudades de Antofagasta, Calama, Mejillones, Tocopilla, Taltal, Baquedano y Sierra Gorda.
Sus principales clientes son las mineras en Calama, entre ellas Chuquicamata y Radomiro Tomic. El gerente de comunicaciones de Codelco-Chuquicamanta, Cristian Varas, señaló que la empresa analizó emitir un pronunciamiento público, empero, dijo que “Codelco no se referirá a esta materia”. Esta firma es pública, pero es asociada con pequeñas privadas inglesas, japonesas y estadounidenses.
El Deber visitó Chuquicamata, la mina que opera en la segunda región de Chile. Este es el yacimiento de cobre más grande del mundo, pero en la actualidad no registra ganancias, debido a la baja cotización del metal. Ahora, la mina, que es a cielo abierto, está en proceso de transición a yacimiento subterráneo.
El docente de la Universidad de Calama Juan José Dollien remarcó que la política hídrica en el norte chilena es crítica, debido a que las mineras se aprovechan del recurso en su totalidad. “Acá (en Calama) la crítica es la privatización de nuestros recursos, aunque el cobre sea de una empresa estatal, existen privadas que se aprovechan, lo mismo pasa con el agua, que es comercializada por una empresa privada”, relató.
En Chuquicamata las operaciones son las 24 horas del día. A la mina el agua ingresa en cisternas. Durante una hora de visita, al menos 10 cisternas ingresaron al campamento. Los vehículos llegan con agua desde Calama.
Además, otros camiones dejan agua a las cinco piscinas de la mina para el tratamiento del cobre. El recurso es mezclado con químicos. La guía de Codelco reconoció que el agua “es vital” para el funcionamiento del yacimiento y que es traída en cisternas desde la ciudad de Calama.
Demanda por el Silala
Bolivia decidió indagar vías jurídicas contra Chile por las aguas del Silala. De hallarse los argumentos, sería el segundo juicio que se instalaría contra Santiago en cortes internacionales. El primero es la demanda marítima.
El alcalde Velásquez pidió diálogo antes de instalar la demanda. Reveló que la Cancillería chilena se contactó con él para abordar la temática. El burgomaestre proyecta una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, quien visitaría Calama los próximos días.
Codelco consume cerca de 100 litros de agua por segundo para las operaciones de sus minas. Los otros yacimientos, que son privados como La Escondida, La Esperada, Zorro, Margarita, Quimal, Tuina, entre otros, consumen 80 litros de agua por segundo.
El cónsul de Bolivia en Calama, Severo Atahuichi, detalló que la decisión de Chile de privatizar las aguas es soberana, pero lamentó que el recurso boliviano sea utilizado por “ambiciones industriales”.
Calama organiza protestas para que las aguas de río Loa y del Silala pasen a la administración pública. Mientras, el recurso de origen boliviano solo es de beneficio industrial y es utilizado por mineras que generan dinero a Chile.
Fuente: El Deber