El robot del futuro tiene súper músculos para levantar mil veces su peso, impreso en 3D y en un material sintético, informó Nature Communications.
El trabajo es el resultado de un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia, conducidos por Hod Lipson.
“Estamos dando grandes pasos en la inteligencia de los robot, pero sus cuerpos son aún primitivos”, dijo Lipson.
Ahora “hemos superado una de las barreras finales para hacer realistas a los robot”, o sea capaces de imitar verdaderamente los sistemas biológicos naturales, agregó.
El resultado resuelve un problema de larga data en la creación de los músculos destinados a los robot blandos que, a diferencia de los rígidos, pueden imitar los movimientos naturales, como agarrar y manipular, entonces se vuelven capaces de interactuar con el hombre con delicadeza para ayudarlo en la casa, industrias u hospitales.
Anteriormente, ningún material pudo funcionar como un músculo blando que pudiera doblarse, extenderse y levantar un peso, y todos los intentos hechos habían fracasado porque requerían de aparatos demasiados grandes.
El secreto de los súper músculos es el material usado para imprimirlos que no requiere un compresor externo y otros equipamientos para hacerlo expandir, contraer o levantar el peso.
El material consta de una matriz de goma de silicona formada de microbolas llenas de etanol, que combina las propiedades eléctricas con la capacidad de cambiar de volumen y la fuerza.
Luego de ser impreso en 3D en la forma deseada, el músculo artificial es accionado con una simple corriente eléctrica.
“Nuestro músculo puede empujar, tirar, doblarse y levantar peso”, dijo el primer autor Aslan Miriyev.
Según Miriyev, “es el material artificial más cercano a un músculo natural nunca antes logrado” y el próximo paso previsto es involucrar a la inteligencia artificial para controlar el movimiento.
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