por Iván Ljubetic Vargas (*).
Es impresentable la posición de nuestro Gobierno en el campo internacional. Chile se ha alineado en todas las ocasiones con el imperialismo estadounidense y otros gobiernos reaccionarios como Brasil, Argentina, Colombia, Perú y México contra el Gobierno bolivariano de Venezuela.
Lo hizo por ejemplo, el martes 20 de marzo y 19 de junio de 2017 en la OEA.
Lo ha hecho atacando la democrática Asamblea Constituyente, que ayer fue respaldada por 8 millones 80 mil y tantos votos. Ello a pesar de la feroz campaña de los medios de las derechas del mundo y de la misma Venezuela, ello a pesar de la violencia terrorista de la oposición fascista, que significó barricadas, bombas y muertes.
Está bien que la derecha criolla que apoyó y actuó en el golpe del 11 de septiembre de 1973 no «vea» lo que realmente ocurre en Venezuela.
Pero los sectores que sufrimos, en vivo y en directo, el fascismo no podemos sino constatar que los mismos métodos utilizados en Chile en 1973, los usa hoy la CIA y los reaccionarios venezolanos.
¿Tanto es el peso de los reaccionarios en nuestro Gobierno?
¿No hay algún sector que diga pío ante la reaccionaria política exterior de nuestro gobierno frente a Venezuela?
¿Puede haber una política de alianzas sin la necesaria y esclarecedora lucha ideológica?
Como diría Condorito. «¡Exijo una explicación!».
(*) Historiador