La Sala de la Cámara de Diputados rechazó, por 67 votos a favor y 78 votos en contra, la moción de reclamación a la Mesa que preside la diputada Maya Fernández (PS) e integrada también por los vicepresidentes Jaime Mulet (FRVS) y Mario Venegas (DC), presentada por el bloque derechista, que quedó con un doloroso palmo de narices.
En la oportunidad, la Corporación escuchó las opiniones de tres parlamentarios que apoyaban la moción de reclamación y de tres que la objetaban. Finalmente, al momento de la votación, la mayoría se manifestó en contra de la medida, con lo cual la Mesa mantiene su titularidad al frente de la Cámara de Diputados.
La medida, presentada por el jefe de Comité de Evópoli, diputado Luciano Cruz-Coke, fue defendida hoy por el mismo legislador y por los jefes de Comités de Renovación Nacional y de la UDI, diputados Leopoldo Pérez y Javier Macaya, respectivamente.
En la oportunidad, Leopoldo Pérez expresó que la presentación de la censura apunta a salvaguardar el reglamento interno de la Corporación y “proteger a las minorías parlamentarias”, refiriéndose a la carta de reclamo enviada por la Mesa al Primer Mandatario, Sebastián Piñera.
El legislador aseveró que, para enviar la misiva al Ejecutivo “se debería haber recabado el acuerdo en un proyecto de Resolución o por mandato explícito de los Comités parlamentarios”, por lo que el documento habría excedido las atribuciones de la Mesa.
Recalcó que “el Gobierno y el Presidente de la República tienen todo el derecho a formular críticas al funcionamiento del Congreso”.
En este mismo contexto, el diputado Javier Macaya argumentó que ellos nunca fueron consultados ni tampoco fueron advertidos de la carta en cuestión y puntualizó que es necesario defender el rol de la Cámara de Diputados. En este plano, llamó a apoyar la censura a la Mesa, ya que de esta forma “se marca un precedente del rol que tiene el Congreso”.
El parlamentario dijo que este no era un ataque personal contra la Presidenta de la Cámara y puntualizó que se quiere “trabajar de mejor manera para el país”.
Parta el representante de Evópoli, se vulneró el principio de juridicidad, ya que se desconoce «bajo qué norma la Mesa se tomó dicha atribución”. Aludió que, de la manera en que se dieron los acontecimientos, no se defiende la independencia o unanimidad parlamentaria, sino que se dio una opinión política institucional, puesto que “la Mesa solo expresa su molestia al Presidente de la República”.
En contra de la solicitud de censura se manifestaron los diputados Matías Walker, Giorgio Jackson y Alejandra Sepúlveda en representación de los Comités de la Democracia Cristiana, Revolución Democrática y Federación Regionalista Verde Social-Independientes.
El jefe de bancada de la DC argumentó que el reglamento interno es claro al decir, en su Título I, Párrafo cuarto, artículo 46, que “la Mesa de la Cámara tiene la facultad de representar ante los poderes públicos la conveniencia de salvaguardar la independencia e inmunidad parlamentaria”, por lo que no incurrió en ninguna trasgresión institucional.
El argumento fue apoyado por Giorgio Jackson, quién enfatizó que “nadie le da el derecho al Presidente de la República a mandarnos a trabajar”.
El legislador dijo que también se podría pensar que los que presentan la censura están de acuerdo en que la Cámara no cumple con su tarea legislativa a sabiendas de todo el esfuerzo que ellos mismos realizan para sacar adelante los proyectos de ley.
“Esto no contribuye al diálogo», remarcó y llamó al oficialismo a evitar la pequeñez política y a retirar la moción de censura a la Mesa.
Finalizando el debate, la diputada Alejandra Sepúlveda expresó que la falta parte por el propio Ejecutivo:
“La unanimidad que solicitaba el oficialismo se construye con el respeto institucional y quien lidera los respetos es el propio Presidente de la República. Más allá de esto, llamo a que construyamos la unanimidad pensando en Chile.
Producto del rechazo de la moción de reclamación, la Mesa mantiene su titularidad al frente de la Cámara de Diputados.
